1.Strawberry

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Esto es solo un borrador, todavía no sé si le haga algún cambió. Les agradezco mucho que se tomen la molestia en leer mi libro. Espero y les guste mucho. Es mi primer libro, no es perfecto pero estoy en proceso para perfeccionar algunas cosas.

Capitulo 1

­­—Isabel, párate. Te llevaré a la escuela antes de ir al trabajo.

—Madre, son las 5:30 am ¿Crees que estamos con los militares? ¿O con mi Tía Juana? Solo dame unos minutos más...—dije mientras mi voz se iba desvaneciendo cada vez más entre el sueño extremo que tenía, a lo que solo extendí mi colcha y me tape hasta la cara.

—Isabel, te dije que desvelarte viendo las películas de Barbie no era buena idea, no voy a batallar más contigo. Tienes 10 min señorita —y eso fue lo último que escuche de esa calida voz.

Para ser sinceros creí que me volvería a levantar como es costumbre, pero no, en ese momento mi única esperanza era mi alarma. Creo que ya lo veía venir después de tener tantos retardos en la escuela y en el trabajo, ella ya me lo había sentenciado y yo lo sabía.

6:45 am

Mientras entraba un pequeño rayo de luz por la ventana me destapé mi cara para ver la hora en mi despertador que estaba en la mesita de noche a lado de mi cama

—¿Qué hora es? —digo mientras pego un grito que hasta china podían escuchar al darme cuenta que en 15min entraba a la escuela

Me levanto de un impulso de mi cama lanzando maldiciones —¡Carajo! No importa Isabel tú eres más rápida de lo que piensas además dan 5 min de tolerancia, en total son 20min. ¡Claro que puedes!—mientras corría de un lado al otro desesperada, tomé mi toalla y me metí al baño, donde suelo darme mis duchas de 2 min. Soy experta en eso.

Después de bañarme, vestirme y jalar mi libreta con la mochila, cojí un pedazo de sandwich que me dejó mi mamá. Entonces emprendí mi carrera hacia la escuela.

6:58 am

—Isabel corre, es tiempo de que salga tú yo atlética —me repito una y otra vez mientras voy hacia la escuela.

Empecé a correr lo más rápido que pude, agarre mi libreta con mi brazo izquierdo pegada a mi pecho mientras me abrochaba los botones de la camisa con la mano izquierda; con la otra traté de abrocharme un zapato, logré conseguir el primer zapato

—¡YES! —solté con tanta emoción por mi gran logro.

Pero por un minuto quité la vista del camino y mierda una roca.

En ese momento un frappé, un zapato, una libreta y dos personas salieron volando. El frappé cayó encima de él al igual que mi zapato y mi libreta cayó a unos centímetros de la roca.

Mientras caía al pavimento sucio y duro, solté un grito tan enojada —¡Oh, mierdaa! ¡Estúpida roca! —al mismo tiempo mi srunchie salió volando dejando al aire mi cabello con ligeras  ondas por lo mojado y desorganizado que estaba.

—Zapato torpe ¿Por qué no me dijiste que estabas desabrochado?

¡Estúpida Isabel, 15 min es fantasear!
Es lo que pienso que me diría el zapato y la roca.

Después de mi pelea mental con mi zapato y la roca. Escucho una voz algo molesta pero hipnotizante que hizo levantar mi mirada, logró enfocarme en esa voz que proviene cerca de mi y entonces solo lo veo a él... Solo a ese chico guapo y sexy que parece de película, quien te puede hacer dudar hasta tu nombre. No puedo pensar claramente, su mirada me tiene atrapada. Esos ojos color marrón; esa tez clara con un ligero dorado bronceado que pareciera que en su vida ha tenido que sufrir de acne, ir al dermatólogo o tan si quiera preocuparse por como se levanta por las mañanas; su cabello negro como la noche que cae en ondas por su bello rostro y con esos labios carnosos color rosa que provocan ganas de besarlos; está ahí tirado en el piso viéndose tan majestuoso, tratando de levantarse.
Mientras yo, bueno, estoy tirada toda desarreglada con mi libreta que traje para anotar lo del primer día tirada a lado de una roca que provocó este genial pero incómodo momento.

—Creo que deberías enfocarte en llegar a la escuela, ya la van a cerrar —escucharlo me hace volver a la realidad.

—Cómo sabes que tengo que ir a la escuela, ¿me estás siguiendo?

—No te hagas ilusiones, solo lo sé por tu uniforme. —dice mientras se para y se sacude el frappé— Además, ¿estás segura que tú zapato es el torpe? Yo diría que eres algo estúpida, tú fuiste quién derramó mi frappé.

Es obvia su molestia, este accidente no hubiera pasado sino hubiera sido por la roca. Aunque también hubiera ayudado pararme temprano, pero más que nada fue la roca, obvio que si.

claro la roca fue la que se levanto tarde

—Discul...

—Me he topado con mucha gente torpe pero sinceramente creo que eres otro nivel —Me interrumpe sin siquiera dejarme terminar mi oración.

Grosero.

—¿No te han dicho que es de mala educación interrumpir a los demás? Yo seré torpe y tú mal educado. —le lanzo una mirada dura.

—¿Y a ti no te han dicho que debes salir ya lista de tu casa?

—¿Ah? —pregunto confundida.

Con esta escena se me había olvidado lo del zapato y que además de eso mi camisa tenía unos botones desabotonados porque según yo me daría tiempo.

—Si, lista, arreglada, vestida. Cómo logres entender en esa cabecita —señala con su dedo el desorden de cabello, ropa y zapatos que yo soy.

—Si entiendo, no tienes que ser tan grosero. A demás me interumpiste, estaba a punto de pedir disculpas.

—Creí que nunca me pedirias disculpa —me dice en un tono tan fastidioso que solo consigue irritarme.

—No eran para ti —suelto en un tono fastidiada.

—Ah, ¿si? Entonces ¿a quién? —dice tan fastidioso.

¿Ahora a quién le doy las disculpas? Me cuestionó. Sin embargo lo que sale de mi boca es:

—A la roca, obviamente. Pero como no me dejaste terminar ya no supiste. Disculpa roca, no me fijé.

Claro Isabel tiene mucho sentido. Pero sin embargo las disculpas que le daría a ese sexy chavo ya no se las daría, porque ¡Dios habla tan arrogante! que me hace enojar y en vez de pedirle disculpas solo me hace querer pegarle un puño en la cara.

—Ya entendí —dice de una manera engreída- solo querías tropezarte conmigo para poderme tener cerca. —ensancha una sonrisa arrogante.

—¡¡Woah!! ¿Quién te mintió tanto para tener el ego tan grande? —dejo sacar un gran suspiro —Disculpa por no haber visto la roca, no es como si mi plan el día de hoy era derramarte tu estúpido frappé y que toda mi mañana estuviera planificada en ti. Un completo extraño sex...-digo sarcásticamente mientras arrastro mis dientes al darme cuenta de lo que dije.

Por dios Isabel le dijiste Sexy!!!!

—¿Con qué sexy?, pequeña extrañ...

No lo pienso y recogo mi libreta y empiezo a caminar hacia mi escuela dejándolo hablando solo.

—¿A dónde vas? Dejar hablando solo a las personas también es de mala educación.

—No tengo tiempo para cosas sin importancia, además tú dijiste que ya casi cerraban la escuela. —le digo mientras me alejó cada vez más sacándole el dedo amistoso con un ligero tropiezo que hace que empiece a correr.

Y por último solo escucho a lo lejos —strawberry, me debes un frappe de strawberry—su voz se empieza a desvanecer.

Vaya momento para iniciar este día...

Incontrolable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora