SENTIMIENTOS

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Después de haber Estado por horas buscando a los demás mandamientos, al fin todos ya estaban afuera de ese laberinto siendo atacados por un gran alivio sintiendo el aire fresco

Ahora mismo los 10 mandamientos y Elizabeth se dirigen al infierno, decir que los menores del Grupo estaban nerviosos era poco, estaban hechos todo un manojo de nervios y miedo, es que osea quien en su sano juicio estaría tranquilo cuando vas a presentarle al rey demonio a la hija de su mayor enemiga!

Dejaron sus pensamientos de lado volteandose a ver y sonriendo se mutuamente para luego bajar cuando sintieron el carruaje parar

-tranquila, eli-susurro reconfortante el mayor

-tu también idiota-Le sonrió dulce ocasionando un sonrojo en el más bajo

Tomados de mano entraron al castillo sintiendo las miradas de todos los sirvientes clavandose en ellos y empezando a murmurar

Ambos jóvenes siguieron caminando hasta quedar frente a la gran puerta café oscuro con un pequeño letrero dorado que decía "Rey Demonio", tragaron saliba y el mayor dio un par de toques en la puerta

-Adelante-esa fue su señal para pasar

Meliodas asomo su cabeza viendo como su padre revisaba algunos documentos, para que le prestará atención carraspeo, el rey lo volteo a ver dejando los papeles de lado

-ya regresaron, me alegra-sonrio cálido poniendo aún más nervioso a su hijo

-si... Uhm, padre-trato de sonar firme,pero aún así su voz salió insegura

-paso algo malo meliodas? -pregunto ya preocupado, ver esa actitud en su hijo mayor no era normal

-e-es que... Eh, pues veras... -empezó a tartamudear no encontrando las palabras indicadas para hablar con su padre

-solo dilo meliodas, sabes que me molesta verte dudar-hablo firme cruzando sus brazos y cerrando sus ojos

El menor solo suspiro y volteo a ver a su acompañante, la tomó de la muñeca y entró junto con ella a la Oficina

-te quiero presentar a elizabeth-se trago sus nervios y miro fijamente a su padre esperando una reacción

El rey demonio abrió sus ojos sorprendido por quien estaba frente a el

-una... Diosa-se levanto de su lugar acercándose a su hijo-que hace aqui-pregunto, la actitud alegre e inmadura que usaba con sus hijos se había esfumado por completo

-ella nos ayudó en la Misión, padre-no pudo terminar de hablar cuando sintió como un puño fue director a su mejilla, el golpe fue tal que logró deshacer el agarre con la princesa y tirarlo al suelo, dejándolo con los ojos abiertos mirando a su padre visiblemente molesto

-¡TE HE PASADO VARIAS, MELIODAS, PERO TRAER A UNA PUTA DIOSA NO LO VOY A PERMITIR!-agarro al menor por el cuello de la camisa alzando le la voz

Meliodas solo se quedó callado,el rey lo avento hacia la pared golpeándose en la espalda, callo en el piso tratando de recuperar el aliento

Se acercó otra vez hacia el Rubio pero paro a mitad del camino cuando Elizabeth se puso en medio de ellos

-No le haga más daño-sus palabras sonaron sin emoción alguna,su tono pudo haber puesto nervioso a cualquiera pero el rey demonio no era cualquiera

-quitate-la miro fijamente

-no-ambas miradas se veían a muerte, el mayor se acercó hacia ella ya harto de verla y la empujó hacia un lado, dejando expuesto a meliodas

×Bajo tus ordenes+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora