Capítulo cuatro

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Al día siguiente, NamJoon se levantó de su cama, la noche no fue buena, Jimin se había enojado con él, no entendía el por qué, ¿Por qué se sentía mal a verlo así?, ¿Por qué Jimin actuaba como un celoso-toxico?, Y más preguntas que lo dejaron con la duda, ¿Acaso debería sentirse culpable? No, él no tiene nada de culpa, solo pasó tiempo con su otro amigo, con JeongGuk, porque no era lógico que iba a esperar fuera de la casa Jimin, a que llegará, no, él no era una mascota que esperará todo el día para poder verlo, también tiene una vida, no todo gira alrededor de su amigo, debería entenderlo, pero a veces era terco...pero a Nam le gustaba, no iba mentir, le gusta verlo enojado, sus cejas se unen y sus ojos bajan, se ve tan tierno...sus labios, sus labios rojizos hacían un puchero, solo dan ganas de abrazarlo.

Cuando despertó se dio cuenta que era domingo, día libre, tenía que ir a cuidar sus plantas y terminar su tarea.
Después de su aseo personal, tomó el desayuno con su padre ya que su madre se había adelantado con sus rosas en la parte trasera de la casa, así que cuando terminó se levantó de la mesa y se dirigió a ayudarla en lo que restaba para ir a cuidar las flores de enfrente.

"Las rosas han crecido muy bonitas, ¿No lo crees hijo?".

"Sí, están muy perfumadas con su olor natural y su color rojo intenso" dijo "Madre, tengo una pregunta, ¿Podríamos plantar rosas amarillas?".

"¿Amarillas? Esas son difíciles de cuidar, son un color muy débil. Deberás cuidarlas como si de un bebé se tratase".

"Me gustaría intentarlo, creo que el jardín se vería bien con otro color de la paleta, se vería como un arcoiris".

"Ya que lo dices, no tenemos un color amarillo, está bien, pero deberás cuidarla tu solo, ¿De acuerdo? Me gustaría que cuidarás una planta tu solo, ya sabes, sin mi".

"No te preocupes mamá, se bien lo que hay hacer, estuve investigando por cierto".

"Estoy feliz con el hecho que te haya interesado la jardinería, más al rato iremos a comprar una maceta, hace tiempo que no compramos flores, vendría bien un poco más de color para la casa" NamJoon asintió sobre la respuesta de su madre.

Estoy feliz, pensó Nam. Por primera vez su madre lo dejaría cuidar una propia flor, bueno en este caso una rosa, pero ¿Por qué eligió amarillo? Fácil, a JiMin le encanta el amarillo, es su color preferido, él dijo que cuando cumpla 17 años se pintaría el cabello de ese color, porque sabe que le quedará genial, a JiMin le queda todo bien, si a su amigo eso lo hacía felíz, Nam también lo sería, aparte de que le gustaría regalarle una de las rosas amarillas que cultivara, para una bonita sorpresa de cumpleaños.

"Bien madre, iré a ver cómo están las flores de enfrente".

Se fue en dirección al frente de la casa, ahí se encontraban las flores que se cuidaban una vez por semana, sí, se cuidaban exclusivamente los domingos, porque tampoco hay que agobiarlas a las pobres flores.
Así que pasó sus manos con guantes sobre la tierra para sacar la hierba mala que se encontraba y sacaba cualquier basurita que caía sobre estás, cuidar las flores le hacía felíz, pero le hacía más felíz que Jimin le ayude a cuidarlas. Oh no, cierto, Jimin estaba enojado con su NamJoon, de seguro ni vendría a verlo.
Pero escuchó una voz detrás suyo que me nombraba.

"¡NamJoon!".

NamJoon volteó para ver de quién se trataba la voz y era Jimin quien estaba en la banqueta con un sombrero de agricultor y una bolsa algo grande (¿?) Tenía un leve sonrojo en sus mejillas, tal vez por el sol, tenía uno de sus labios metido en su boca, el cual hizo que Namjoon se quedará abstracto.

"¿Jimin?".

NamJoon se levantó del suelo y estaba algo ruborizado porque había recordado las palabras de la noche anterior.
El chico del sombrero se acercó a este, también con un leve sonrojo.

"NamJoon...yo.. quiero disculparme por mi mala actitud de anoche, yo estaba cansado, no pude reaccionar, realmente lo siento si te hice sentir mal" cabizbajo miró al suelo.

"Oh. Ya veo, está bien aceptaré tus disculpas" dió una sonrisa hacía su mejor amigo.

"Esto es para ti, toma" JiMin extendió sus manos entregando la bolsa.

"¿Qué es?¿Por qué es grande?".

"Descúbrelo tú" sonrió feliz.

NamJoon se quitó sus guantes de jardinero y agarró el regalo, al momento de abrirlo, su corazón explotaba por la reacción de felicidad; JiMin le había regalado el pollo amarillo que había ganado el día anterior.

"¿Cómo lo conseguiste?" miró a su amigo sorprendido.

"Eso no se pregunta Joonie, si te gusta, quédatelo" sonrió.

"Muchas gracias, Mimi" le dió un abrazo cariñoso a su amigo, el cual este lo aceptó.

"Me encanta, además me recuerda a ti".

"Bueno, ahora podrás dormir conmigo, sin que esté físicamente en tu cama" rió leve.

"Sería una gran idea" rió también.

"Por cierto, hoy se que vas a cuidar tus plantas, así que vine ayudarte, para que así no tengas tanto trabajo".

"Está bien, solo deja que ponga esto en mi cuarto y bajo para cuidar las plantas".

JiMin asintió, y NamJoon fue corriendo a su habitación, en la cama, pero antes de irse abrazó al peluche, estaba feliz. Después bajo y ahora ambos chicos cuidarían de la flores de enfrente.

Ambos chicos la pasaron bien el resto del día, como era de costumbre, pero al día siguiente había escuela y para mala suerte de NamJoon, YoonGi estaría con JiMin.

Sour Kiss [NamMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora