MONJAS EN RECICLAJE

UNO

Ser una monja es no andarse entre las ramas,  ahora mimo les contare sin tapujos todo lo que hicimos yo y mis hermana antes de llegar aquí, y serán testigos de lo que hacemos en Berverly Hills

Somos monjas eso es verdad! Pero además de todo lo que eso significa ; somos la consecuencia de la inmundicia que ya no podrá limpiarse. Somos ahora monjas en reciclaje, para darme mejor a entender... reciclamos hombres y porque no...? ,  ─ a veces tambien reciclamos una que otra mujer...!

Mi primer recicle fue la muerte de mi padre, además de que envíe a esa maldita yonki de mi madre a la cárcel.

─ como ya dije, también reciclamos mujeres , pero os adelanto que lo de mi madre y mi padre fue solo cosa mía!

─De veras, os aseguro que no conocía a mis hermanas y ni siquiera sabía que me llevarían a ese internado.

El hecho es... que con tan solo siete años limpie mi hogar de toda esa basura, veinte años después he sabido que una casa impecable no es la que más se limpia, sino la que menos se ensucia.

─ pero para aquel entonces que más podría yo hacer?, aunque pensándolo bien he de estar orgullosa, pues mucha gente ha muerto a destiempo por ignorar la profundidad de lo que hice nada mas cumplir mis siete primavera.

─ Bueno para ser exacta, lo cierto es corría el verano de 1986 cuando recicle a mi padre!

El sheriff Mark ─ Perdón Marlon ─ así se llamaba en verdad! encontró a mi padre en un gran charco de sangre. Aquello es un buen ejemplo de morir sin saber que yo con tan solo siete años recicle la basura que me violaba en el establo.

Marlon (el sheriff de Comanche), me cargo en sus brazos muy ajenos a lo que yo había hecho, y ante el cuerpo inerte de mi padre solo atisbo a decirme:

─ Tranquila nena que todo estará bien!

─ Fingí muy bien para mi corta edad! Recuerdo que yo jugaba con el sombrero del sheriff ,mientras reía de cuando en veces a su espaldas.

Mi madre desaliñada lloraba impotente desde aquel auto patrulla

─ recuerdo que me gritaba que has hecho Gina, pero ninguno de los agentes policiales le creyó, pensaron que mi madre, como la mayoría de las veces, no estaba mas que drogada.

─ Que novedad eh!? así reaccionan las personas ante la basura, sienten asco pero ignoran el desecho que la ha tirado.

─ Ósea yop!

─ Y como no... si es que me mostraba tranquila y angelical!?

Ahora que lo pienso supongo que toda la podredumbre por la que yo había tenido que pasar con esa dos basuras me habían hecho inmune, nada más había que verme, era la primera vez que otro hombre además de mi padre me cargase, juro que esta vez entre los brazos del sheriff Marlon me torne serena sin que diera la mínima señal de estar nerviosa, yo diría que hasta disfrute ese momento en el que por fin paresia que yo tenia el poder.

─ Sin duda así lo fue!

Y aquellos que debían protegerme pero que no lo hicieron, que me habían hecho tanto daño en el establo de los caballos, ahora estaba uno muerto, y la otra maldita yonki drogadicta ahora estaba acusada de haberlo hecho.

─ Claro... según lo que creía el sheriff! Pues para este y lo demás polis, mí madre estaba tan colocada de Coca que no recordaba nada del crimen, y solo divagaba culpando a su pobre hija.

Una pobre niña autista de tan solo siete años que inocentemente jugaba con el sombrero del sheriff y ante las pruebas que bien coloqué, inculpaban a mi madre , sólo ella podía haber reciclado la basura!