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Toda familia quiere lo mejor para sus primogénitos, más aún si se vive en Brooklyn, lugar en el que rondan el sexo, las drogas, y los amigos llenos de hormonas, por eso, las familias más nobles de el lugar enviaban a sus hijas de entre 10 a 18 años a cursar en una de las mejores escuelas.

El sagrado corazón de Jesucristo.

Las niñas que asistían a esa escuela eran aquellas que puedes ver solamente una vez en tu vida. De uniformes bien planchados, camisas almidonadas y coletas perfectamente peinadas.

Eran hermosas y amables como una princesa.

Aquella tarde, una lluvia arresiaba contra el gran y viejo edificio, el enorme patio estaba empapado, las nubes grises parecían no irse.

"¡Madre mía!".

Soltó la hermana Dolores. Una adorable monja regordeta que llevaba un buen tiempo en el lugar.

Dolores-: ¿Que hace ahí esa niña? Le va a pegar un resfriado-:

"Ya sabes" comentó la otra monja, Dionisia, mientras negaba con la cabeza y barria el agua de el pasillo.

Ambas miraban a la chica allí parada enmedio de el patio.

________ James Scott.

Una chica de 17 años, de tes blanca, ojos risueños, labios carnosos, cabello negro como la noche, inteligente y astuta como un gato. Era una lastima que el riguroso uniforme tapara sus bien pronunciadas curvas.

Claro que todo eso tenía que tener algún defecto, era muy rebelde para su edad y posición social.

Dolores-: Será mejor que la dejemos ir a su habitación, el sacerdote no tarda en llegar-: murmuró.

Dionisia-: No lo sé, la Madre superior dió la orden de dejarla ahí un buen rato, no creo que sea lo correcto-:

Las reglas de la escuela debían ser acatadas a la orden, de no ser así, CUALQUIERA capaz de lo contrario recibiría un castigo.

El crujir de el cielo las hizo despertar a ambas de lo que hacían. Una de ellas echó un ojo al reloj de pared.

Dionisia-: Ya no debe tardar en llegar-: dijo.

Las dos se dirigieron a la entrada de la escuela para recibir al que sería el nuevo sacerdote y maestro de historia.

El automóvil se detuvo frente a el lugar.

De él, bajó un hombre alto, guapo de labios carnosos ojos seductores y una fornida apariencia que podía notarse aún bajo el traje negro que llevaba puesto.

Rápidamente el hombre corrió a cubirise de la lluvia.

Dolores-: ¡Bienvenido señor Kim Seok Jin!-: habló con amabilidad.

Jin-: Muchas gracias mis amables señoras-: sonrió.

Encantador.

Dolores-: En seguida mandaré para que acomoden sus pertenencias, pase por favor-:

Los tres entraron a el lugar.

~Blasphemy~. (Jin x Tn) "HOT 18+"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora