Veinte.

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Luego de que lloraras como una niña durante horas y de que me rogaras que no te haga daño, decidí complacerte y no asesinarte a sangre fría tal como había planeado. ¿Ves que tengo un corazón compasivo?

Te lo dije, puedo ser buena cuando me lo propongo.

Te quiero D, pero te mentí, no tengo un corazón compasivo y no me voy a apiadar de ti.

Tu loca enamorada, A.

Tu loca enamorada, A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora