Capitulo VI

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Me levanté y prepare un poco de café. Cuando fui a ponerle comida a Lula descubrí que no comió la de ayer y que seguía durmiendo… solo la acaricie un poco y la deje, creo que cambió de horarios como los bebes cuando toman la noche por día y viceversa, anoche escuché ruidos en el comedor, al menos se cambió de lugar para dormir. El olor desagradable sigue, creo que un vecino tiene algo apestoso en la casa y no lo saca.

Hablando de eso hace rato que no lo veo al señor Martínez, éramos grandes amigos en el departamento, luego  le pedí algo y no me quiso dar entonces me enojé y le dejé de hablar… a la noche le llevé un regalo de disculpas, toque a su puerta y pude notar a la mañana siguiente que lo recibió, desde entonces que no lo veo.

Hoy no fui con el detective, el caso ya me decepcionó, ya supera mis límites. No estamos avanzando en nada y me parece que el detective se está metiendo donde no lo llaman, ya se volvió un capricho ya que tiene… me da tanta impotencia, tanta rabia… Para su bien dejé el caso nomas y bueno, vuelvo a mi vida de pobre.

Debo conseguir algún trabajo porque ya me estoy quedando sin comida en casa, por suerte Lula parece que entiende la situación y come muy poquito.

Locuras EnredadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora