-- Di que lo recordaras --Estuvieron bailando toda la noche. Sudor y alcohol sobre sus pantalones azules y camisa blanca. Extremidades y pasos flojos, encajando mejor que su suéter favorito. Ojos ardiendo por las luces del bar, aire fresco quemando en sus pulmones hasta la muerte. Una especie de música punk rock y hip hop acompañando los gritos y chillidos del lugar.
-- Dilo...--
Caminaron en la madrugada hasta el departamento de Harry, calles oscuras y autos andando. Manos una sobre la otra, dedos enredados. Envueltos en el murmullo que brotaba de los postes del alumbrado. Demasiado borrachos como para saber cuál es su pie izquierdo.
-- Prométeme que recordaras que eres mío --
Murmura sobre los labios de Louis. Delgados y brillantes, pintados de rosado. Un suspiro sale de entre ellos, casi parece una invitación. Irresistibles y descarados como la muerte. Harry quiere besarlo tanto que está agonizando.
-- Solo tienes que recordar --
Entonces se besan, desesperado y necesitado. Bocas abiertas, dientes chocando, saliva con sabor a brandy barato. Sintiendo como su lengua disfruta de su piel, como sus labios firman cada centímetro de Louis como suyo y viceversa. Tan enfermos el uno del otro, excitación extendiéndose como el cáncer sobre sus cuerpos mientras se recuestan sobre la cama.
Despiertan desnudos, empalmados uno sobre otro, brazos y piernas enredados junto a las sabanas sucias, respiraciones templadas, cuerpos pegajosos. Se miran a los ojos, como aves suspendidas para siempre en el mismo aire, como dos heridas que se hieren a sí mismas.
Y Harry lo sabe, el amor es malo, y el amor duele. Pero él todavía recuerda ese día. Se conocieron en diciembre, nieve blanca y brillantes luces de colores, sonrisas y risas coquetas, roces de dedos tímidos. James Dean en la television, juventud perdida y la tumultuosidad de crecer con villancicos de fondo.
-- Tengo que irme para empezar de nuevo --
Susurra Louis, casi parece que no quiere que Harry lo escuche, casi parece que no quiere decirlo, pero lo hace. Y no sirve el por favor, ni el quédate aquí o el no necesitamos el dinero.
-- Podemos hacer que todo funcione --
Harry suplica una vez más, es lo único que parece estar haciendo últimamente, estar de rodillas por Louis. Y ya han hablado sobre esto, sin embargo, nunca de acuerdo. Louis se tiene que ir, ya no puede seguir arriesgando a Harry, lo dice una y otra vez, "Estoy atrapado en el juego". Harry está al tanto, sabe que Louis tiene cosas que hacer, deudas que pagar, casinos que burlar, tiene que ocultarse.
-- Salgo todas las noches --
-- No importa lo que hagas estaré a tu lado --
Se lo ha dicho antes, él esperaría un millón de años por Louis. Se sentaría en la puerta paciente, esperando; toda la noche, todo el día, toda la vida. Pero Louis no lo mira. Se levanta de la cama, lento y cuidadoso, como si temiera lastimar o molestar a Harry, pero él ya lo hace. Él no lo mira.
-- Volveré el lunes --
Harry se sienta en la cama, con las sabanas enrolladas debajo de su cintura. Y algo arde en su pecho, subiendo por su garganta, quemando su lengua, palabras no dichas estancadas detrás de sus dientes, incendiándose. Porque Louis se ira; tiene que volver a su vida de nuevo, su vida de apuestas y juegos, su vida de estafas, su vida de escondites y deudas. Su vida sin Harry.
-- ¿Mañana? --
La pregunta se escapa de su boca, entrecortada y pequeña. Parece que es la única palabra que puede pronunciar antes de que su voz se quiebre completamente. Y traga, pero se estanca en su garganta sin salida. No necesita un respuesta, él ya la conoce.

ESTÁS LEYENDO
𝐻𝑖𝑝𝑝𝑜𝑑𝑟𝑜𝑚𝑒 𝐶𝑎𝑠𝑖𝑛𝑜
FanfictionLouis es un estafador de casinos y Harry es el chico universitario del que se enamora, pero se tiene que ir a pagar su deuda. Inspirada en blue jeans de Lana del Rey.