Justin fue dado de alta la mañana siguiente alrededor de las once. Chris y yo lo llevamos en la silla de ruedas al auto, él llevaba a Romeo en su regazo. Justin estaba realmente feliz de que por fin volviéramos a casa, una casa que olía a vainilla y canela en lugar del hospital que olía a lejía, sin mencionar el fuerte olor a sangre.
Nos llevo un tiempo meter a Justin al auto, ya que cada vez que intentábamos levantarlo de la silla se ponía rígido y comenzaba a llorar por el dolor. Cuando lo metimos al auto negras lágrimas caían por sus mejillas y pedía que yo lo abrazara. Felizmente lo hice, me senté en el asiento trasero y deje que él se acurrucara a mí mientras que yo acariciaba su suave cabello.
Olíamos a hospital, así que la primera cosa que hicimos cuando Chris se regreso a su casa, fue meternos a la bañera ya que Justin no podía estar de pie por mucho tiempo bajo la ducha sin colapsar de dolor y cansancio. Vertí un poco de sustancias olorosas y un jabón para hacer burbujas en el agua caliente. Justin estaba sentado en el inodoro jugando con el dobladillo de su camisa. Sonreí y camine hacia él. “¡Brazos arriba!” Hable divertidamente, haciendo que mis voz sonara más aguda de los normal y como de bebé. Justin rió salvajemente ante mi voz y levanto los brazos. Quite su camisa y deje un pequeño beso en su cicatriz y puntadas. Mire hacia arriba y vi que Justin me miraba con adoración mientras su cuerpo vibraba por sus constantes ronroneos. Me levante y le di un beso esquimal mientras él sonreía abiertamente, paso sus dedos por mi hombro y luego por la longitud mi cabello. “Te amo gatita.” Murmuro sobre mis labios. “También te amo, cielo.” Dije uniendo nuestros labios en un corto pero apasionado beso.
Me aleje y le quite los zapatos, pantalón y ropa interior. Ya no me avergonzaba verlo desnudo. Despacio lo ayude a entrar en la bañera. Él suspiro de felicidad y alivio cuando hizo contacto con el agua tibia, luego me miro expectante. Hizo una seña indicándome que me metiera también. Juguetonamente bufe “Si, maestro.” Dije sacándole la lengua y luego comencé a desvestirme. Justin soltó una risita por nuestra broma y luego comenzó a entretenerse con las burbujas.
Después de desvestirme, me sumergí sentándome en el regazo de Justin, quien me envolvió en sus brazos. Fui cuidadosa de no recostarme mucho en su adolorido torso, deje caer un poco de agua caliente sobre el cabello de Justin. Su cabello era largo cuando estaba húmedo, así que cubría sus ojos. Soltó una risita, subiendo una mano a su cabello y con dedos lo posiciono hacia un lado, alejándolo de sus ojos. Sonreí ante la melodía de su maravillosa risa y tome su shampoo.
Puse un poco en mi mano, masajee su cuero cabelludo, tratando que eso lo relajara un poco por todo lo sucedido las semanas pasadas. Después de acabar con su cabello, acaricie su pecho y hombros con las yemas de mis dedos. Cerró los ojos de felicidad, inclino su cabeza hacia atrás y la recostó en el tubo. Tome mi jabón de ‘alivio al estrés’ y lo rocié sobre su suave piel de bebé. A él le gusta el olor de ese jabón y a mí me gustaba como olía en él. En esta situación ambos ganábamos.
Cuando termine, lo deje que jugara con las burbujas y mi patito de goma de cuando yo estaba pequeña, mientras que yo me bañaba. Reí ante sus efectos de sonido de cuando movía en patito por el agua, y sonreí cuando él soltó una risita que hizo eco en toda la habitación.
Él me daba la felicidad que jamás pensé que volvería a tener después de todo lo que había pasado. Rechazo, burlas, la muerte de mis padres, traiciones y la soledad. Si él no hubiera entrado a mi vida, yo probablemente ya no estaría aquí. Le debo mi vida y jamás amare tanto a una persona.
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