Capítulo Único

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Muchos dicen que las amistades por internet son malas, pero yo no lo creo así.

Hace ya un tiempo conocí a un bello chico por una publicación en Facebook. Él comentó mi publicación en un grupo de Memes y así comenzó nuestra amistad. No nos conocemos en persona, peor aún nuestras caras.

¿Nos hemos pasado fotos? Sí, pero solo de nuestras bocas o haciendo algo ridículo, lo importante es que no se vean bien nuestros rostros. ¿Me gustaría conocerlo? Por su puesto que sí.

Todo comenzó por un simple "Hola, soy Martín el del grupo de Memes", pero ahora es diferente. Cuento los minutos para que me responda, me estreso cuando él está en línea pero no me habla a mí. Mi mejor amiga dice que me gusta, pero las relaciones a distancia son para gente idiota, yo haría un esfuerzo si él quisiese.

Quise conocerlo por varios meses, incluso creo que conoce a algunos de mis amigos, pero algo me lo impide, quizás mi sexto sentido me está advirtiendo algo, algo que tardé en entender.

Hoy 14 de mayo es el cumpleaños de mi hermana, es totalmente imposible que lo esté viendo frente a mí.

Nunca fue invitado porque no lo conozco, ¿Qué hace aquí?

Hace unos minutos se acercó a mí saludándole por mi nombre, ¿Cómo supo quién era físicamente?

Lo dejé pasar, pero no fue la única vez que pasó. En mi preparatoria, en la cafetería, en los baños públicos. Tenía miedo, sí, pero me gusta tanto que esté cerca de mí, me hace sentir especial.

Lo que más deseo en este momento es saber cómo mierda sabe de mi vida, mi horario y todo.

Como siempre lo encontré tomando un americano frío en la cafetería al lado de mi casa, pero a diferencia de las veces pasadas, esta vez voy a enfrentarlo.

—Martín, dime tú secreto —fui directo al tema cuando me senté gente a él, e incluso me sentí mal cuando su mirada de confusión cayó sobre mí.

Él aclaró su garganta —Me gustas desde hace mucho —pero si apenas nos conocemos—. Puede que me odies por mi locura, pero nuestros encuentros no han sido por el destino, te he buscado por mucho tiempo.

Sus palabras son tan simples que me confunden.

¿Qué tan loca puedo estar para que me guste alguien así?

Pero aún así, con todo y su "locura", no me da miedo, no del todo. Le sonrío cogiendo su mano entre las mías, quizá él no sea el único loco aquí. Pero como se dice: Sólo se vive una vez.

Fin

Martín, Dime Tú Secreto © |✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora