Hoy era uno de los días más importantes que sin duda el pequeño Jimin no se cansaría de repetir una y otra vez, su daddy lo llevará a la casa de su mejor amigo.
—Daddy ya llegamos a la casa de kookicito?— pregunto impacientes.
—No bebé, aún falta, es mas ni siquiera se para que me lo preguntas si ya sabes el camino— respondió obvio.
—Ya se pero daddy no pue— fue interrumpido por su daddy.
—Bebé hoy no podremos ir a la casa de kooki— susurró, sabia el berrinche que se venía.
—Pero...es injusto toda la semana no lo he podido ver, y-yo daddy por favor— chillo inflando sus mejillas como muestra de rechazo y enojó.
—No es mi culpa que Sehun se lo halla llevado—hablo encogiéndose de hombros sin importancia.
—¡Como que se lo llevó sin mi permiso!— protestó notoriamente enojado.
—¿Por qué debería haberte pedido permiso eh?— sabía la fuerte amistad que tenía su bebe con Jungkook y que estén separados por mucho tiempo les afectaba a ambos.
—Por...por— no puedo terminar su oración pues las lágrimas lo consumieron al instante.
—No llores mi amor ¿ven con daddy si bebé?— atrajo al pequeño rubiecito a su regazo quien asintió ante la propuesta de su daddy.
—Yo quiero verlo otra vez— susurro entre lagrimas
—Pronto lo verás mi amor, te lo prometo, apenas lleguen te traeré de inmediato ¿Ésta bien?— propuso tratando de animar a su pequeño
—¿Enserio daddy?— pregunto emocionado
Este último asintió fingiendo una sonrisa.
—En que problema me he metido— susurro para si mismo.
—¿Qué dijiste daddy?—pregunto curioso.
—Nada bebé, nada.
Y así pasó una semana entera y el no sabía nada, absolutamente nada de su kooki.
—¿Estará comiendo bien?— se pregunto entristecido.
—¿Dormirá con su conejito?— esto le trajo una mala sensación a su pecho, su kooki estaba al lado de alguien que no era el.
—¿Estará calentito?.
Este era el tipo de preguntas que Jimin se planteaba a diario, estaba preocupado, sobre todo angustiado no sabia nada de su principito.
—¿Qué será de mi pobre kooki?— suspiro secándose las lágrimas de su carita.
Estaba solo, su daddy estaba en la empresa y no llegaría hasta la noche y no sabia que hacer en ese momento por lo que optó por ir a dormir, pero como el santo nunca se queda quieto decidió hacer travesuras. En lo que era muy bueno.
Jimin sabía que si hacía lo que tenía planeado hacer su daddy se molestaría...pero no importa al fin y al cabo no estaba.
Así que se adentró a su habitación para tomar su ordenador y así buscar videos en algunas páginas piratas.
—¿Haber, haber donde está?— se presentó haciendo un puchero.
Comenzó a buscar su ordenador por su cama, el armario, el baño, por debajo de la cama, en el sofá color rosa pastel que por cierto era su color favorito. Pero recordó inmediatamente el lugar donde se encontraba dicho aparato, estaba el el cuarto de su daddy, el que lo tenía ahí porque el estaba castigado y lo dejó con una advertencia clara de no tomar el ordenador sin su permiso, pero importó nada y cuando la halló chillo dando saltitos de felicidad.
—Daddy no se tiene que enterar— hablo juguetón.
Al llegar a su habitación lo primero que busco fue su dildo color rosa el cual era trasparente y lubricante sabor a fresa su favorito que estaba guardado en uno de los cajones de la mesita de noche, también buscó un video para comenzar hacerse lo que tenía en mente, buscaría la página que encontró por "casualidad" la cual contenía videos porno gay demasiado entretenidos según su opinión. La página le había gustado, sus contenidos eran bastantes calientes para su gusto pero los disfrutaría asique ¿por que no buscarla esta vez?.
Con solo ver la siguiente portada le dio play, esa imagen le trajo un breve recuerdo a la mente uno muy caliente y con una sonrisa picara se posicionó
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
