Lo mejor que hay en mi vida

11

Mark y Juliana habían pasado una tarde muy agradable y feliz visitando la ciudad, el la hacía reír con cuanta bobada se le ocurría y eso a Juliana le encantaba, a pesar que esos momentos eran cada vez menos frecuentes, y recordó las razones por la qué había aceptado casarse con él a pesar de no amarlo como se esperaría, lo incondicional que él había sido siempre con ella y el apoyo que le había brindado durante tantos años en un país extranjero inclusive antes de casarse y todo esto hacía que la decisión que tenía que tomar fuera cada vez más difícil.

Después de visitar los sitios más emblemáticos de la ciudad regresaron a la casa Valdés muy tarde, durante el trayecto Juliana observó a su esposo muy meditativo y callado, sin embargo prefirió no preguntarle al respecto puesto que ya asumía la razón, llegaron muy cansados por lo que se fueron directo a la cama, cuando se estaban disponiendo a dormir Mark le pregunta a su esposa: - ya tomaste una decisión? - Juliana quedó sorprendida, no esperaba que tocaran el tema en ese momento - no te entiendo, la decisión la tenemos que tomar los dos, recuerdas? eso habíamos acordado - vamos cariño, te conozco mucho más de lo que crees, eres una mujer tan independiente y decidida con lo que quieres que no hay nadie, ni siquiera yo, que te diga qué hacer o que no hacer y estoy casi seguro que ya tomaste una decisión

Juliana guardó silencio por unos minutos y comentó - no puedo hacerle esto a mi padre, es el trabajo de toda su vida, además no puedo dejar la empresa en manos de Valentina, no creo que ella esté muy orientada a guardar los intereses de la familia Valdes... por favor Mark dame tiempo para resolver todo esto - le rogó - yo sé el punto en el que estás en tu carrera, pero aca puedes hacer otra en el mundo corporativo

- Estás segura July?, y más cuando me dices esta mañana que Valentina me tenía una propuesta y más tarde cuando sales de hablar con ella te vi transformada y con una cara bastante molesta, vamos... no me subestimes - Juliana lo conocía muy bien, Mark era un hombre muy inteligente y tenía una habilidad de leer entre líneas y a ella, la leía muy bien

Al escucharlo a Juliana se le aguaron los ojos, Mark la abrazó y le dio un beso muy profundo y delicado - estos años juntos han sido maravillosos para mi - le dijo Mark - pero tanto tu como yo tenemos que ser honestos, esto no es un matrimonio normal, esto es mas bien un par de amigos compartiendo su vida, Juliana yo te amo, pero para mi no es una sorpresa que tu no me amas de la misma manera - yo...- trató de decir Juliana - sshh no digas nada y nuevamente te pido que no me subestimes, esto lo sé desde el momento que te propuse matrimonio, me pareció increíble que aceptaras casarte conmigo, sin embargo me hiciste muy feliz y pensé que con el tiempo te podía enamorar, pero aún no pierdo la esperanza - comentó Mark mirando a su esposa con cariño

- Hoy adelanté mi vuelo, viajo a Londres mañana a las 2 pm - no cariño por favor, tenemos que tomar una decisión juntos - vamos July, tu ya tomaste una decisión y yo no voy a ser quien te impida cumplir tu sueño de realizarte en tu carrera y en tu empresa, verte estos días trabajando en tu propia empresa ha sido increíble, esa oficina que tienes te luce completamente- comenta Mark sonriendo pero con una tristeza reflejada en sus ojos - Mark yo no quiero que esto se termine así - yo no estoy diciendo eso y tampoco quiero que lo nuestro se termine, entonces te propongo que te quedes un par de meses, ponte a cargo de tu empresa y ponle un límite a la directora general que al parecer hasta el momento nadie se lo ha puesto y luego decidimos juntos - Juliana lo mira con tristeza, pero siendo honesta con ella misma eso era lo que en el fondo quería, y era evidente que su matrimonio no tenía el peso que se suponía debía tener para dejar de lado lo que su padre le ofrecía

Hasta ahí llegó la conversación, July prefirió guardar silencio y los dos se acostaron a dormir, Juliana puso la cabeza en el pecho de Mark y se abrazaron hasta quedarse dormidos

A la mañana siguiente Juliana se levanta y se arregla para ir a la oficina, pero antes de irse despierta a Mark
- Cariño por favor despierta - pidió July moviendo un poco a su esposo - buenos días amor - solo te quería agradecer por entenderme y por todo lo que me dijiste anoche, tienes razón... vamos a hacerlo como lo propusiste, voy a pedir una licencia en el trabajo y me quedo acá un par de meses y luego tu y yo tomamos una decisión final, tengo una junta a las 8:00 am que no puedo postergar, pero luego vengo, te recojo y te acompaño al aeropuerto te parece? - me parece perfecto - responde Mark y luego la besa con tanto sentimiento como sino la fuera a volver a ver