00- Prologó

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Por alguna razón varias mujeres de Konoha, fallecieron por causas desconocidas y las que no, ya no pueden tener hijos

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Por alguna razón varias mujeres de Konoha, fallecieron por causas desconocidas y las que no, ya no pueden tener hijos.

Naruto, quien quedó devastado por la muerte de Hinata, lleva su trabajo a la casa, para estar con sus hijos, quienes pasaban más tiempo con la mujer.

Cada mañana se levantaba les dejaba el desayuno e iba a trabajar, cuando los veía pasar, apagaba la computadora e iba a desayunar con ellos, luego les preguntaba que querían hacer, si no tenía respuestas les daba su espacio y los arropaba nuevamente en la cama. Mientras levantaba la mesa y volvía a trabajar.

Todos los días eran así en la casa Uzumaki, pero no en el resto de las casas.

Por ejemplo, la casa Uchiha, la menor se quedaba encerrada en la habitación y no salía, no comía y nada, esto preocupaba al mayor, pero era entendible, ella pasó la mayor parte de su vida con Sakura.

Shikamaru, por su parte dormía más tiempo, no prestándole tanta atención a su hijo, el cual todo el tiempo comía galletitas. Porque la que cocinaba allí era Temari.

Sai e Inojin, comían en silenció y después cada uno por su lado, algo triste ya que el silencio era mucho, no tenían la luz que irradiaba Ino.

Naruto después de unos dos meses reabrió todo nuevamente, haciendo que los niños vallan a misiones en el caso de Boruto e Kawaki o a la escuela ninja en el caso de Himawari.

Pero al acompañar a los mayores a su punto de reunión vió a Sarada, quién estaba demasiado flaca.

Naruto— Sarada ven conmigo, hoy tu no irás a misión, vendrás conmigo a una misión personal— la menor asiente, sus hijos, Mitsuki e Konohomaru, se retiran del lugar para ir su misión—

Sarada— Cual es la misión personal que tengo séptimo?— pregunta la menor antes de caerse—

Naruto— el agarra a la Uchiha y la lleva a un banco donde la sienta— Sarada, ¿vienes comiendo bien?— la menor se pone nerviosa—

Sarada— N-no— dice avergonzada, para luego llorar— Séptimo extraño a mí madre— dice entre lágrimas— y no quiero estar con Sasuke—

Naruto— quien estaba algo triste por lo que le dijo la menor— Yo también las extrañó pero tengo que ser fuerte por Kawaki, Boruto y Himawari— sonríe mientras le acaricia el pelo— Si quieres puedes quedarte en casa, hasta que te sientas mejor, yo le diré al teme— a la niña le brillan los ojitos—

Sarada— ¡Si por favor!— abraza al hogake.

El mayor y la niña se van a la casa del mayor, quién le prepara un desayuno y se sienta con ella, preguntándole, si le gusta o no, además si quiere que vaya a buscar algo a la casa de la misma. Ella niega, el lleva al cuarto de invitados en el piso de arriba, arma la cama les pone unos cuantos peluches que guarda Himawari, y la arropa, asiendo que la niña caiga en brazos de morfeo.

•𝙽𝚒𝚗̃𝚘𝚜•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora