I. Thirty Days [Adaptación Chanbaek]

Capítulo 3

Chanyeol besó las muñecas de Baekhyun cuando las liberó. Lamiendo la piel enrojecida, probó la sal de su sudor, mezclada con los restos almizcleros del cuero. Baekhyun miraba cada movimiento como si estuviera esperando que sucediera lo inevitable. Moviéndose una vez más entre sus muslos blancos como la leche, Chanyeol liberó los tobillos de sus restricciones.

—Ven aquí —dijo abriendo los brazos.

Con un leve quejido, Baekhyun se metió entre ellos.

—Abrázame. Quiero que lo hagas.

Con las palabras susurradas de Chanyeol, los brazos de Baekhyun lo apretaron hasta casi provocarle dolor. Los suaves susurros se convirtieron en ligeros sollozos.

—Está bien. Ahora yo voy a cuidar de ti.

Los sollozos sacudieron el cuerpo de Baekhyun, que se convulsionaba casi como si sufriera un ataque de histeria.

Frotando la espalda de Baekhyun por debajo de su descuidada camisa, Chanyeol susurró:

—Déjalo salir. Las cosas van a ser diferentes, pero para mejor.

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Después de una ducha caliente, un Baekhyun más tranquilo se sentó en el sofá y se acurrucó contra Chanyeol, apoyando la cabeza contra su pecho. Vestido con sus vaqueros y una camiseta prestada, parecía más cómodo que antes, menos tenso por el contacto cercano.

Con un brazo rodeando al nervioso joven, Chanyeol comenzó a indagar.

—¿De dónde eres? —tal vez con preguntas sencillas obtendría más información.

—De aquí. De Nueva York.

Las respuestas también fueron sencillas. Esto podría llevarle algún tiempo.

—¿Tienes familia aquí?

—No. Están todos muertos.

—Lo siento. Sé lo que es perder a alguien que quieres —dijo Chanyeol mientras le acariciaba el pelo.

—No los recuerdo.

—¿Quién te crio?

—Familias adoptivas.

—¿Una o varias? —no le extrañaba que no estuviera acostumbrado a las muestras de cariño. Entre Gang y el sistema de adopción, no le sorprendía que tuviera miedo de todo.

—Seis. Fueron seis.

—¿Cuántos años tenías cuando fuiste adoptado por primera vez?

—Cinco, creo.

Demasiado mayor para ser adoptado con facilidad. Chanyeol cerró los ojos pensando en el pobre niño, perdido en el sistema.

—¿Cómo eran tus padres adoptivos?

—Yo era desobediente. Tenía que ser castigado. Esa fue la razón por la que mi último padre adoptivo me vendió a mi Amo. Dijo que él me haría ser obediente.

Chanyeol luchó por mantener escondida la cólera que sentía.

—¿Cuántos años tenías cuando pasó eso?

—Dieciocho, creo.

—¿No sabías cuántos años tenías?

—Creía que tenía dieciséis, pero mi padre adoptivo me dijo que tenía dieciocho, porque de otra forma no podría haberme vendido. — El tono de Baekhyun era tan tranquilo, de hecho, como si esa fuera la manera en que las cosas se suponía que tenían que suceder.