CAPÍTULO 2 - La llegada de las chicas

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Eran las cinco de la tarde, todos ya habían llegado, depende de la habitación en la que te había tocado, tenías que ir a un punto u otro. La habitación 'Pink girls' era en la que iban a convivir Sofía, Eva, Paula, Valeria y Lucia.

 Las primeras en llegar fuero Sofía y Eva y empezaron hablar:

- Hola, soy Eva.

- ¡Encantada! Yo soy Sofía. ¿Qué edad tienes?

- Tengo 16 años, ¿y tú?

- ¡Qué coincidencia! Yo también, ¡Me encanta tu pelo!

- ¡Merci

- ¿Merci? ¿No eres madrileña verdad?

- No, soy de Barcelona, me salen esas expresiones solas, lo siento.

- ¡Que va! Me encanta el catalán yo quiero aprender esa lengua. De hecho, me intenté ver la serie de Merli en versión original, pero me fue imposible, muchas cosas no las entendía.

- Yo si quieres te puedo enseñar un poco, y tú me enseñas algunas expresiones madrileñas a ver si paso desapercibida.

- Perfecto, ¡nos vamos a llevar bien!

En ese momento apareció Paula por otro lado, se bajaba de un coche con sus maletas rosas y Valeria y Lucia por otro con su padre, el director del campamento, un hombre trajeado.

- ¡Hola, amores! - se dirigió Paula a Lucia y Valeria al ver que iban con un hombre 'de categoría'.

- Hola, preciosa, ¿cómo te llamas?- respondió Lucia.

- Yo soy Paula, ¿y vosotras? 

- Somos Lucia y Valeria, y somos las hijas del director del campamento, verdad papá? - intervino rápidamente Valeria.

- Verdad, y papá ahora se tiene que ir - su padre se despidió y se fue.

Le dio dos besos a sus hijas y se fue.

- Nos vamos a llevar bien - dijo Paula.

Todas se dirigieron hacia donde estaban Eva y Sofía. Cuando llegaron, la primera en intervenir fue Paula y no fue muy amable:

- ¿Cómo puedes llevar esa mochila tan fea? - señalo la mochila de Sofía.

- Hola a ti también eh, a mí me gusta- respondió Sofía.

- Pues vaya gusto, ¿no te gusta más la mía?

- ¿Gastarme 500 en una maleta de marca? Pues no, prefiero ahorrarlo porque sé lo que cuesta ganarlo.

- Yo haría lo mismo que tu Sofía - la apoyo Eva.

En ese momento se hizo un silencio incómodo que por suerte rompió la monitora de campamento. 

- Hola, chicas, ¿preparadas para pasar una semana increíble?

Todas afirmaron con la cabeza, la monitora las dirigió hacia su habitación y allí ellas deshicieron su maleta y las dejó acomodarse a la habitación hasta las seis de la tarde que tenían que reunirse con los demás para empezar las actividades.  


Un verano inolvidableWhere stories live. Discover now