𝐒𝐎𝐔𝐓𝐇 𝐏𝐀𝐑𝐊 ━━ 𝘖𝘕𝘌 𝘚𝘏𝘖𝘛𝘚

━━ ᴇʀɪᴄ ᴄᴀʀᴛᴍᴀɴ.

⟩ Eric Cartman x Reader

Cada amistad es única y diferente ¿no?, bueno esta es un claro ejemplo de esto una amistad un tanto extraña.

El de cabellos (c/p) caminaba tranquilamente junto al castaño gordito, mientras se turnaban una bolsa de papas, de la cual el castaño llevaba la ventaja al comer más, le restabas importancia la verdad no te importaba que acabase terminando con la bolsa, no había problema alguno tenías más bolsas en la mochila para compartir con el de gorro azul, sonreías al verlo tan concentrado comiendo y de repente le dio por hablar para hacer el camino a su casa para pasar el rato más llevadero.

Arqueo una ceja observándolo de pies a cabeza por unos instantes.

––– Sigo sin saber si eres una perra Gótica o un marica Gótico –––soltó mientras seguía comiendo mirando de reojo al de ropa oscura.

Analizando sus facciones que no parecían decirle nada, mirando su cabello un poco más largo pero no lo suficiente para decir que es una chica y su voz sólo lograba confundirlo más podía hacerse pasar por cualquiera de los géneros, sus acciones no ayudaban mucho era tan ordenado como una chica y tan brusco como un chico.

Lo miraste un poco sorprendido con la pregunta, nadie la había hecho nunca antes, así que fue repentino.

––– ¿Y eso importa? ––– hablaste mirando hacia el cielo, perdido en sus colores degradados.

––– Supongo qué si... no quiero que te hagas el ofendido por la forma en que te hable. –––hablo con algo de preocupación que quería ocultar, a pesar de todo si le importabas, día tras día soportabas su carácter de mierda y comentarios racistas, recientemente había notado que llevaba un buen tiempo tratándote como un chico pero nunca aclaro el género que tenías y tú tampoco te molestaste en hacerlo, daba igual.

––– Mmm –––murmuraste pensando con una pequeña sonrisa.

––– ¿A caso crees que me he ofendido por cómo me hablas? –––soltaste divertido conteniendo unas risas.

––– Si fuera así, ¿no crees que me hubiera ido hace tiempo? –––cuestionaste al castaño con una ceja alzada. ––– Me importa poco cómo te dirijas a mi, después de todo somos amigos & no creo que verdaderamente hayas querido herirme. –––respondes con simpleza.

––– Carajo... ––– maldijo Eric––– tienes razón. –––admitió botando la envoltura de la comida al suelo la cual tu levantaste y la tiraste en un cesto.

–––  ¿Quieres más? –––preguntaste.

––– Me ofendes cuando es obvio que si.

––– ¡Entonces alcanzame! ––– gritaste mientras empezabas a correr, riendo al ver al castaño sorprenderse e intentar seguir el paso, cosa que no llevaba muy bien.

Ya se había quedado unos cuantos metros atrás de ti, a paso rápido al menos para el.

––– Eh... ¡Carajo ______, no corras! –––decía Cartman con cansancio y molestia reflejado en sus palabras.

Ya llevabas una ventaja considerable, estabas más cerca de su casa, al ver la casa detuviste el paso enfrente de la puerta, estiraste el brazo y tocaste, mientras te dabas la vuelta mirando a Eric quien estaba a unos pasos atrás intentando recuperar el aliento.

La puerta fue abierta por la mujer de largos cabellos castaños.

––– Oh, cariño llegaron. –––hablo la mujer con dulzura. –– Pasen, pasen –––se hizo a un lado de la puerta para que entrarán, manteniendo una dulce sonrisa en sus labios.

––– Gracias señora Liane –––sonreíste a la mujer a lo que correspondió el gesto.

–––  ______ cariño ¿No quieres galletas?

No te dio tiempo de contestar por que el castaño tomó la bandeja y te empujo hasta su cuarto.

––– ¡Un placer señora! –––gritaste a lo lejos de la sala.

Mientras tanto en la habitación del fuertecito, había prendido la consola para empezar a jugar, divertido para ti por que le estabas pateando el culo, pasaron toda la tarde así. Hasta que casi oscureció ya debías de volver a casa, para no recibir un regaño por la hora.

Te levantaste y dejaste el control en el suelo, pateaste el costado del chico.

–– Ya me voy. –––hablaste tomando el pomo de la puerta.

––– ¡Adiós marica! –––gritó lo suficientemente fuerte para que lo escucharas a través de la pared.
Suspiraste divertido rodando los ojos.

––– Adiós Eric.

Cuando el chico gordito escucho el sonido de la puerta cerrándose, indicando que ya te habías ido, soltó un sonoro suspiro seguido de algunas maldiciones, dejabas un lío en su cabeza, mucho para procesar.

––– Carajo...seas lo que seas por ti me haría... Gay ––– hablo el castaño recargado en la parte trasera de su cama, sólo lo dijo sin saber por que. Pero claro que lo sabía, sólo no lo quería admitir.

––– ¡Por Hitler! –––exclamo molesto.

«Que marica se oyo eso» pensó intentando acomodar sus pensamientos.

––– El es el marica, no yo. ––– murmuró por lo bajo intentando convencerse y cuando estuvo satisfecho una sonrisa se manifestó en su rostro redondo.

¿Acaso podía mentirse a sí mismo sobre lo que sentía ?

«Al menos no es un hippie de mierda» pensó por último el gordito.

Por que Eric Cartman no se casaría con un Hippie.