𝕮𝖆𝖙𝖔𝖗𝖈𝖊 𝖉𝖊 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖔

ᴄ ʜ ᴀ ᴘ ᴛ ᴇ ʀ ᴛ ᴡ ᴏ

Sylvaine Pov

Intenté moverme por la sala para poder avanzar e ir hacia delante pero de repente un señor que se me hacía bastante conocido entró a la sala. 

-Bienvenidos seáis a vuestra nueva vida, chicos. Quizás me conocéis porque soy el presidente del gobierno y por lo tanto el agente estrella de este proyecto que se está llevando a cabo en todos los países del mundo. -¿Porqué el presidente nos había convocado? Yo era demasiado normal, quizás conmigo se habían confundido.

-Seguro que una gran parte de vosotros se esta preguntando que hace aquí, y para eso he venido, para responder a todas vuestras preguntas. Pero para responderlas tenemos que contaros una larga historia, así que aseguraros de coger una copa de champagne para sobrellevar esta velada.-El camarero de antes me tendió una bebida y yo la cogí indecisa. No entendía nada, estaba tan perdida como papa noel en verano. 

-Lo primero: Todos aquí habéis nacido el 14 de Julio, ¿No es verdad? No hace falta que respondáis, ya lo sé. -Todos en la sala guardaron silencio. Yo miré al presidente asombrada y seguí escuchando.

-Sois los hijos de Afrodita, la diosa de la belleza, el amor y la sensualidad. Por eso os hemos vestido así, para que veáis el potencial que tenéis. Esta historia se remonta muchos años atrás, cuando Afrodita decidió bendecir a todos los niños y niñas que nacieran el 14 de Julio como hijos suyos. Seguro que todos vosotros amáis escribir, tenéis un autoestima muy alto, sois sensibles y ningún mundano ha querido salir con vosotros por mucho tiempo. Esto es porque ellos no están preparados para salir con gente como vosotros, le temen al éxito. Puede que os cueste creerlo en un principio, pero todos sabéis que siempre habéis notado que sobresalíais entre los demás, y ya es hora de mostrar vuestra verdadera cara al público.-¿¡DÓNDE ME HABÍA METIDO?! Esto era una maldita secta. ¿Cómo se les ocurría a mis padres hacer caso a esa panda de pirados? Seguramente les habrían pagado muchísimo.

Me sentía demasiado rara, por una parte toda la descripción que habían proporcionado era cierta, pero estaba segura de que yo no era la hija de Afrodita, ninguno de nosotros lo era. Conspiración de Iphones.

Fuera bromas...¿Cómo creerlo? Nada de esto podía ser cierto, era completamente imposible que todo lo que había dicho ese señor fuera cierto. Siempre había sentido una admiración increíble por Afrodita, pero era completamente normal, es decir, ¿Quién no la admiraba? Nadie en la sala excepto yo parecía sorprendido, todos parecían alegres. Realmente no entiendo como es que se lo creyeron.

-A lo que venís es muy fácil, serviréis al gobierno a partir de ahora. - ¿¡SERVIR A QUÉ?! Definitivamente era el peor día de mi vida

//NOTA DE LA AUTORA//

¿Os ha gustado el capítulo? ¿Qué creéis que significa "servir al gobierno"? 

Espero que estéis disfrutando la historia, estoy muy emocionada por la idea y esta gustando más de lo que creía. 

Gracias por leer, votar y compartir si os ha gustado, kisses <3