Intro III

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¿Me tienes miedo?
Eso es embarazoso.
Si no fuera por mí, nunca habrías necesitado terapia.
Siempre he estado ahí por ti,
y tú por mí.
Pero era todo una mentira.

Es un poco retorcido,
pero extraño cuando tú y yo teníamos sueños aterradores durante la instrucción y nos escapábamos juntos para consolarnos,
a pasar la noche en vela como si fueras mi hermano,
hijos de la misma madre.
De Karina o de Carla.
Ah, pero los dos somos bastardos del Demonio.

Nuestras pesadillas tenían muerte y titanes;
un padre que nunca estuvo
y la libertad más allá de los muros...
Aunque cada uno soñara con tramas diferentes...

Realmente no quiero hablar de eso.
Es una lástima ahora,
Reiner, ¡cállate!

He dicho que te sientes,
¿no quieres escuchar a tu viejo amigo?

Ha pasado tanto tiempo...
Lamento no ser Berthold,
A quien quisieras volver a ver.
Puede que  Armin le devorase.
Puede que nosotros seamos los verdugos.

Pero tú le abandonaste.

Vaya cara tienes...
no duermes bien, ¿verdad?
Lamento no ser
lo mejor de este mundo,
no lo bastante puro
como para que te confieses conmigo pero es lo que hay,
Seré tu juez, jurado y verdugo.

Éste eres tú enfrentándote a tu destino,
Y te aseguro que soy peor que la muerte.

En fin, ¿por dónde íbamos?

Muy atrás... en el día en que
tú y yo lo teníamos todo planeado llegar al sótano.
Llorando en tu habitación a solas
como un bebé porque
sabías los secretos que yo ansiaba, por los que luchaba.
Ojalá mamá estuviera a mi lado...

Pero aquella roca ya la había sentenciado...
la madre de mi hermano tan sólo devoró lo que quedaba...

Todos hemos hecho masacres aquí...
así que no tendríamos que escuchar las patéticas disculpas de nadie.

No quiero tus ruegos.
No quieras mi perdón.

Oh, ¿te odias a ti mismo?
Estás ante tu Dios,
el que sabía toda la desgracia de antemano,
¿por qué no te confiesas de una vez para que pueda mandarte al infierno?

Sí, yo soy el que hizo que esto sucediera.
¿De verdad quieres deshacerte
de tu atracción principal?

Acéptalo, mi amenaza sobre tus niños es lo único que te mantiene con vida.

Eres como yo,
un hombre atrapado
al que sólo le mueve el amor
y la venganza.

Empaquemos nuestras maletas y volvamos a Paradise ahora.

Sí, es hora de la muerte.
Y sabes que tengo la coordenada.

No quiero ponerte nervioso...
Pero no es como solía ser.

Tenemos un montón de gente
escrutando nuestros movimientos.

Habrá que darles un buen espectáculo,¿no crees?

Me dijiste que
no me quieres en tu vida,
eso es bastante difícil de digerir.

Y te dije que me iría
cuando muriéramos,
y aún no hemos muerto.

 "El Sótano", de Eren para ReinerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora