My Pretty Baby~ || Ray x Norman

Los dos lados de una oscuridad pt.2

-·-
Norman

Habían pasado unos minutos después de que Ray y yo nos separamos para ir en diferentes rumbos a nuestros hogares.

Esas escenas dónde ambos nos encontrábamos en la habitación no paraban de dar vueltas por mi cabeza, el verlo tan agitado y rojo fue algo gracioso, algo que por un momento me hizo olvidar la pesadilla que tuve y el golpe que había recibido contra la pared.

No solo seguía pensando en eso si no cuando nos conocimos, una tarde bajo el sol en el verano... Una tarde cálida y hermosa, se que éramos niños pero para mí se sintió como si pudiera tener un amigo, incluso si fuera así también fue gracias a Emma.

Y de pronto llegó a mi mente la imagen de mi sueño, intenté sacarlo de mi cabeza sacudiendola de un lado a otro rápidamente.

"Hey, sh" escuché detrás de mí, haciendo que me sobresaltara y volteara rápidamente a la dirección de ese sonido.

Me quedé estático por un momento para luego sentir como si alguien me mirará de una forma penetrante detrás de un árbol, voltee a ver de nuevo pero no había nada, comenzaba a darme miedo haciendo que mi respiración se agitara.

"Jiji" oí una pequeña risita debajo de mi, haciendo que volteara al suelo y viera como una pequeña criatura negra corría rápidamente entre mis pies para terminar escondiéndose en los arbustos. Quedé en shock y solamente pude dar un paso hacia atrás, lo cual fue mala idea por qué solo conseguí tropezar y caer.

"Hey, Norman!" Logré escuchar la voz de Emma aunque como si fuera una voz que se la llevará el viento, rápidamente giré la cabeza a esa dirección pero sin encontrar nada.

Pronto comencé a escuchar voces provenientes de las casas y locales, podía sentir ojos viéndome fijamente o sonrisas formadas en esos rostros irreconocibles de sombras.

"Ese pobre bastardo, me da tanta pena" "¿Por qué todos dicen que es el mejor? Solo es un inútil jaja" "es tan asqueroso, quiero vomitar" "no es como si alguien lo fuera a amar" "todos lo odian" "solo es un rarito sin su medicamento"

Intentaba mirar a las direcciones de las voces pero era inútil, mi respiración se hacía más irregular y pesada, comenzaba a ver borroso mientras mi cuerpo sudaba frío.

-Paren... Paren, por favor... Paren, ya no quiero, no me lastimen...

Las lágrimas se formaron en mis ojos, mi nariz y garganta ardían mientras mi manos golpeaban mi cabeza intentando sacar esas voces, intentaba controlar mi respiración pero solo podía morder mi labio desesperadamente, haciendo que sangrara.

-¡No puedo, no puedo!

Mis gritos eran cada vez más desgarradores y desesperados, las voces se hacían más fuertes e incluso indescifrables en mi cabeza, ya no quería, no podía, no puedo más. Tomé un pequeño cacho vidrio que se encontraba cerca de mí y con toda la desesperación que había en mi corazón lo enterré en mi muslo, haciendo que un grito se escapara de lo más profundo de mi garganta.

-¡AAGGUGHH! mfgh... Dios...

Las lágrimas siguieron corriendo por mis mejillas y mi respiración comenzaba a calmarse, aún con el corazón acelerado los sollozos no se detuvieron debido al dolor.

-(Si hay un Dios... Ayúdame, te lo ruego)

Era lo único que podía pensar mientras me levantaba, con mis piernas y brazos temblando logré tomar mi mochila nuevamente, ya más débil.

La sangre seguía corriendo de mi pierna derecha e incluso mi mano izquierda sangraba un poco debido a mi brusquedad, me ardía pero tenía que llegar a mi casa, intentando pensar en otra cosa que no fueran esas cosas, sentía pavor.

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Cerré la puerta de mi casa justo después de que yo entrará, seguía igual, blanca, limpia, pero fría y solitaria, incluso a veces se sentía como si estuviera en un hospital.

Estaba cansado y solo deje caer mi mochila al suelo, dirigiéndome a un estante mientras me tambaleaba.

Logré sacar un pequeño botiquín de emergencias con las pocas fuerzas que tenía y la abrí, retirando vendas de su interior.

Envolví mi mano y mi muslo con ellas, logrando detener el sangrado. Solté un suspiro cansado y tome dos frascos que se encontraban dentro del botiquín.

Abrí el primero, un frasco que contenía píldoras blancas, ¿Eran mi salvación? Lo dudaba, mi estómago se volvió dándome ganas de vomitar pero me contuve y tragué la pastilla.

Seguidamente abrí el segundo, un frasco que contenía píldoras negras, y que ojala fueran mi salvación. Nuevas lagrimas se formaron en mis ojos y tragué dos de aquellas píldoras.

Me levanté de la silla, balanceandome y subiendo al segundo piso, dónde solo se encontraba mi habitación y una pequeña librería.

Estaba cansado, solo quería dormir así que me fuí directamente a mi habitación, no tenía ganas de nada, estudiar o limpiar, solo quería dormir y olvidar todos esos demonios.

Me tiré a la cama, quedando boca abajo y ahogando mis sollozos en la almohada junto con quejidos de dolor.

-(Por favor... sálvame, Emma)

Seguí llorando hasta que mis ojos y garganta ardían, quedándome dormido sin siquiera darme cuenta.

Tengo miedo.

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Hey! Volví, y sí ya sé que el capítulo es más corto y tal vez peor pero no tengo mucha inspiración, perdón por tardarme en actualizar jeje.
Igual me tardé haciendo este, realmente también llego a tener ese tipo de "alucinaciones" y me dan mucho miedo, por eso evitaba escribirlo de noche y lo terminaba desplazando TT. Y no pude escribir muy bien pero aún así espero y lo disfruten! Intentaré traer otro capítulo pronto, sus comentarios realmente me animan a seguir haciendo esto jeje.

-M𓍯