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—En ocasiones pienso que dudas de mis habilidades para algún día reinar estas tierras.
Mark, quién acomodaba su cabello en un moño lo miró por algunos segundos para luego volver su atención a su propia cabellera, soltando un bufido.
—Llevo más de año y medio siendo su guardia, conozco en este poco tiempo más de lo que cualquiera en el reino conoce sobre usted —lo miró— solo porque así lo desea —bajó sus manos hasta sus costados, dándole una pequeña sonrisa mientras Yuta esperaba ansioso que terminara su respuesta—. Créame cuando le digo que si alguien realmente duda de ello, no soy yo. Por el contrario, creo que... Ah... ¿Qu-qué hace? —el pelinegro comenzó a ser, para su desgracia, un manojo de nervios gracias a la repentina proximidad del castaño, quién había acortado de forma ágil y veloz la distancia que los separaba, quedando solo a unos pocos centímetros.
Yuta lo miraba de forma intensa mientras poco a poco una pequeña sonrisa se iba dibujando en sus labios, estaban tan cerca que sus narices rozaban levemente, haciendo que las orejas del guardia se tornaran en un color rojizo, denotando así la vergüenza que la cercanía del contrario le causaba.
Estaban en el área del jardín, un poco alejados del palacio, pero al menos esta vez el príncipe no había escapado de ninguna cena importante, o había hecho enloquecer a los empleados, tampoco se escabulló por una ventana ni desobedeció alguna orden, lo que ciertamente tenía un poco más relajado a su guardia. Sin embargo, aquel día se realizaría una comida a modo de celebración por la boda del príncipe la cual sería llevada a cabo en tan solo cuatro semanas y media, todos en aquel lugar esperaban ese momento desde antes de que siquiera Yuta pudiese aprender a hablar. Un acontecimiento del cual Mark claramente era consciente desde el segundo uno, una boda que meses atrás le traía indiferente, pero que en esos momentos no hacía más que desear que fuese cancelada, haciendo que tal pensamiento le provocara un sentimiento de decepción para consigo mismo, puesto que nunca, bajo ninguna circunstancia, tales cosas como comprometer a su nación podrían pasar por su mente, pero en ocasiones se veía cegado por sus más profundos deseos, queriendo simplemente mandar todo a la mierda.
Quizás, si Yuta se entrase de tal cosa podría llegar a odiarlo, después todo, el pensamiento de querer ponerse a él de primero y olvidar el reino era un pensamiento constante, uno que luchaba por evitar...
—¿Cuántas veces hemos tenido la misma discusión? —preguntó Yuta en un tono de voz suave— Deja las formalidades de lado una vez estemos solos, me siento incómodo, es como... Cómo si no confiaras en mi.
—E-eso no tiene sentido —se las arregló para decir—. Si le hablo de esa forma es para mostrar mi-mi respeto, existe una jerarquía y-y...
El castaño frunció el ceño.
—¿Por qué tan nervioso?
"Sí, Mark, ¿Por qué tan nervioso? ¡Concéntrate!" —se dijo a sí mismo.
El guardia carraspeó su garganta y buscó alejarse del príncipe, pero no le fue posible puesto que Yuta había ubicado sus manos en sus hombros... ¿Y a quién quería engañar? De hecho estaba tan vulnerable que no le era posible siquiera moverse unos centímetros lejos de él, estaba petrificado y en el fondo, en lugar de alejarse, quería cortar por completo la mínima distancia que les separaba, pero se contuvo.
—... Mark —chasqueó su lengua—, hablo en serio. Me está empezando a molestar en demasía. Sí, sí, conozco toda esa porquería a la perfección —hizo un ademán para restarle importancia—, pero no podría importarme menos, es decir, ¡Somos amigos!
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❝End To Start❞. [YuMark • NCT]
Fanfiction-¿A qué vienes? -su voz salió ronca, confirmando ciertamente que acababa de despertar, aunque de por sí, su estado despeinado y somnoliento hacía la situación bastante obvia- ¿Te comió la lengua el ratón? -el pelinegro apretó sus labios en una fina...