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"Agachas la cabeza con un suspiro largo,
¿Qué es lo que te ocurre?
Tratas de sonreír y parece que tienes mucho que decir
Regresaste luego de un día excepcionalmente largo ,
¿Qué puedo hacer por ti.?"
Home | Super Junior KRY

Hyukjae se encontraba en la salida de la escuela. Esperaba al niño que cuidaba por las tardes. Eran las 14:00 horas, cuando el portón de la escuela se abrio, dando paso a niños en busca de sus padres después de una larga jornada escolar.

Un niño de cabellera castaña destacaba entre todo el bullicio. Se encontraba con la mirada perdida. Era Donghae el pequeño que cuidaba.

- Donghae...-
El menor alzó la vista, para encontrarse con el rostro de su niñero. Y solo bastó un par de segundos para que el castaño se abalanzará a sus brazos.

- Hyukkie~ quiero ir a casa-
Hablo en un susurró el menor, el mayor asintió y emprendieron el camino a casa.

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Al llegar, Hyuk abrió la puerta dejando que entrara Hae primero. El menor entro con la cabeza agachada. En todo el camino no dijo palabra alguna. Aquello le pareció extraño al mayor, ya que la mayor parte del tiempo el castaño siempre contaba lo que había hecho en si día.

- Hae... ¿Que es lo que te ocurre?-, el menor alzó la mirada y trato de sonreír sin éxito alguno. Al parecer tenía muchas cosas que contar, pero tenía una pelea mental muy fuerte.

- Sabes que puedes confiar en mí, ¿No es así.?-.
El pequeño asintió lentamente. Después de unos cuantos segundos un suspiro fue lo único que se escuchó por toda la casa.

- Y-yo... quiero ser feliz... cómo ahora- dijo que un tono melancólico que hizo que el contrario sintiera su corazón oprimirse.

- ¿Qué fue lo que pasó en tu escuela?, ¿Acaso te hicieron algo?-, el castaño bajo la mirada.

- Hoy en la escuela un grupo de niños rompió mi monito de peluche... El que tú me regalaste-, pequeñas gotas saladas resbalaban lentamente por sus mejillas-. D-dijeron que un niño como yo no merecía juguetes-. El pequeño comenzó a sollozar. Hyuk lo abrazo dejando que el castaño se liberará del dolor que tenía en su pecho.

A pesar de ser un niño con una gran familia era demasiado sensible y muy inocente. Y varias personas se aprovechan de eso.

Hyuk quería al pequeño. Desde el momento en que lo conoció y su mirada color avellana choco con la suya supo que Donghae era diferente al resto de los niños.

Sus ojos color avellana reflejaban inocencia y cada acción suya reflejaba nobleza. El protegía a Hae con su vida, no quería que lo lastimaran y rompieran aquel corazón puro que tenía el menor.

- ¿Hablaste con los profesores?-, pregunto con voz dulce, en menor nego con la cabeza descansando en el hombro de su niñero.- ¿Por qué no lo hiciste Hae-Hae?

- Dijeron que si lo hacía iban a lastimarme. -
Y ahí estaba su inocencia. Verlo tan indefenso y lastimado le oprimia el corazón. El mayor quería cuidarlo todo el tiempo sin importar nada, pero no podía.

- ¿Y el monito lo tragiste contigo?-
El pequeño se mordió el labio inferior y asintió.
Tomo su mochila y de allí saco el peluche afelpado. El mono estaba desgarrado de sus extremidades dejando a la vista el relleno de este. El menor al volver a ver su peluche volvió a sollozar. El lo cuidaba mucho, al ser un regalo de su niñero lo creía especial. Amaba ese peluche y ahora estaba destrozado.

Hyuk tomo al mono -o al menos lo que quedaba de esté- y volvió a rodear a Hae en un abrazo. Sabía lo mucho que apreciaba ese peluche.

- Ey no te preocupes... No pasa nada.- sobó la espalda de del menor, sabía que eso lo tranquilizaba.

- ¿N-no estás molesto.- hablo el menor y el contrario nego con la cabeza.

- ¿Por qué debería estarlo?- sonrió el mayor.

- Porque rompieron el monito... El que tú me regalaste.- susurró Hae.

- Pero tú no lo hiciste... Además se que tú lo cuidabas mucho, no tengo porque enojarme cuando se que no fue tu culpa. - una sonrisa sincera apareció en el rostro del mayor-. Te prometo que te regalaré otro-.
Aquello iluminó el rostro del castaño.

- ¿En serio? ¿Me lo prometes?-
Hablo el pequeño sorbiendo su nariz.

- Claro que si. Ahora no llores más. Recuerda que siempre que me necesites estaré para tí.-
Desordenó un poco la cabellera del niño.

- Gracias hyukkie, ¡Eres el mejor niñero del mundo!-
Hablo un sonriente Hae besando la mejilla de su niñero.
Hyukjae sintió que sus mejillas de volvían de un color carmín. Una sonrisa se formó en su rostro al ver que hae sonreía de nuevo.

Sin duda Donghae era un niño especial. Era el niño más tierno que conocía. Sabía que no encontraría a una persona más noble como el. Y que con tan solo observar aquellos ojos color avellana su mundo se llenaba de color.


Daydream (Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora