Mi suerte y perdición

PROLOGO

Adrien Forget

Manada Moon black

—siempre he pensado que una chica que es criada rodeada de lujos es hermosa y además compatible con mi personalidad es la indicada, pero en cambio alguien que es como todas las demás o viene de campo arruinaría toda mi imagen y estatus —dije tomando una copa de vino

Mire a Neithan mi beta que al igual que yo estaba descansando en uno de los sillones de cuero que mis padres me regalaron antes de morir para ser el Alpha de la manada

—No se adrián yo teniendo a alguien que me ame es todo aunque no puedo mentir que deseo una rubia — reímos por su comentario

Conozco a Neithan desde que éramos cachorros y el a diferencia de mi es alguien más noble, pero con altos estándares, el al igual que yo no,  hemos encontrado a nuestros mates, pero en realidad eso a mí no me interesa tengo millones de chicas que pueden estar conmigo sin ninguna formalidad que nos amarre

—pero ya enserio Alpha como piensa que será su mate —lo mire pensativo nunca había pensado en eso

Tome asiento en mi escritorio y entrelace mis dedos pensando bien mis palabras, solté un suspiro rendido

—bueno, me gustaría alguien delgada con bonita figura ya sabes — lo mire pícaro y reímos— prosigo, también quiero que sea rubia con ojos verdes de esos que te atrapan como el bosque y que tengamos una personalidad parecida, eso es todo —me levante dejando a Neithan con la palabra tenía tanto trabajo que hacer que no podía perder el tiempo hablando

Sam Anderson

—Han pasado tres años desde que papa falleció en cierto punto fue duro, pero con el tiempo lo he ido aceptando y las emociones ya no me atacan de la misma manera, no lo he superado, pero creo que ya no lo veo de la manera triste si no positivamente —mire a mama quien atendía una llamada y me miraba desde un pequeño espejo

—Cariño puedes pasarme la carpeta azul que está a tu derecha por favor —tomé la famosa carpeta y la extendí hacia ella

Me dio una larga sonrisa junto a un, cariñoso gracias después de eso el viaje siguió, no recuerdo nada porque me quede dormida aún tenía 9 años era pequeña.

Desperté enfrente de una enorme casa a las afuera de Boston, pero no tan retirado de la cuidad, abrí la puerta del auto y Sali, hacia frio y los abrigos no eran suficientes

—Sam trae por favor la caja del auto— camine hacia el coche y agarre la única caja que quedaba no era grande así que sería fácil

Subí los escalones adentrándome a la casa es caliente y acogedora pensé

—gracias, cariño, ahora sube a ver cuál será tu cuarto —me quito la caja de mis brazos y mejor subí quería el cuarto más grande para todos mis juguetes, pero mejor preferí el de la gran ventana

Mama me ayudo a pintar cada una de las paredes de color amarillo con flores y meter cada uno de los muebles ya después acomodé mis juguetes en el sillón junto a la ventana y en los estándares

Pasaron una semana desde que nos mudamos y lo único que he echo es ver televisión y jugar con mis juguetes —Sam ya llegué baja a cenar — tome mis zapatos y baje, mama siempre procuraba llegar antes de la cena, pero cuando no había tanto tiempo para cocinar comíamos pizza

Ese día comimos hasta reventar y platicamos hasta quedarme dormida, en la madrugada me levante para ir al baño, pero la luz de la cocina estaba prendida era tarde y pensé que alguien se había metido, al mirar a mama me tranquilice estaba en una llamada, quería saber quién era o por que se veía tan feliz