Derecha Inmortal: Capítulo II - Promesa

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Hace 5 años...

Era una tarde de viernes mientras salía de la universidad. El sol se escondía por el horizonte y corría un viento cálido pero azotador. Ella estuvo esperándome para ir juntos a comer en alguna parte. Me sonrío al verme y entre la gente que me acompañaba soltó unas palabras sin sentir vergüenza alguna...

—Hola, mi Amor —me saludó Violet —, yo te extrañé mucho ¿y tú a mí?

—Yo también, Violet —respondí con algo de vergüenza mientras oía el murmureo y risa de mis compañeros de clase.

Mientras nos dirigíamos al centro de la ciudad para buscar un buen lugar para comer, ella comenzó a preguntarme cosas sobre mi carrera y mis aspiraciones. En lo que iba del camino, alcance a contarle que deseaba ser un gran abogado pero que, a la vez, no me importaría hacer carrera en la política. Era un tema más para salir del paso. No tomaba en serio la conversación y pensaba más en lo que pediría al llegar. Hasta que...

—Amor, ¿tú eres de izquierda o derecha? —preguntó repentinamente Violet —. Yo personalmente considero que soy de izquierda. Me gustaría vivir en un mundo donde compartir sea el principio fundamental de toda persona. Dios ha decidido esparcir por todo el mundo diferentes capacidades para todo tipo de personas. Sin embargo, muchas de éstas personas no saben cómo descubrir su verdadero talento y es por ello que existe un desbalance emocional cuando se trata de "dar a cada uno lo que se merece". —añadió ella.

De un momento a otro, comencé a pensar en cuál sería la respuesta adecuada a lo que me dijo. Seguro que lo más fácil sería estar de acuerdo con ello, pero no sería honesto conmigo mismo. Sabía que, si existiese un mundo como tal, no importaría el talento de la gente ni el fracaso de éstos. No existirían los méritos ni tampoco tendría sentido vivir en un mundo con mucho libre albedrío. Yo... quisiera vivir la vida y a la vez poder pagar por ella.

—Imagino que te refieres a una Izquierda Socialista —respondí sin mucho apuro—. Pienso que es un mundo ideal y a la vez fantasioso. Es verdad que existe injusticia en el mundo debido a las diferencias sociales que existe debido a la capacidad distintiva de cada una de las personas. Pero también si viviésemos en un mundo de total igualdad, sería una injusticia para aquellos que se esfuerzan para ponerse al hombro la responsabilidad del correcto funcionamiento de las cosas. Ya que, no todos pueden responder de la misma manera. Creo que lo ideal sería...

—¡Está bien! —interrumpió de manera violenta, Violet—, como siempre dándome la contra. No te contradeciré, pero prométeme algo.

—Lo que quieras, mi Vida.

—Sé que no eres una mala persona y debes tener tus propios ideales. Pero odio y me causa impotencia no poder hacer nada por aquellas personas que nunca tuvieron la oportunidad de brillar y solo se pueden limitar a observar. Aquellos que esperan llevarse un pan a la boca a costa de trabajar duramente para recibir lo mínimo. ¡Sé que para muchos de ellos es injusto! Por eso, si algún día llegas a ser alguien importante para este país o incluso para el planeta, prométeme que harás todo lo que esté a tu alcance para eliminar la injusticia de este mundo.

—Por supuesto, prometo cambiar este mundo si alguna vez consigo llegar al poder. Por eso...—añadí con énfasis—: ¡YO SERÉ PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA!

—Jajajajajaja —Violet comenzó a reírse violentamente en el bus mientras que los pasajeros volteaban a ver atraídos por la atención que causaba en su asiento—. ¿¡De verdad!? ¿¡Lo dices en serio!? Y eso que ni siquiera sabes cómo ganarme en un debate como es debido —alegó Violet entre risas.

—Es una promesa, querida —respondí seriamente mientras observaba como cambiaba el semblante de su rostro.

—Gracias, Amor. Siempre sabes cómo hacerme feliz. Sé que lo lograrás y yo te prometo que mientras estés en eso y hasta que lo logres e incluso hasta mucho después de eso, yo siempre estaré a tu lado. En las buenas y en las malas. Porque tú... —añadió Violet —;

...eres mi compañero de vida, mi futuro esposo.

Esa tarde cálida que se convirtió en una fría noche de verano. Jamás podré olvidarla... Porque es ahí cuando nació lo que es ahora...

...mi motivo para seguir viviendo, Violet.

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