FLOR DE PRIMAVERA || JJK (COMPLETA)

11

Vale, podía entender que los padres quisieran lo mejor para sus hijos, pero no me daba mucha gracia ver a Selene más triste de lo normal. Pensé que ayer había podido elevar su ánimo. Tal parece que no sirvo para eso. Cruzo los brazos para descansar mi barbilla y perder mi mirada en la pizarra vacía. Había pasado unos minutos desde que la campana toco, pero estoy tan sumergido en mis pensamientos que olvide por completo que tenía a dos amigos parados a mis costados.

—Ya lo perdimos.

—Cállate, es de mal gusto decir eso ahora —chillo Taehyung.

Levante la mirada solo para verlos aburrido.

—¿Ustedes entienden a las mujeres?

—No entiendo a mi mamá, y es la única mujer que conozco de cerca.

Taehyung se soltó a reír de Jimin y este solo hizo un adorable puchero.

Jimin y Tae eran mejores amigos desde los pañales, sus madres eran mejores amigas, pero cuando la madre de Tae falleció de un accidente, este se fue a vivir con la familia Park a los diez años. El dúo era conocido por ser muy inquietos, inmaduros y traviesos. Pero la verdad es que desde que ingresaron a la escuela de Seúl, no fue porque tuvieran dinero, sino que los padres de Park se separaron y fueron mandados con la tía de Jimin. Sé que su forma de actuar no es con maldad, pero al final del día solo buscan distraerse de sus vidas. Fueron los primeros en recibirme, y con rapidez se ganaron mi cariño.

—Selene me preocupa.

Ante lo dicho por mí, ellos se quedan callados y con cautela se sientan a mis costados. Les había comentado sobre ella desde el primer día que la conocí y luego como terminamos juntándonos para poder recuperar notas.

—¿Paso algo? —Taehyung ladeo la cabeza tal cual un cachorro curioso.

—Sí, no es la misma de hace unos días.

No la conocía del todo bien, tan solo habían pasado semanas y aunque no éramos los más cercanos, habíamos logrado llevarnos bien con nuestras personalidades algo contradictorias. Pero si lo pensaba mejor, Selene no era muy diferente a mí.

—Lo pillo, ¿Podemos ayudar en algo?

—No creo, solo me preocupa que su estado de ánimo le dificulte participar en la competencia.

Claro, solo te preocupa la competencia, mentiroso. Mi subconsciente me regaño.

Sacudí mi cabeza, Selene era agradable, algo retraída, pero curiosamente, muy astuta y con esa chispa que a veces me dice que es quien más desea romper las reglas que se le imponen. Vaya, es la primera mujer con la que no debo huir por acoso o acercarme para pedir que me diga que curso nos toca.

—Lo harán bien, después de todo Mirey sospechosamente cambio las reglas y cantidad de vueltas de la carrera.

—Umm, sospechoso —siguió Jimin tocándose la barbilla.

—Muy, muy sospechoso.

—Ok, me largo —solté listo para ir a buscar a Selene. 

Encontrarla no fue difícil, solo tuve que ingresar a la biblioteca para verla acomodar unos libros. Me había olvidado por completo de nuestro castigo. Acumulo todo el aire y decido acercarme por detrás. Le golpeo con suavidad la nuca, Selene da un brinco del susto, pero apenas me ve deja los libros en la mesa.

—No quiero parecer una empalagosa, pero...

Se mordió el labio inferior y sus mejillas se encendieron en un adorable carmín.

—¿Pero?

Por alguna razón mi corazón dio un brinco cuando levanto su rostro y en un arrebato rodeo mi torso con sus brazos y se estrelló en mi pecho, por suerte pude mantener el equilibrio. Me tomo por sorpresa, ayer yo la abrace para que no se sintiera solo, lo había hecho con Jimin y Tae, ¿Por qué no hacerlo con ella también? Pero hoy ella me abrazaba por voluntad propia y aquello desato una corriente eléctrica por toda mi columna que me obligo a pasar saliva.

—Mamá volvió a recordarme todo lo que debo lograr.

Fruncí a más no poder mi entrecejo y la separé de mi con algo de fuerza, pues Selene parecía querer vivir entre mis brazos.

—¿De qué hablas?

—Tengo mucho en los hombros que no me dejan caminar. No sé ni gatear y todos esperan que corra y me coma el mundo. Jungkook, solo quiero vivir una vida sin tener que medir mis pasos.

Vi otra vez sus lágrimas y como una enorme necesidad, las limpié con mis pulgares. Selene me recordaba a mí, aquel yo del pasado que buscaba ser el mejor, ser suficiente, cuando solo debía buscar ser feliz.

Porque la vida es muy corta para buscar ser suficientes, la vida es corta porque te pide en silencio que seas feliz. Yo lo había entendido a las malas, pero ahora le sonreía a la vida, aquella que me dio la espalda.

—Entonces gatea, luego aprende a caminar a tu propio ritmo.

Me miro sin entender, le regale una sonrisa tranquilizadora. Tome sus manos entre las mías, era notoria la diferencia de tamaño, Selene se veía tan frágil como una flor, olía como una, pero no actuaba como una y eso me preocupaba.

—No te entiendo.

—Mi flor...—Use aquel apodo que, aunque podría sonar muy cursi, ella me provocaba decirlo—. No vivas algo que ni siquiera está escrito, porque nadie más que tu puede vivir tu historia. —Bajo la cabeza, pero con mis dedos hice que me mirara—. Porque una flor va al compás del viento, va al compás de la vida, dejándose llevar sin importar el futuro.

—N-no soy una flor, soy una tonta por no poder...

—Selene, juro que, si vuelves a culparte, te meteré una silla por la boca.

—P-pero se supone que debes consolarme. —Formo un puchero que me causo ternura.

—Vale, pero a partir de hoy, quiero que me digas cada vez que te suceda algo, no quiero verte llorar.

La apegue a mí y sentí como hacia berrinche, apoye mi barbilla en su cabeza y cerré los ojos respirando con lentitud. Yo me acerqué a ella por pura curiosidad, me volví su socio por pura conveniencia y ahora quería ayudarla, porque me recordaba a mí. Selene ni nadie merece vivir la vida de otros, no alguien tan pura como ella.

 —Te voy a cuidar, hasta donde la vida me dé, te enseñare a vivir.

—Eres un dramático —dijo aun estampada contra mi pecho.

—Un poco, sí, lo soy.

...

La historia de un jardinero que encontró una flor solitaria empezaba a escribirse.

ESPERO LES HAYA GUSTADO :3