𝟗.𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧

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Resulta que Zabini le propuso ser la novia a Cass y también la invitó al baile de navidad, ¡Son tan tiernos!, me gusta su pareja, de todos los chicos que intentaron algo con Cass ninguno me convenció, pero Zabini creo que es buena persona para ella. Si fuese otro slytherin cualquiera la insultaría por "traidora", pero en él hay algo distinto.

Entre nosotras está todo bien. Yo le pedí perdón, lo cual me lo negó y se terminó disculpando ella. Las horas pasaron volando, lo único que hicimos fue conversar recostadas en la cama. Ya es la hora de la cena y estamos yendo hacia el comedor.

- Mañana es luna llena.- me dice.

- Si, lo se.- suspiro.

- ¿Tienes la poción?

- Si.- le respondo y ella asiente.

Entramos al salón y pude visualizar al trio de oro. Antes de que camine hacia allí la pelinegra me agarra del brazo.

- Oh Sam me olvide de decirte... Unos amigos de Hufflepuf me invitaron a sentarme con ellos y les dije que sí. ¿Te molesta?

- Claro que no, ve.- digo dándole una sonrisa forzada.

- Está bien.- me da un beso en la mejilla.- nos vemos.

¿En serio no me molesta? Sinceramente no losé. No quiero que me moleste, pero cuando me lo dijo sentí una sensación extraña, no sé si enojo, más bien tristeza. Desventajas de tener una sola amiga.

Me siento al lado del trio de oro, estos ni se dan cuenta que estoy ya que están en sus temas. No voy a esperar a que se den cuenta de mi llegada ni nada de eso, decido no prestarles atención como ellos a mí, y comer. Aunque sinceramente me hubiese por lo menos un "Hola".

(...)

Intento conciliar el sueño, pero resulta en vano. Miro mi reloj y ya paso una hora desde que estoy intentando dormir. ¿Por qué a estas horas me tengo que poner a reflexionar sobre temas de mi vida? Es algo que me pregunto siempre a estas horas pero aun así sigo pensando. Me rindo, necesito hacer para dormirme, agarro un libro de mi mesa de noche y en puntitas de pie salgo de la habitación. Cierro la puerta con delicadeza y me dirijo a las escaleras. Nada más pacífico que leer sola mientras el fuego de la chimenea calienta el lugar y el sonido satisfactorio de las llamas suenan por la habitación. Llego al último escalón y llego a ver la cabeza de una persona en frente de la chimenea, esta me está mirando.

- ¿Sam?

- ¿Fred?- me acerco para comprobar si lo que estaba viendo es verdad.

- ¿Todo bien?- me pregunta una vez que estoy parada al lado, mientras él está en el suelo.

- Em... si... todo bien.

- Si quieres te puedo dejar sola.- dice mirándome.

- ¿Qué? No no, quédate, yo solo vine a leer, pero... no me molesta que te quedes.- lo último lo digo en susurro, aunque estoy segura que me escucho.

- ¿Quieres sentarte?

- Emm... b-bueno-. Me siento al lado de él y me apoyo en la parte baja del sillón, el hace lo mismo.

Nose que hacer ¿Se supone que tenemos que hablar? ¿Qué le digo? ¿Me voy o me quedo? El silencio se me esta volviendo incomodo, pero veo su cara y parece que él está bastante cómodo, hundido en sus propios pensamientos.

- ¿Estás bien?- surge como pregunta.

- Si.- dice sin ni siquiera mirarme.

Sin decir nada más abro el libro y empiezo a leer. Aunque después voy a tener que releerlo porque no le estoy prestando atención a lo que leo. Solo lo hago para concentrarme en otra cosa y quitar mi incomodes. Nunca fuimos muy unidos, pero desde lo que paso en la cocina pensé que las cosas podían cambiar. Se ve que no.

- ¿Quién es tu pareja del baile?

- ¿Eh?- lo miro.- Nadie.- vuelvo a mirar el libro.

- ¿Nadie te invito o rechazaste a alguien?

- Nadie me invito.

Silencio.

Me quita el libro de las manos haciendo que lo mire con el ceño fruncido.

- ¡Hey!- Me arrodillo para intentar sacárselo de las manos, pero este alzo el brazo en donde tiene mi libro, mientras ríe  silenciosamente. Por más que estemos los 2 de rodillas todavía no puedo alcanzarlo. Me paro rápido para agarrarle el libro y me abalanzo para conseguirlo. Al instante siento unas manos en mis caderas que me presionan y hacen que me caiga. El también callo quedando debajo de mí, precisamente su cara en mi estómago.

- ¡Lo siento lo siento!.- digo acomodándome. Intento pararme pero este me vuelve a sujetar de la cintura, pero con las dos manos, y me tira al suelo aun riendo.

- Eres tan débil Lupin.- ríe.

- No soy débil, quizás eres muy ágil.- digo siguiéndole el juego.

Lo miro, recién caigo en cuenta de que él está encima de mí con su cara a centímetros de la mía. Intento no pensar en eso y desvió mi mirada de la suya.

- ¿Quieres ir al baile con migo?

Mis ojos se vuelven a conectar con los de él. ¿Escuche bien? ¿Al baile?

- ¿Qué que?- rio falsamente fingiendo que todo esto es una broma.

- Lo que escuchaste, ¿Quieres ir al baile de navidad con migo?

Trago en seco por los nervios, está empezando a hacer calor y proceso todo lentamente.

- No tienes que decir que si no quieres....- dice mientras sale de encima mío y se vuelve a sentar

- No es que no quiera es que yo... tu... ¿Estás seguro de ir con migo?

- ¿Por qué no lo estaría?

- P-porque soy... soy yo...- digo obvia.

- Si y sé que sos vos.- me sonríe.- aun así te pregunte.

- E-está bien... iré contigo.- sonrío tímidamente.

- Genial.- me da un rápido beso en la mejilla.- Buenas noches Lupin.- me saluda yéndose por las escaleras, dejándome sola en la sala común.

Me quedo boquiabierta, dirijo mi mano hacia mi mejilla y la toco con las yemas de mis dedos.

Esto fue mejor que mi sueño.

(...)

Faltan 10 dias para navidad, le conte a Cassie sobre lo que pasó anoche,  auqnue no la note muy entusiasmada por la noticia, pero fue a la madrugada, supongo que no estaba del todo despierta. 

Es hora del almuerzo, hay mucha comida en las mesas, por poco se me cae la baba mientras las miro. Empiezo por una pata de pollo, le doy un mordisco bien grande. Fue una porcion abundante, pero mi hambre en estos momentos parecia el de un animal, repito el pollo, estoy bastante llena, pero no me importa, y seguido de eso rescato unas bolas de chocolate de postre.

- ¿No crees que con 2 patas de pollo es suficiente? Si sigues comiendo así vas a parecer un cerdo.- rie Ron mientras mira como me meto los dulces en la boca.

Noto como Hermione le pisa el pie, este se queja y sigue comiendo, Harry me mira con un "perdón" en sus ojos. 

- Ignoralo, no lo hizo intencional.- me susurra Cass.

Mis ganas de comer se fueron al segundo, no quiero tragar los dulces que me quedan en la boca, pero tampoco quiero que me vean haciéndolo. Sin decir nada, me levanto y me voy rápido del comedor ignorando los llamados de mi amiga. Corro hacia la primer ventana que veo y escupo todo.

Quizás Ron tiene razón. Tengo que empezar a comer menos...





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Ay Ron... te quiero pegar.

Para mis pocas lectoras:
¿Les gusta el fanfic?
Es que me da curiosidad porque siento q escribo para la mierda pero bueno djsjsjshs hago lo que puedo.

¡GRACIAS POR LEER!

Más alla de las cicatrices. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora