Capítulo 9

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\\Una semana después//

—¿Me estás diciendo que soy bruja y que tú y el grupito de los Darks son lobos?—Interrogó la castaña por décima tercera vez a la rubia que la miraba fastidiada.

Camila le había dado un susto de muerte a todos, a excepción de la vieja hechicera, su cuerpo había estado tan agotado al igual que su mente que había estado reposando una semana completa, hasta esa mañana, ella seguía completamente dormida pero en un subidón de energía había despertado, había abierto los ojos pero estos eran completamente blancos, de la puntas de sus dedos habían salido pequeños resplandores de luz y su estómago se había elevado, eso justamente cuando estaba en hora de visita, exactamente en el turno visita de Dinah, Sofía, Normani, Ally y Lauren.

Todas habían pegado un grito ante la impactante escena, Lauren había querido acercarse pero la almohada que usaba Camila había salido volando hacia su cara de una manera muy violenta, Normani había ido ayudar a la oji-verde pero la luz que salía de los dedos de la morena se extendieron y cuando la tocaron la hicieron estrellarse contra la pared, Dinah al ver todo se desmayó mientras que Sofía había sido astuta y había gateado hacia debajo de la mesa, al contrario de Ally que simplemente de hincó en el suelo y empezó a rezar lo más rápido que pudo.

Varios habían entrado y habían presenciado la escena asustados, la señora Milika había quedado paralizada en la puerta junto a su hija Regina, la cual se traumó con la escena pero rápidamente lo olvido al ver a su hermana mayor en el suelo y se echo a reír diciendo que de burlaría de ella toda la vida. Mientras eso sucedía, la vieja hechicera paso aburrida a la habitación y con un solo un solo aplauso y un murmuro que nadie escuchó, detuvo a la castaña que bajo lentamente el torso y la luz fue disminuyendo.

—¡Sí, maldita sea!, somos jodidos licántropos, de esos que habías estado leyendo—Interrumpió exasperada.

Camila se quedó sería por unos segundos analizando todo nuevamente, es que ¡Simplemente no le hacía lógica!.

—¡¿Por qué crees que salían luces de todo tu cuerpo, destrozaste el cuarto y la luz la vieron al menos todas las personas de este jodido pueblo?!—Interrogó la morocha viendo el rostro de que no le creía nada.

—¿No será que sigo desmayada?—Preguntó ignorando lo que le había dicho mientras se pellizcaba la piel.

—¡No, carajo!, ¡Siento esto pero esto no es un sueño!.

—¿Cómo sa...

El sonido de la mano de Dinah estrellándose contra la mejilla de la castaña resonó por todo el cuarto, Sofía que estaba presenciado divertida la escena abrió la boca impactada antes de soltar una profunda carcajada. Camila sintió un enorme ardor en su mejilla y en ese momento supo que no era un sueño...

Y que también dejaría marca.

—Auch—Se quejó en voz baja la morena llevando su mano a su mejilla antes de fulminar con la mirada a la rubia, que no tenía nada de arrepentimiento—Transfórmate en lobo—Ordenó seria aún con su mano en la mejilla.

—¿Qué?, obvio no, me usarás de caballo—Argumentó la morocha cruzándose de brazos.

—¡Tengo derecho a pedirlo!, jamás me lo dijiste y nos conocemos de toda la bendita vida y hasta ahora ¡que tenemos jodidos 20 años me lo dices!—Exclamó indignada sin negar el hecho de que la usaría como caballo.

La polinesia trato de debatir pero nada salía de su boca más que simple murmullos, soltó un suspiro de resignación e irguió los hombros orgullosa antes darse la vuelta y caminar moviendo las caderas con liderazgo y orgullo.

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