Obnoxĭus

Capítulo 4

Solo siento mi mejilla ardiendo cuando me suelta una bofetada mi madre, la veo furiosa y salgo de aquella habitación con el corazón en la mano, bajo las escaleras corriendo, solo escucho mis agitadas respiraciones y las pisadas de alguien más, empujo la puerta frenéticamente y me paro unos momentos al cruzar la calle, en ese momento Agnes llega por atrás y me abraza,

-odio que te pelees con mamá- dice Agnes todavía sin soltarme y a punto de empezar a llorar

-lo siento mucho- dijgo tratando de controlar mi llanto

- más porque ya no la veremos- dice haciendo una pausa- solo se pelean a cada rato-

- pero sabes que mi relación con mamá no ha sido del todo buena- continúo arrodillándome para abrazarla y después de un rato agrega

-lo sé- suspirando

-hmmm tengo una buena idea- digo para cambiar de tema -que te parece si vamos a visitar a nana- continúo como una excusa para no regresar a casa, hacía mucho tiempo que no veíamos a nuestra abuela de parte de nuestro padre llamada Almerinda Whale, siempre estuvimos cerca de ella, nos consentía demasiado y desde que nuestro padre murió Anne nos prohibió verla.

-¡sí!- contesta mi hermana entusiasmada

Sin decir otra palabra caminamos por vario tiempo, tomamos un bus, mi hermana se acurruca y se duerme en todo el trayecto, tuve que cargarla unos minutos y de repente (después de todo el viaje) llegamos a la mansión de mi abuela, la herencia que mi abuelo le dejó, ya que Él fue un hombre adinerado con un excelente puesto en la élite, su nombre fué Maximilian Whatte. Después de admirar la enorme casona, tomo valor de un suspiro y golpeo la puerta, después de una eternidad alguien abre a nuestro llamado, es una mujer muy arrugada y encorvada, de momento la reconocí, Gertrudis la siempre fiel sirvienta de esa casa, al levantar la mirada dibujaron sus labios una leve sonrisa,

-¿Gertru?- digo al momento en que mi hermana corría a abrazarla

-Pasen por favor- dice abrazando a Agnes -hace mucho que no las veo -continúa al cerrar la puerta después de entrar -su abuela estará muy feliz de verlas- replica entusiasmada - y Ethan?- cuestiona

-no pudo venir -digo suspirando, como excusa al momento en que subimos las escaleras

Entramos a la habitación en la que estaba nana es muy grande con un estilo muy vintage, el piso esta alfombrado de un color carmín y hay unas 4 pinturas muy bellas, un cuadro me llama mucho la atención es un joven bastante apuesto y alto, mi abuela se percata de que observo el retrato,

-es tu padre-dice al ver en mis ojos la curiosidad

-¡abuela!- Corro a abrazarla y es con tanta velocidad que casi la tiro, pero logro mantener el equilibrio a pesar de que nana ya es grande de edad tiene una gran fuerza, el cabello algo canoso reflejando sabiduría y aún mantiene un porte con gran elegancia, no ha cambiado casi nada desde la última vez que la vimos, la única diferencia es que ahora en sus ojos se puede ver un poco de... bueno no sé si es tristeza o soledad.

Me aparto al ver su expresión de dolor en el rostro por la fuerza con la que la apretaba

-lo siento- le digo penosa

-no te preocupes ¿Dónde está la pequeña Agnes?- pregunta emocionada -¿e Ethan?-sigue

-ella se quedó con Gertru- contesto y mi abuela se quedó en espera de la respuesta por Ethan

-¿y tu hermano?-dice al ver que no contesto

-el... amm... no pudo venir- digo lo que se me viene a la mente, al no pensar en alguna otra excusa y por desgracia eso no sonó convincente y lo peor es que pongo cara de tristeza lo que me delata aún más.

-¿Qué pasa cariño te veo triste?- dice al tiempo que me levanta mi rostro, cuando yo ni siquiera me había dado cuenta de que me había agachado- sábes que puedes confiar en mi-

Me empiezan a caer lagrimas de los ojos y ella se limita a limpiarlas esperando mi respuesta.

-pues mi madre- logro decir al fin- se va a casar con Owen- termino

-bueno no le veo el problema- dice mi abuela tratando de tranquilizarme

- es que no lo conoces- le contesto, pero ya no puedo hacer nada, asi que me doy por vencida e intento disfrutar el poco tiempo que me quedo con mi abuela.

Nos pasamos un buen rato en su casa, Gertrudis nos hizo brownies de lo mas deliciosos, Agnes se la pasó jugando con Maya la perrita de Gertrudis, mientras yo platicaba con Almerinda sobre mis estudios...

-y a que piensas dedicarte?

-aún no sé... Es sólo que no tengo ni la más mínima idea de lo me enseñaran en Inglaterra.

-Heathcliff - pausa un segundo - tiene buen ambiente- termina

-no se si me adaptaré a ese ambiente....espera...yo no te dije a que escuela me íba... cómo es que lo sabes?-pregunto confundida.

Mi abuela se levanta de la silla y sale del cuarto donde nos encontramos. Cuando regresó, noté que cargaba consigo una pequeña cajita dorada. Toma asiento de nuevo y dice:

-debes saberlo, he estado observándolos a lo lejos durante todo éste tiempo, lo sé todo... O por lo menos la mayoría

Extendiendo su mano con la caja me dijo: -es un obsequio, tómalo como un regalo de cumpleaños, lo he guardado especialmente para ti y como te vas a ir... Así no te olvidaras de mi -dice con la voz temblorosa al momento en el que tomaba el obsequio,

-abuela te voy a extrañar - digo con triteza

Nos abrazamos por un buen rato, concluí que era muy posible que no la volviera a ver debido a su longevidad, asi que decido admirarla unos momentos, mi hermana no quiere irse pero ya no quiero tener problemas con mi madre, estar con mi verdadera familia me hace sentir una paz inmensa.

-nos volveremos a ver. Mi pequeña Mir.- dice acariciando mi cabeza

Solo afirmo con la cabeza y me dirijo al cuarto dónde se encuentra mi hermana.

-Agnes es hora de irnos- le digo amablemente

-Ya? Pero no quiero irme- me contesta

-yo tampoco, pero mamá nos está esperando y no le gustará que llegemos tarde.

-está bien- me dice levantándose - adiós abuela- se despide

-adios cariño- le dice estrechándola en sus brazos

También nos despedimos de Gertru, dijo que las puertas siempre estarian abiertas para nosotras y que nos extrañaría.

Salimos de la enorme casona para dirigirnos a casa,

-Agnes no le puedes decir a nadie sobre esto entiendes?

- lo sé Grace- dice sonriendo humildemente

Después de eso, fue un largo trayecto.