•Ghost of you• [Spideypool]

◟𓏲࣪OO5

Un día, Peter recibió una nota anónima, escondida en el bolso que llevaba a clases de baile.

<<No soy de hacer esto, no te lo tomes mal.

Quería decirte que bailas hermoso.

Lástima que sea un solo triste, sería más hermoso si te viera sonreír.

También es hermosa.

Te admiro muchísimo.>>

Sus mejillas se tiñeron de rojo y sus ojos se abrieron ampliamente, y lo primero que se preguntó fue quién era aquel misterioso.

— Gwen Stacy— dijo Wade, apareciendo a su lado de la nada y haciendo que pegara un salto—. Rubia, cabello largo, ojos encantadores— Wade asintió, relamiendo sus labios—. Yo que tú le hago caso.

Peter tenía el rostro muy caliente ahora, había visto a esa chica que siempre llevaba su cabello largo y medio ondulado acompañado de una diadema negra, tenía un cuerpo que envidiaría cualquiera y una sonrisa encantadora, iba en el turno anterior a su clase y sólo habían cruzado un saludo amable mientras ella se marchaba y Peter entraba al estudio.

— Wade... Ya te dije que no iba a salir con mujeres de nuevo— el castaño negó.

— Peter, eres un asco para los hombres— dijo Wade sin un gramo de sutileza.

— Soy un asco para el amor en general— corrigió el menor.

— A ver, Peter, te gustan los hombres y las mujeres, ¿Qué problema hay? Ve y ámalos, hay muchos hombres que también aman a hombres y mujeres, ¿Estás en una fase de negación o algo?

Peter suspiró con cansancio y rodó los ojos.

— La única persona que ame en mi vida es y serás tú— dijo, mirándolo, los ojos de Wade se abrieron un poco de más y un ligero rubor apareció en sus mejillas—. Temo que cualquier otro me haga acordar de ti, pero es peor que eso porque cualquier otra persona me hace pensar en ti, Wade.

Caminó de forma silenciosa hacia él, Wade no se apartó, lo miró sin decir nada.

— Porque ni hay ni habrá nadie después de ti, y porque aún te amo y a pesar de todo no quieres volver conmigo y nunca volverás, pero, por algo sigues aquí, ¿No?

— Peter, no-

— Me amas también— afirmó el menor.

Wade río con algo de vergüenza.

— Claro que te amo, Peter, ¿Quién no te amaría?

— Ya sabes de qué forma me amas, Wade — dijo el menor, para que él no le restara importancia—. Sabes que me amas como yo.

El pelicafé se mantuvo sin palabras, Peter se inclinó hacia él para unir sus labios en un beso suave, Wade cerró sus ojos y disfrutó del contacto, no hubo mucho movimiento ni muchos gestos por parte de ninguno, fue solo una unión de varios segundos, sin nada más.

Peter lo empezó y lo terminó, se separó para mirarlo con cierta pena.

— La próxima clase, vendré antes para ver a esta tal Gwen Stacy.

Y eso fue lo que más le dolió a Wade, a ambos en realidad, pero fue uno de los momentos claves que lo hacían sentir que, en verdad, no tenía nada que hacer allí.