☯︎Veinticinco☯︎

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Mirio comenzaba a desesperarse, aquellas puertas lo confundían y estaba entrando en pánico. Tal vez fue mala idea irse por su cuenta pero no podía perder más tiempo, Eri era lo primordial allí.
Abría cada puerta que veía y no podía encontrar a la pequeña, su respiración era errática debido a los nervios y estrés. Fue hasta que pensó en Izuku que se calmó, aquel rescate también era muy importante para el peliverde, por lo que respiró hondo y se calmó, por fin escuchando algo.

—¿Eri-chan? —preguntó en aquella habitación donde había escuchando unos sollozos.

—¿Quién eres...? —preguntó temerosa.

—Soy Lemillion, un héroe que viene a rescatarte. —habló con calma para tranquilizar a la niña.

—¿En verdad...?

—Si pero debemos irnos ahora o aquel hombre vendrá por nosotros, ¿confías en mi? —extendió su mano, Eri un poco dudosa decidió tomar su mano y por fin escaparon de allí.

Comenzaron a caminar con precaución, mirando hacía todos lados en busca de Overhaul o alguno de sus hombres, todo parecía ir bien pero el ruido de pisadas delante suyo los alarmó.

—¿Dónde crees que vas Eri? —la niña abrió sus ojos con terror al ver a Kei.

—¡Deja a la niña, pelearas contra mi!

—No me interesas, dame a Eri ¡ahora!

—¡No! sobre mi cadáver... —y el rubio se abalanzó hacía el villano.

—Como quieras.

Chisaki era malo en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo y eso significó una gran ventaja para Mirio, lo golpeaba con gran fuerza y utilizaba su quirk para marearlo y distraerlo. Todo parecía ir bien hasta que sintió como su cuerpo tambaleaba, veía borroso y sus fuerzas bajaron considerablemente.

—¡Por fin llegas! —le grita Chisaki.

—Lo lamento, estaba ocupado con otro héroe.

—Encargate de él —ordena para luego dirigirse a la pequeña—. Y tú vendrás conmigo. —y la toma con fuerza de la muñeca.

—Ese espíritu de héroe...que patético, nunca podrían haber salvado a Eri. Los héroes son una plaga que pronto se extinguirá. —dijo Sasaki apuntando un arma hacía Mirio, este estaba muy débil para esquivarla pero aún así tomó fuerzas y logró quitarle a Eri de los brazos de Overhaul.

—¡Ya dispara! —le gritó colérico— ¡Dame eso! —se la quita bruscamente y lo apunta sin temor, el rubio mantiene a la niña tras suyo para protegerla.

—¡No me interesa quiénes son, nunca les perdonaré el que utilicen a una niña para sus planes egoístas!

—Como si pudieras detenerme. —dice divertido y dispara.

Todo paso tan rápido, en tan solo unos minutos todo había salido mal, tal vez no estaba listo para esa misión. Esperó el impacto, esperó ese punzante dolor en su brazo pero nunca llegó. Poco a poco abrió sus ojos y allí lo vio, esa luz roja y la bala detenida.

—¡¿Están bien?! —preguntó rápidamente para luego lanzar la bala unos metros lejos.

—S-Si...gracias Midoriya. —agradece aún en shock el rubio.

—No agradezca, somos compañeros ¿cierto? —le sonrió.

—¿Compañeros?...¡¿por qué lo salvaste Vergil?! ¡Creí que estábamos del mismo lado! —le gritó colérico.

—Nunca acepté tu propuesta Overhaul.

—No sé supone que las cosas salieran así... —el hombre caminaba de un lado a otro revolviendo sus cabellos con desesperación— ¡Tú debías ser mío!

☯︎ 𝕐𝕠𝕦 𝕔𝕣𝕖𝕒𝕥𝕖𝕕 𝕞𝕖 ☯︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora