Gemelos Moormeier

dos

Después de un rato Nadya terminó de mostrarle la escuela a ____.

- y este... - abrió una puerta - es nuestro salón - sonrió

La chica solo miraba cada rincón, cada persona, cada objeto, ella es muy observadora. Se da cuenta de todo.

- buenos días señoritas, llegaron tarde - señaló al reloj de pared

- lo siento profesor, le mostré la escuela a ____ - mostró su gafete de guía

- oh, una alumna nueva - sonrió - pasen

Ellas pasaron.

- y dime qué te pareció nuestra escuela? - preguntó amable, Nadya ya había tomado su asiento, por el contrario ____ se quedó al frente de clase

- es muy grande y bonita - dijo tímida

_____ siempre ha sido una chica tímida, callada, pero cuando entra en confianza es todo lo contrario.

- que bueno que te gustó, ahora me harías el favor de presentarte con tus compañeros porfavor?

La chica asintió.

- amm... - comenzó a jugar con sus manos nerviosa

La chica inmediatamente vio a los gemelos, ellos solo hicieron una expresión de qué se calmará.

- suspiró - hola... Me llamo ____ Greco, tengo dieciséis años y soy de aquí

- y qué te gusta hacer?... Algún Hobbie?... Algo?

- si, me gusta leer, escuchar música, amo bailar y me gusta mucho aprender idiomas - sonrió

- oh, eres una chica muy interesante _____, qué idiomas hablas? -

- bueno obviamente inglés - rió - español, francés e italiano... Y estoy aprendiendo portugués

- perfecto, le caerás muy bien a la profesora Smith

Ella asintió.

- bueno toma asiento junto a... - comenzó a buscar con la mirada - Blake Gray - señaló y el alzó la mano con una sonrisa

Los gemelos se pusieron tensos al ver a dónde habían mandado a su mejor amiga, Blake Gray el chico más popular de la escuela, un completo idiota.

- chicos iré a buscar unos papeles a las oficinas ahora vuelvo no hagan un desastre, se los ruego

Ajá...

- hola bonita, soy Blake, bienvenida- sonrió

- hola... - sonrió tímida - bueno ya me había presentado pero, ____ Greco

- eres muy bonita lo sabías y más así de tímida - ella solo rió levemente nerviosa

- gracias - sus mejillas tomaron un tono carmesí

- no tienes que agredeser, es la verdad, supongo que estás acostumbrada a que te lo digan...

- para nada - rió