Capítulo 02

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  Al caminar por los pasillos del castillo, podía sentir la brisa otoñal, oír los tintineos de las hadas, el trote de los centauros y caballos que montaban las valquirias, el rugir de los caballeros al entrenar en el patio trasero del castillo.

—Buenos días princesa—dijo un guardia al abrirme la puerta del salón del comedor

—Buenos días, Mark—contesté con una leve sonrisa, había personal del castillo que conocía desde que tengo memoria, otros que fueron entrando, porque papá los cambiaba de puesto o que los dejaba libres cada 12 años.

Al acercarme a la mesa observo a mi padre y hermano mayor hablando animadamente y mis pequeños hermanos jugando con la comida, me pongo al lado de mi padre, le doy un beso en la mejilla saludándolo y me siento a su lado.

—Buenos días

—Qué te tomó tanto tiempo hermana, ¿otra vez ese sueño? —dijo mi hermano pinchando un trozo de su carne.

—Sí, no dormí bien, lamento la demora—sonreí levemente hacia él

—Tal vez un hada te hizo una mala jugada—y empezo a reírse levemente—lo siento, es solo que deberías cuídarte más, ya se te están haciendo marcas de ojeras debajo de tus ojos y eso no se ve bien.

—Le diré a Greta que se encargue de esto—apunto mi padre—hay que arreglar ese hábito de sueño tuyo.

Solo suspiré y asentí con la cabeza

En eso veo como le cae puré de batata en su impecable saco azul marino, pude ver como aquella expresión de asombro cambia a una enojada dirigida a los pequeños mellizos.

Los pequeños estallaron de risa ocultándose uno tras del otro, mi hermano les lanzó dos bollos a cada uno con un pequeño hechizo, sonriendo al lograr su cometido.

— Lucius, basta, te dije que nada de hechizos al menos que sean necesarios, y ustedes dos—dijo apuntando hacia los mellizos— no les fue suficiente, no han probado bocado alguno, solo han jugado con su comida.

Mi hermano carraspeó un poco y se limpió la zona del traje que había quedado manchada. Hubo un pequeño momento de silencio y seriedad hasta que mi padre se partió de la risa

—Mis lindos e inmaduros niños, que sería de mí sin su existencia.

Todos estábamos confundidos por lo que acababa de comentar, incluso los pequeños pararon de hacer lo que estaban haciendo.

—Sé que las cosas han cambiado, extrañan a su madre tanto como yo y sé que ya nada es como antes, que les hubiera gustado pasar más tiempo con ella,pero—dio un gran suspiro—no se pudo dar, y...y cada vez que despierto y veo a mi lado vacío, siento culpa de no haber sido más fuerte, de no haber hecho algo al respecto— se le cristalizaron los ojos, pero sé que no quería llorar.

—Papá...

—No, dejen que termine, ahora que tu madre ya no está, le hice una promesa, le prometí que cuidaría de ustedes, juré que cuidaría de ustedes hasta que tuvieran un futuro seguro y eso es lo que haré, a pesar de que siempre estoy ocupado, siempre buscaré una manera de pasar algún tiempo con todos ustedes—nos dió una leve sonrisa—sé que como no paso mucho tiempo con ustedes han estado tratando de hacer cualquier cosa para hacerme sentir orgulloso de ustedes, como aquella vez que los mellizos estuvieron en la cocina ayudando a las elfas a preparar la cena, o aquella vez que hubo un accidente en un pueblo cercano y Lucius fue a ayudar a los aldeanos y Runni, al apoyarme con la relación de criaturas y humanos en el reino.

Mi padre tomo mi mano y la de Lucius e hizo un gesto con la cabeza para que los mellizos se acercarán a él.

—Estoy y estaré orgullo de ustedes siempre, desde que nacieron lo estoy, ¿por qué?, porque sé que son capaces de hacer cualquier cosa que se propongan y más, y los amo, mi amor por ustedes jamás morirá, y jamás los dejaré solos, estaré a su lado hasta que ya no pueda.

—No digas esas cosas papá— dijo Runni con la voz entrecortada

Mi padré nos sonrió y envolvió en un abrazo

 —Papá,¿ podemos tener pudín de chocolate?—preguntó un mellizo, Kai, el pequeño glotón

—¿O tal vez esas tartaletas de frutas?—le respondió Auryn su melliza.

—¡Sí, ambos papá!— contestaron al mismo tiempo con los ojos brillantes llenos de alegría

Lucius, mi padre y yo reímos enternecidos.

—Está bien, pero no más de dos porciones

—Oye papá, no, es demasiado, no los consientas—respondió Lucius

Pero antes de que pudiera contestar, los mellizos salieron corrieron gritando alegremente hacia la cocina.

A veces, al mirarlos, recordaba que solo tenían 7 años, y que sólo pudieron estar 4 años de su vida con mamá, era tan triste, recuerdo que algunas veces yo tenía que estar con ellos, me preguntaban por ella y yo solo lloraba.

Ya acabando de desayunar los mellizos fueron llevados a sus clases con sus tutores personales, quedando solo nosotros tres en el comedor.

—Necesito algo de ustedes

—¿Qué es papá?— le pregunté extrañada por su seriedad en sus palabras

—Me gustaría que ambos pasen un tiempo conmigo para conocer algunos aspectos del reino y el castillo, Runni, ya casi vas a cumplir tu mayoría de edad y tendrás que tomar varias obligaciones y asuntos como tu hermano, la seguridad, política, la educación, la economía, natalidad y mortalidad, las alianzas a flote, la paz entre las criaturas fantásticas y humanos y el evitar la guerra.—soltó un gran suspiro.— también me gustaría que el arte de la hechicería de magia blanca de tu madre no desaparezca, así que, Lucius al ser el primogénito, tu madre te enseñó todo lo que ella sabía, ¿no es así?—Lucius asintió levemente con la cabeza—bien, me gustaría que le enseñes algunas cosas a tu hermana, quiero que sepa que en su sangre corre la misma que la de su madre, la posibilidad de que puede ser una hechicera como ella lo fue.




*La imagen no es mía*

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2021 ⏰

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