- El amor verdadero es como el mar
-¿Por qué tío?
pregunto un niño viendo el amanecer del mar
-Es pura y clara como su color, es calmada cuando no hay inseguridad, es como un tsunami cuando no están de acuerdo y es silenciosa cuando no hay amor...
Eso pensaba un joven sentado en una silla medica, siendo inyectado de una sustancia
espesa y muy viscosa de color azul marino .
__Joven Wang hoy será catalogado como beta - dijo una enfermera con un cubre bocas de color blanco, aun que no se notaba su rostro sus ojos demostraban frialdad ya que ella también había pasado por lo mismo lamentablemente, ella no encontró su destinado y eso causo complicaciones emocionales. Esto sabían cualquiera incluyendo el joven que fue inyectado y no quería pasar por lo mismo.
Solo el joven lloraba mentalmente, maldiciendo su destino. ¿Por qué lo inyectaron a temprana edad?, alguien seguramente lo odiaba. pero ... ¿De qué sirve lamentarse?; probablemente su alfa ya esta muerto.
A sus quince años fue inyectado de esa sustancia y como había dicho hace unos instante, alguien lo odiaba ya que, meses después el nuevo presidente de China informo que la inyección beta seria a los dieciocho años de hoy en adelante.
"¡¿Pᴏʀ ᴏ̨ᴜᴇ́ ᴇʟ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ ᴇs 𝙘𝙧𝙪𝙚𝙡?!
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𝓒𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸𝓼 𝓪𝓷̃𝓸𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓾𝓮́𝓼 ...
-¡puje joven!- le indico una doctora
El joven pujaba todo lo que podía mientras sostenía la mano de su hermano, sentía las ganas de llorar, sin embargo se aguantaba, cubriendo su bello rostro por una capa fina de sudor; aun que tuviera experiencia, pues era su segundo embarazo, no podía dejar de sentir el miedo. ¿Y si su bebé no nacía con vida?.
Dejo de pensar en esa pregunta al escuchar unos bellos llantos de su bebé, soltando un leve suspiro de alivio, aunque siendo sinceros le era extraño no sentir a su bebé; sin embargo quería ver a su bebé.
__Es un varón joven QianHeng-Jun - dijo la enfermera con una sonrisa, mientras le daba al bebé
El omega miraba detalladamente a su bebe, tenía pequeñas manchas de sangre pero no tapaban su hermosa tez un poco pálida y un pequeño sonrojo en sus regordetas mejillas, y sus hermosos ojos color miel claro; sonreía el omega al ver cada facción de su bebé e incluso como movía sus manitas. No había algo tan hermoso, aunque su hijo mayor también era hermoso. Sus hijos eran bellísimos afirmo en sus pensamientos.
