Capítulo III

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Capítulo III

Nicolas se llevó a Dereck a una habitación de huéspedes. Lo colocó encima de la cama acostándolo mientras que este seguía aturdido y confundido por el reciente acontecimiento.

Dereck se tardó unos diez minutos en reaccionar, pero no de una manera positiva.

—¡¿Dónde está?! Maldición, ¿Dónde está?— Decía con la respiración pesada mientras trataba de levantarse, cosa que fue inútil ya que hacer un simple movimiento en esas condiciones le generaba un fuerte dolor punzante en la cabeza.

—Dereck, cálmate, ella está en su habitación pero eso no es importa ahora ¿Qué fue lo que acaba de suceder?— Hablaba Nicolas preocupado por el bienestar de él y de Lila.

Dereck estaba furioso de solo pensar en lo que acababa de suceder y decidió evadir la pregunta mirando hacia la pared.

<< ¿Cómo es posible que me haya tratado de rechazar? >> Pensó.

—¡Dereck, contesta!— Volvió a hablar Nicolas mientras se jalaba sus cabellos rubios debido a la desesperación que lo agobiaba, producto de la falta de comunicación de su amigo.

—¿Qué quieres que te diga? Encontré a mi alma y me la voy a llevar de aquí, no me importa si ella estará de acuerdo o no.— Contestó el semidemonio de manera indiferente.

—¡Por un demonio, Dereck! ¡Tiene diecisiete años, es tan solo una niña! Además, hace un rato me dijiste que no querías encontrarla ¿Ahora cambiaste de opinión?— Opinó Nicolas consternado.

—Ella se va conmigo y no vas a hacer nada para impedirlo, no te puedes meter en esto y los sabes, está escrito en la ley. Me importa un carajo si tiene diecisiete; ella es mía y me pertenece, si se queda aquí sólo me voy a debilitar; necesito tenerla cerca.— Dijo él de cabello azabache fríamente. —Si me la llevo ella estará en mi casa y ya no me iría, seguiría siendo el Comandante de la Guardia Real.— Volvió a comentar tratando de convencerlo.

Nicolas lo pensó seriamente pero él sabía que no podía hacer nada ya que las leyes prohibían que cualquier persona separase la unión sagrada impuesta por el destino.
—¿La vas a amar?— Preguntó Nicolas.

—Ya te lo dije, Nick, yo no voy a amar a alguien que no sea Mery— Respondio Dereck triste mirando hacia el suelo.

—¿Cuál es el punto de todo esto, Dereck? ¿Sabes? Conozco a alguien que sabe cómo deshacer los vínculos.— Dijo el rubio tratando de buscarle algo lógica a las decisiones que estaba tomando el vampiro semidemonio.

Dereck estaba molesto, el hecho de encontrar a su alma cuando no la buscaba desde un principio lo enfureció, pero no más que el intento de Lila al rechazarlo, eso había golpeado muy duro a su ego. Sentía que su mundo estaba dando vueltas, atándose a una persona que no pidió encontrar. Él no podía negar que la chica era hermosa, tenía curvas, aun así era hermosa. Poseía unos ojos tan profundos que  hubiera deseado observar por más tiempo.

—Ella no lo va a resistir y lo sabes.— Dijo Dereck. —Sabes que cuando un demonio encuentra a su alma y uno de los dos intenta rechazarlo, este muere. Soy mitad demonio, Nick, ella moriría y yo sólo me iría debilitando más y más. Nadie puede separar las uniones de los demonios, están destinados y condenados a estar juntos por siempre.—

—Entiendo tu punto, Dereck, pero sé cuidadoso con ella, no la lastimes.— Le decía Nicolas mientras este se sentaba cerca de él. —Lila es una chica fuerte para su corta edad. Es muy especial para nosotros, casi de la familia y eso que solo ha estado con nosotros por dos años.— Sonrió el Rey.

—Entiendo que sea muy especial para ti y para tu familia pero yo no la voy a amar. Ella y yo tendremos que aprender a convivir, porque si no estamos juntos sólo nos debilitaremos hasta que no podamos seguir más con nuestras vidas.— Expresó el semidemonio.

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⏰ Última actualización: Feb 23 ⏰

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