Capitulo IV Cumpleaños parte II

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Las mañanas en Gusu por lo general son muy frías los 365 dìas del año, sobretodo entre las 5 a 8 AM horario en que comienzan las actividades en el Palacio Imperial del Reseco de las Nubes, pero en el Jingshi cierto Jade estaba muy acalorado sudando de tal forma que había mojado las sábanas hasta el colchón donde se encontraba acostado, su pecho subía y bajaba con fuerza, los latidos de su corazón resonaban en toda la habitación al igual que algún que otro gruñido que salia de forma gutural, su víctima era la almohada que se encontraba debajo de él . Podríamos decir que el estoico, siempre elegante, hermoso, cómo prolijo Hanguang-jun, por primera vez en su vida era un completo desastre. Tras una noche llenos de sueños lujuriosos con su bella Damita, Wangji no podía salía de su perturbación, luego de despertar abruptamente encontrándose con su maltratada almohada. A pesar de largas sesiones en la primavera fría su "problema" aún continuaba.
Luego de la charla con su tío, Wangji realizó un esfuerzo sobrehumano para modificar su conducta, pero el anhelo por Wei Ying era muy fuerte encima se le sumaron los sueños húmedos, desde hacía dos noche lo tenían a muy mal traer, Wangji sabía que en solo siete días la volvería a ver, además se sentía muy curioso por verla usar aquel Hanfu que con tanto amor eligió para ella. Cual era el sueño recurrente noche tras tras noche, la veía con un hermoso Hanfu rojo con patrones de nubes en dorado una bella cinta roja en su frente y el velo (un atuendo de novia muy sexi por cierto), el mismo marcaba su pequeña cintura sus pechos estaban un poco más grandes, como inflados hacia arriba por el corte del vestido, su piel color avellana suave y tersa, al sacar el velo su cabello negro cae como cascada sus ojos grandes de color plata tiene una mirada aterciopelada, sus labios estaban rojos cual carmín y su cuello totalmente descubierto. Wangji se volvía loco por su cuello, (las últimas veces juntos Wangji aprovechaba los abrazos de la Damita para poder hundir su rostro en él, sintiendo el suave pero a la vez intenso perfume a lotos y jamin se embriago cual néctar celestial, realizando pequeños toques con sus labios pudo deleitarse con la suavidad de su piel, más poder sentir el cuerpo pequeño sobre su pecho, su pequeña cintura entre sus brazos). Todos estos recuerdos eran una tortura, además estaba el recuerdo más fresco, el cual era antes de la noche de las linternas esa pequeña caída en el campo yendo al encuentro con sus hermanos donde por primera vez pudo sentir el cuerpo de su amada debajo de él, sino fuera por su autocontrol, más como ella lo frenó la hubiere tomado, y reclamó como suya ese mismo día, Wangji se encontraba igual que un adicto sin su droga, totalmente en proceso de abstinencia. Cada dia luego de esas perturbadoras noches se levantaba, aseaba y vestía, para ir al Yoshi donde se reunía la familia. El aspecto del Joven Lan había cambiado drásticamente, debajo de sus ojos se podían ver un poco ojeroso, su vista cansada, más su andar era muy desanimado haciendo más que evidente que no la estaba pasando nada bien. Luego de tomar los alimento (como siempre en silencio), Lan Qiren se acerco a su sobrino menor, cuando conectaron miradas el mayor le dio un gesto de (vamos tenemos que hablar), el Segundo Jade se levantó, de forma elegante saludos a sus tíos mayores junto a sus esposas, primos acompañando a Qiren. Caminaron por un largo tiempo hasta que llegaron a un bello lugar, el cual tenía una mesa de piedras debajo de un inmenso árbol de durazno, el tiempo a pesar del frío era agradable ya que solo una suave brisa se hacía presente, las nubes cual algodon surcaban el cielo azul, las grullas cantaban algunas otras sobrevolaban el lugar todo era paz, armonía. Mirando el bello cielo Qiren rompió el silencio pesado entre los dos-Wangji eres un joven talentoso, cada obstáculo que se presenta en tu camino los sabes surcar de forma muy sabia si tus padres te vieras en lo que te has convertido seguramente estarían muy orgullosos de ti pero...- Lan Wangji bajó la mirada posandola en un pequeño insecto que llegó volando, una hermosa polilla blanca de un tamaño interesante, la observo por un tiempo mientras procesaba los dichos por su Tio, tragando el nudo en su garganta comenzó habla su voz salió algo ronca-Tio yo.....-pensó por unos minutos lo que iba a decir-..yo no se que me pasa me siento asustado, se que no es correcto pero yo.....yo....extraño a Wei Ying- Lan Qiren se golpeó mentalmente soltando un suspiro muy fuerte el hombre se sentó, tomó la tetera que unos momentos atrás un par de sirvientes trajeron, sirvio te le entregó una taza a su sobrino le dio un sorbo a la suya para decir-Wangji-soltó otro suspiro-lo que tienes no es malo -el hombre debía darle la charla que su hermano nunca pudo. Con Xichen estas cosas eran más simple ya que el otro chico era bastante curioso y verborrágico, teniendo la suerte de tener esa charla con su padre. Pero el pequeño Lan era más complicado, a el jamas le intereso estos temas es más todos en la familia pensaron que correría con el mismo destino que Qiren, quedarse soltero. Hasta que un día su Tío junto a ellos fueron al muelle de loto por primera vez, por el compromiso de su hermano. Allí entre los jardines apareció esa niña de ojos grande grises como la plata más fina, con un pequeño pájaro en su hombro, ella estaba un tanto desaliñada pero era encantadora, con una cálida sonrisa le robo rápidamente el corazón a su pequeño sobrino, al no ser expresivo todos pensaron que la niña le caía muy mal, solo Xichen supo que era lo que realmente le pasaba a su hermano.

Contrato con un JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora