❝𝘐 𝘭𝘰𝘴𝘦 𝘮𝘺 𝘩𝘦𝘢𝘳𝘵 𝘰𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘤𝘢𝘳𝘰𝘶𝘴𝘦𝘭❞

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«Desde aquel momento el sueño se convirtió en una pesadilla. Al despertarme, los detalles se habían borrado de mi memoria, quedaron solamente unas imágenes difusas, con poco sentido, pero todas eran imágenes monstruosas: tortura, gritos, miedo, muerte...en una palabra: el horror.»

Lejano a la ciudad Towa, dónde escombros, desastres, y sangre, es lo único que puede encontrarse al rededor, la oscuridad reina eternamente cuando el sol junto con sus cenizas caen. En uno de los muchos lugares, se podía encontrar otra pequeña ciudad dónde lugares abandonados y desastres por la cual no se distinguía más que oscuridad. Pero al acostumbrarse la pupila entre la nebulosidad se visualiza perfectamente atracciones, lugares, o antiguos locales de cosas interesantes.

En estas calles— en su momento— había un par de personas, si es que así podían llamarse, dos personas que son un peligro potencial. Un par de hombres, un par de almas, un par de amantes. ¿Eso les recobrara un poco su humanidad? Quizás.

Mientras, el chico con cadena intentaba mantener el equilibrio de sus pies en ese barandal de metal grueso que se expandía lejanamente; del lado izquierdo había un camino donde iba tranquilamente su acompañante, y de su lado derecho un pequeño lago dónde no había más que una considerable profundidad.

Con ambos brazos extendidos a sus costado y su mirada clavada hacia abajo, con cuidado de que no diera un mal paso.

Los orbes rubís se trasladan al contrario por unos cortos pero intensos segundos como para notarlo y sentir un escalofrío por eso, y con la única intención de asegurarse que esté bien.

Y ahí estaba otra vez, su corazón bombeando más fuerte de lo que comúnmente en realidad le gustaría ¿Qué tan entrañable era esa relación?

No hay necesidad de que palabras salgan de sus labios, sus corazones lo sabían todo de pies a cabeza de ese rompecorazones casi indescifrable.

Era común que salieran de vez en cuando en una exploración, a manera de que lo último que les quedaba de raciocinio no se fuera con el fuerte viento casi tóxico.

Un simple tambaleo es lo suficiente para perder completamente el equilibrio y con una sola mano disponible no era suficiente para aferrarse a los tubos del barandal. Podía imaginarse algunos malos escenarios pero afortunadamente Kamakura se había deshecho de todos solo con un movimiento que lo salvó de caer a el lago helado y posiblemente sucio.

Sus brazos lo rodean y envuelve en un suave apretón que le devuelve a su realidad y ser consciente de la situación en la que se encontraba. Lo cargaba de manera nupcial mientras seguía su camino con sus ojos puestas en el camino, sin voltear a verlo.

—Ah...lo siento— sus palabras son tan suaves que parecen un susurro, sin darse cuenta hasta que había terminado de pronunciarlas. El azabache niega lentamente con su cabeza y solo en ese entonces, lo ve a sus ojos. Inyectados de sangre como los de monstruo. Aunque él más que nadie sabía que no lo era, o a menos en una situación de peligro que lo amerite.

Es tentadora la idea de acurrucarse más en sus brazos fuertes, pero cuando este detiene sus pasos, se siente obligado a ver hacia un lado, donde estaba el camino y conocer la razón por la que se detuvo; pero lo que imaginaba que era no se compraba con lo que estaba viendo.

El albino casi inmediatamente entra en un trance que lo perturba por unos segundos por la ola de recuerdos que lo había bombardeado de golpe; pero se compone segundos después...

Se aleja lentamente de los brazos que lo sostenían, y sus pies tambaleándose se dirigen hacia el enorme lugar que abría sus puertas en un cuadrado grande. Se asombra y vuelve a recordar que tiene a un acompañante que lo está viendo con atención, así que lo toma de la mano y lo adentra suavemente al lugar que tanto le había dejado plasmado.

❝CAROUSEL❞ ⎢ ᵏᵃᵐᵘᵏᵒᵐᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora