La segunda oportunidad

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Todos en la estancia quedaron en silencio, incluyendo al conde de Wimilton el cual estaba maquinando en su mente cómo salir de aquella situación. Su amigo miraba fijamente al sujeto con su mano derecha escondida en la espalda. Christopher sabía que Evan cargaba también una pistola para casos de este tipo. No podía dejar que su amigo actuara cuando la vida de su esposa estaba en peligro. Si aquel sujeto se daba cuenta de que Evan le dispararía, de seguro él no dudaría en apretar el gatillo. Su corazón estaba latiendo a mil por hora sin llegar a ninguna salida. Era gracioso como toda su vida iba a terminar de esta forma. Siempre se había alejado de los problemas y las peleas entre caballeros para que no lo inmiscuyeran en ningún embrollo. Miró a Mary a los ojos y le regaló la mejor de sus sonrisas. No podía darle a entender que tanto como ella, él también tenía miedo de que no pudiera quedarse a protegerla. Ella lo miró con confusión y le devolvió la sonrisa con vacilación.

¿Acaso no me oyes? ¡Te dije que la soltaras ahora mismo! repitió el sujeto exasperado.

No la voy a soltar. Si la quieres a ella vas a tener que matarme a mi primero respondió Christopher cerrando los ojos.

No!!! gritó Mary con desesperación Déjame irme con él! Vamos a tener la oportunidad de poder estar juntos de nuevo. No quiero que te suceda nada Chris. Si te mueres no sabría cómo vivir sin ti agregó con lágrimas brotando de los ojos.

Christopher alzó su mano y limpió las mejillas de ella con dulzura No te preocupes por mí, mi pequeña guerrera. Yo siempre te cuidaré inclusive desde el cielo. respondió Christopher con los ojos aguados. Mary lo miró sorprendida No digas eso, tu no vas a ir a ningún lugar

¡Siento interrumpir a los dos enamorados, pero no tengo tiempo para sus estupideces! gritó el hombre enojado.

¿Por qué no arreglamos esta situación como personas civilizadas? comentó Evan al sujeto.

No me interesa hacer tratos con ustedes. Tengo un trabajo que hacer y lo cumpliré contestó el hombre.

Todos se miraron a los ojos con la pregunta de qué iba a suceder. El hombre cargó la pistola y cuando iba a apretar el gatillo, le asestaron un golpe en la nuca y cayó al suelo inconsciente. Un policía apareció y atrapó al tabernero llevándoselo consigo. Christopher se giró para descubrir quien había sido y se sorprendió al ver a John White sonriendo.

¿No le pedí que me avisara si encontraba algo milord? preguntó sonriendo.

Christopher dejó escapar el aire que estaba inconscientemente aguantando No sabe el placer que me da volver a verlo señor White. Gracias por venir a rescatarnos respondió con alivio.

Mary se escondió más dentro del regazo de su esposo y le miró a los ojos Necesitamos volver por mi doncella. Aquellos canallas la maltrataron y todavía sigue en peligro.

John se adelantó en responder No se preocupe por ella, duquesa. Nosotros la tenemos en nuestro poder ahora. Vino buscando ayuda a la estación. Logró escapar y nos contó que ellos no le hicieron nada, solamente la mantuvieron atada en una esquina

Mary suspiró de alivio. No podría vivir si algo le llegaba a pasar a su doncella por su culpa. Evan se acercó a la espalda desnuda de Mary y lo observó de cerca ¿Cómo fue que te hiciste estas heridas?

Mary se tensó de la cabeza a los pies. Le daba vergüenza explicar la razón de las heridas. Escondió el rostro en el pecho de Christopher y respondió en voz baja El vizconde de Wilmond me azotó anoche unas cuantas veces

¿El qué?! Christopher abrió los ojos de par en par sin poder creer lo que estaba oyendo. Voy a matar a ese condenado!!! gritó con rabia.

John se acercó a Christopher y le depositó una mano en el hombro Usted déjenos esa parte a nosotros milord. La justicia se hará cargo a partir de ahora. ¿Me podría permitir un momento para tomar su declaración milady? Tiempo que pase, tiempo que ese señor puede utilizar para desaparecer

IrremediablementeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora