cada vez que sabrina lograba
llamar algo como "suyo", su
pasado la perseguía, las mentiras
en las que vivió la atormentaban.
donde lo único que podia hacer
era decirse a si misma
"solo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿PORQUÉ DEREK LOS ELIGIÓ?— CUESTIONÓ Scott.
— Peter dijo que si la mordida no te transforma, te asesinara. Y quizás los adolescentes tienen más oportunidad de sobrevivir.— dijo Stiles sumido en sus pensamientos.
No conocía muy bien a los mellizos, apenas y había cruzado palabras como la rubia. Pero un sentimiento de preocupación se alojo en su pecho desde que se la llevaron. No sabía que le sucedía con esa chica, pero sus instintos e impulsos lo hacían querer estar cerca de ella.
Ahora tenían in problema más a la lista, Jackson estaba dando su testimonio sobre lo qué pasó, ya que al ser vecinos era el testigo más cercano.
— Danny.— susurró/grito Stiles hacia el castaño.— ¿Donde está Jackson?
— Con el director, hablando con tu papá.— respondió con sencillez.
— ¿Qué? ¿Porqué?
— Tal vez porque vive frente a la casa de los Lahey.— contestó con obviedad.
Stiles se giro hacia su mejor amigo con el celó fruncido.
— Tenemos que ir a la oficina del director.— habló monótonamente el pálido.
— ¿Cómo?— pregunto el morocho.
—Todos pasen a la página 73.— la voz del profesor Harris resonó por todo el pasillo.— ¿Quién diablos hizo eso?— preguntó después de sentir una bola de papel lo golpeaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Scott salió de la escuela lo más rápido que pudo, Stiles se hizo cargo del castigo, aceptó a regañadientes, no se sentía como sin saber si Scott estaría bien, o cierta rubia soportaría su primera luna llena.
La patrulla que llevaba a los mellizos avanzaba a una distancia considerable. Lo único que le quedaba hacer a Scott era llamar a Derek.
— Entra.— habló Derek al haberse detenido frente a Scott.
— ¿Es enserio? Tu hiciste eso. Es tu culpa. — protestó el beta.
— Lo se. Ahora sube al auto y ayúdame.— contestó un Derek cabizbajo.
— No, tengo una mejor idea. Llamaré a un abogado, un abogado tiene mejores posibilidades de sacarlos antes de que salga la luna!
— Deberías de escuchar al alfa, McCall. Tal vez les pase algo hoy.— contesto Argent saliendo de la escuela.
—¿Tu que sabes, niño?— pregunto Derek enfurecido.
— Se demasiado, pero no he abierto la boca, se lo prometí a Allison. Quería proteger a Scott.— miro de reojo al morocho.
Aleister se fue de ahí, con el mismo sentimiento que el hijo del sheriff. Un vacío en su pecho, y preocupación inusual por la rubia.
— No cuando revisen bien su casa.— grito Derek hacia el moreno intentando convencerlo.
—¿Qué?
— No se que le dijo Jackson a la policía, pero es peor lo qué hay en su casa. Mucho peor.— Dramatizó el alfa.
Al final el beta acepto ayudar a Hale a sacar a los mellizos de las celdas antes de que asesinen a alguien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Scott y Derek se encontraban en la casa de Los Lahey.
— Si ellos no mataron a su padre, ¿quien lo hizo?
—No lo se aun.— contesto en un tono bajo el pelinegro.
— ¿Entonces como sabes que no mienten?— Scott observaba toda la propiedad, de veían rastro de violencia y lo asustaba pensar que unos chicos adolescentes pudieron hacer esa atrocidad.
— Porque confió en mis sentidos. Y es una combinación. Y no solo en el olfato.
—¿Viste la práctica de hoy?— McCall trago en seco.
— Si.— respondió hostilmente el ojiverde.
Los dos hombre lobo de adentraron al sótano, lugar que originaba pesadillas en Isaac, y ataques de pánico e ira en Sabrina. El lugar parecía sacado de una película de terror, a Scott le daba miedo y a Derek lo enfurecí, veía a sus betas como sus hijos, sus cachorros. Saber que sufrieron eso lo hacía querer revivir a el Sr. Lahey y matarlo de nuevo.
— ¿Que es eso?— pregunto Scott.
— Un motivó
— ¿Y que necesito buscar?— volvió a hablar.
— Sigue tu intuición.— aconsejo el alfa.
— ¿Que pasó aquí?— susurró el moreno sabiendo que lo escucharía.
— Una marca.
Scott entendió, el infeliz los maltrataba, los encerraba en un jodido congelador. Había rasguños por todas partes, hojas y vidrios rotos. No se imaginaba que los mellizos hubieran sufrido eso.
Por otro lado, Stiles salió de la escuela. Ya había oscurecido. Allison le había llamado diciéndole sobre el plan de su padre y abuelo. Llevaban a un cazador disfrazado de alguacil, con una jeringa con una sustancia morada.
