《one-shot》

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Aclaraciones: Lataman x Yolo

Aclaraciones: Lataman x Yolo

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Narrador omnisciente

Eran las 3 de la mañana. Nadie se encontraba en las calles de la cuidad, nadie a excepción de dos jóvenes de aspecto punk.

Estaban sentados en el techo de una pequeña casa a la que apodaban como "La guarida". Ambos tenían una cerveza en sus manos, de vez en cuando tomaban un trago.

Ninguno decía nada, disfrutaban del tranquilo momento y de la compañía del otro.

Hace poco habían tenido una pelea con el grupo de "Los cacas" por haber rayado en su "zona". Aunque fueron los vencedores de la pelea, trataban de no moverse mucho porque aún estaban un poco adoloridos.

El de cabellos verdes sentía la suave brisa pasar entre su pelo, era reconfortante y servía para calmar un poco su enojo.

Le fastidiaba que su amigo siempre estuviera dispuesto a una pelea, aún si habían tenido varias en el día y su estado no estuviera en condiciones de seguir recibiendo golpes. Se preocupaba por él y le hizo saber de su descontento en repetidas ocasiones, pero el contrario se negaba a escuchar.

Si no fuera porque él trataba de cuidarlo lo mejor que podía, el joven de cabellos oscuros habría tenido un trágico final en alguno de sus encuentros con otros grupos.

Pero a pesar de todo esto, lo amaba. Siempre lo había amado desde su niñez sin que lo supiera, solo que ahora podía entender sus sentimientos hacia su mejor amigo.

Y no había nada que lo fastidiara más que no poder decírselo por miedo a ser rechazado o arruinar su amistad. Cada día que pasaba, sentía que estar en su compañía era lo que más disfrutaba y odiaba al mismo tiempo.

Amaba cada segundo que pasaba con él y odiaba ser solo su amigo, como si fuera una tortura, la peor de todas a su parecer.

Se sentía un cobarde por dentro.

[...]

El de mayor estatura había notado la mirada perdida del contrario y procedió a golpear su hombro levemente para sacarlo del trance.

- ¿te la vas a terminar? - dijo refiriéndose a la cerveza entre su manos mientras lo miraba serenamente.

Por su parte, el de camisa se derretía internamente por las acciones del que se encontraba a su lado, saliendo de sus pensamientos.

No dijo nada, atinó a terminar el resto de su chela de un solo trago y dejarla a un costado.

- tienes que dejar de hacer eso...- respondió mientras le dedicaba una mirada preocupada al otro.

El contrario le devolvió mirada, extrañado de su comentario, pero podía percibir que se trataba de algo serio.

Supo a lo que se refería cuando notó como su amigo señalaba los moretones y la sangre seca en su rostro. No sabía que responder, asique se dispuso a escuchar lo que diría a continuación.

- si sigues así, algún día vas a terminar mal - dijo con un poco de enojo en su voz -... y yo no voy a poder ayudarte - musitó eso último lo suficientemente alto para que el otro lo escuchara.

El de cabellos verdes comenzó a temblar y apartó su mirada para que no lo viera. - tengo miedo de que algún día tú...-Le aterraba la idea de perder a su amado y no poder hacer nada. Sin haberse confesado antes.

El de ojos azabache escuchaba atentamente a su amigo, entendía su miedo y sentía culpa de que tuviera esos pensamientos gracias a él.

Se acercó, dejando la botella a un lado, tomó por los hombros al contrario llamando su atención.

Cuando este volteo a verlo, procedió a acunar tiernamente su mejilla con una de sus manos, con su pulgar secó las pequeñas lágrimas que caían de sus ojos marrones y le sonrió de forma comprensiva.

Solo él podía hacerlo débil y sacar su lado más sensible. Realmente odiaba verlo así desde que eran niños.

Podía sentir su temblor bajo su tacto y como sus mejillas se calentaban al mismo tiempo que tomaban un color carmesí. Una imagen muy tierna a su parecer.

Ahora que el de menor altura tenía la atención de su amigo, sabía que lo iba a escuchar, tenía que hacerlo - no te quiero perder, no sé que sería de mí si tú no estás conmigo... pero hay algo que si sé - dijo esto acercándose al de tez pálida, tomando su rostro delicadamente con sus manos - te quiero a tí en mi futuro -

Los roles estaban invertidos, ahora el de ropas oscuras era quien se enrojecía al mismo tiempo que se sorprendía.

Entendía lo que su mejor amigo quería decir, no estaba molesto o asqueado, sino todo lo contrario a eso, estaba conmovido.

Besó suavemente sus labios, como si se fuera a romper con su toque y con una cálida sonrisa dijo - también te quiero en mi futuro y así será -

Besó suavemente sus labios, como si se fuera a romper con su toque y con una cálida sonrisa dijo - también te quiero en mi futuro y así será -

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