CAPITÁN - Stony-

Capítulo 22

"¡Capitán, esto es tan grande! Puedo verlo todo" Peter logró dar brincos, incluso limitado por el cinturón de seguridad. "Ni siquiera estoy asustado. ¿A dónde vamos? Me alegro de que me escogieras para ayudarte. Tú y Charles hicieron un buen trabajo ayer haciendo cosas. Wow. Tengo mi propia cama." El corazón de Capitán dio un vuelco al ver la verdadera felicidad en el rostro del pequeño. "¿Adivina qué? Tampoco me hice pis. Yo probablemente me lo haré, sin embargo, ya sabes. Lo siento..." A pesar de que sus palabras sonaban con rapidez y entusiasmo, todavía estaba preocupado por meterse en problemas.

Iban a tener que trabajar en eso.

"Hey, tenemos lavadora y también secadora, ¿no? Y tenemos esa cosa de plástico debajo de las sábanas. No hay problema. Tú vienes a mí si eso sucede, y nosotros nos encargaremos de ello." Capitán se acercó y le dio a Peter unas palmaditas en la pierna y luego le tendió la mano con la palma hacia arriba. Peter la chocó, y tenían un pacto.

"Esta cosa es grande, ¿no? Tony y yo coincidimos en que tú eras la persona perfecta para este trabajo. Yo creo que a donde vamos es justo por allí". Señaló cuando vio el letrero más allá y redujo la marcha. "Aquí estamos. Espera, y voy dar la vuelta para recogerte. Si te caes desde aquí, seguro que te rompes algo."

Capitán tuvo que admitir que disfrutó del ajustado y dulce abrazo que recibió cuando bajó a Peter de su asiento y lo puso en el suelo. La bondad y el amor irradiaban del pequeño cuerpo de Peter. Una vez más, Capitán se maravilló de cómo alguien podía conmoverle.

"¿Qué es este lugar?" los ojos de Peter se ampliaron y tomó la mano de Capitán.

"Es un lugar donde tienen montones y montones de perros que nadie quiere. Pensé que tal vez podríamos elegir uno y llevarlo a casa. Darle un poco de amor. ¿Crees que podrías hacer eso?"

"¿Un perro? ¿En serio? En serio, ¿en serio?"

"No creo que jamás haya escuchado tres en serio seguidos, pero, sí, en serio. ¿Quieres ayudarme a elegirlo?" Capitán sonrió hacia abajo por la mirada de incredulidad en el rostro de Peter.

"¿Quieres que te ayude a elegir un perro?" Los ojos Peter estaban enormes, y tan hermosos, llenos de alegría y emoción. Rebotó arriba y abajo. Tiró de la mano de Capitán y comenzó a tratar de arrastrarlo hacia la puerta de la Sociedad Protectora de Animales.

"¿Quién mejor para ayudarme? Tenías que ser tú." Capitán estaba emocionado sólo observando la felicidad del pequeño.

Al poco tiempo, Peter se había enamorado de un pequeño y dulce cachorrito y cuando la señora de allí, Danna, lo soltó para que Peter lo tuviera en brazos, fue obvio que el sentimiento era mutuo.

Hubo un montón de lametazos, aullidos y contoneos, y cuando se hizo pis en la camiseta de Peter, fue un hecho. Peter miró a Capitán con una expresión sobrecogida. Era como si hubiera encontrado a su alma gemela, una con un problema como el suyo.

"Vas a tener que ayudar con su entrenamiento en casa. No puede hacerse pis por toda la casa. ¿Lo harás?" Capitán no tenía duda de que Peter sería diligente al respecto.

"Haré cualquier cosa si puedo llevármelo a casa. Él me ama, Capitán, ¿no lo ves?" La pasión en la voz de Peter era desgarradora. Peter, obviamente, no podía creer que algo le amara. A él.

Capitán podía verlo. Habló con Danna, haciendo los arreglos para llevarse al perro, y salieron. Al pasar por una de las jaulas grandes, oyeron un gemido y Peter se detuvo en seco. Capitán se detuvo para no llevarse a Peter por delante. Gran error.

Vio a Peter caminar hacia la jaula y mirar hacia los ojos tristes del perro más feo que hubiese visto nunca. Muy, muy feo en extremo. El perro estaba sentado, pero cuando Peter se acercó, se puso de pie cojeando. El perro era prácticamente piel y huesos y una de sus patas era obviamente más corta que las otras. Su pelo estaba despeinado y desigual. Un perro. Un feo y cascado perro.