Lo mejor que hay en mi vida

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A la mañana siguiente Valentina solicita que el contador se presente en su oficina- Gutierrez qué pasó con el informe que le pedí del comportamiento trimestral de los bonos? se lo solicité para ayer y resulta que a mi correo nunca llegó- dijo Valentina ofuscada- señorita Valentina lo que pasa ... - lo que pasa es que no lo ha hecho!!! -  gritó Vale - pero por qué lo tratas así? - se escuchó una voz que provenía desde la puerta, Valentina miró detrás de Gutierrez cuando la vió, estaba hermosa con su cabellera cayendo por delante de sus hombros y esos ojos marrones que tenían el poder de desnudarla cuando los miraba, la rubia sintió que toda la sangre de su cuerpo subía a sus mejillas

Valentina se quedó sin habla por un momento, abrió los ojos por completo, no podía creer que tenía a la mujer que más amaba frente a ella, cuando pensó que nunca más la iba a ver - Wow Juliana... volviste, no que te habías ido, qué haces acá?- preguntó Valentina sarcásticamente con una mirada inquisidora, en ese momento Juliana recordó el mensaje que supuestamente le había enviado donde le decía que no iba a regresar- Gutierrez por favor retírese y necesito el informe antes de medio día- el contador salió de la oficina cerrando la puerta, no sin antes saludar y dejar entrar a Juliana, Leon y Macario - qué haces acá? - preguntó nuevamente la rubia

- Por qué volviste a tratar a las personas de esa manera? - preguntó Juliana muy conciliadora - y por qué no? - respondió la rubia al tiempo que se dirigía al ventanal al lado de su escritorio para evitar que vieran su rostro completamente rojo de la emoción que le había producido verla - es mejor tener a las personas alejadas, cuando uno permite que se acerquen te hacen daño y te vuelves vulnerable - Valentina respiró profundamente y luchó contra lo que su corazón le pedía, voltearse y lanzarse a los brazos de  Juls

- Pero no me has contestado, qué haces aquí? - Valentina tomó fuerzas y cuando sintió que su rostro ya no estaba tan caliente giró su cuerpo y quedó de frente con la pelinegra quien permanecía en silencio, conocía tanto a la rubia que prefirió dejarla hablar y que liberara su lado sarcástico

- ahh claro - Val señaló a Macario con su mano y puso una sonrisa irónica en su rostro - no seas estupida Valentina, ya sabes que me voy y viniste a tomar posesión - le guiñó el ojo irónicamente - caballeros los felicito, muy buena elección- sonrió Valentina falsamente mirando a Leon y a Macario - ella es la persona ideal para entregarle la dirección general y es en serio, es la mejor, por favor señorita Valdes, dígame cuándo empezamos con la entrega, si quiere ya mismo, entre más rápido me vaya de aquí  mucho mejor - yo no te voy a recibir nada - respondió Juliana tranquilamente- ah no, totalmente autosuficiente que no necesita que le hagan entrega del cargo, se los dije señores es la mejor, gracias amiga, tu siempre pensando en mí, me quitas el.... tener que verte - dijo la rubia con rabia, se preguntaba de quién estaba enamorada, no la conocía, tan pronto tuvo la oportunidad de quitarle la dirección de la empresa ahí si decidió volver, así que continuó con su sarcasmo

- Entonces no se diga más ... señorita, señores, hasta hoy trabajo, muchos éxitos - finalizó la directora general con su show, tomó su bolsa y su chamarra y se dirigió a la puerta - Valentina por favor deja tus cosas donde estaban y nos escuchas- pidió Juliana firmemente - yo no tengo absolutamente nada que hablar con ninguno de ustedes - dijo la rubia siguiendo su camino - Valentina que dejes tus cosas y nos escuches, después si quieres te vas!! - gritó Juliana, aún tenía una influencia muy fuerte en la rubia y por mas que Val no quisiera lo sentía, así que regresó a su escritorio y dejó las cosas sobre él - tienen cinco minutos ya no aguanto más estar en esta empresa - respondió la rubia acercándose al ventanal para mirar al horizonte, para ella esa era la última vez que volvería a ver esa vista, y por lo que a ella respecta, la última vez que vería a esas tres personas en mucho tiempo así se le rompiera el corazón