𝚅𝚒𝚍𝚊 𝙼𝚎𝚜𝚝𝚒𝚣𝚊 - 𝙿𝙹𝙾 𝙵𝚊𝚗𝚏𝚒𝚌

𝙲𝚊𝚋𝚊𝚗̃𝚊 𝚃𝚛𝚎𝚌𝚎

NICO ERA MUY BUENO PARA CREAR PLANES, SIEMPRE ENCONTRABA LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS MÁS COMPLICADOS. Había entendido el plan de los dioses para unir a los campamentos a la perfección sin que alguien se lo explicase, había convencido a dioses importantes, encontró la clave para que Percy permaneciera invulnerable justo para la batalla contra Kronos, se había convertido en el Rey de los Fantasmas pero no servía de nada estar tan preparado con soluciones y planes de escape si siempre cometía el mismo error con las personas.

Hace mucho tiempo había aceptado el hecho de que la soledad no era más que una realidad para él. Era naturalmente evitado por su aura oscura y, por más que intentara esconderla, era una parte importante de él que había aprendido a aceptar. Pero todo eso había cambiado cuando Will había llegado a su vida. ¿Cómo alguien tan alegre podía estar con él voluntariamente? La misma pregunta se la hacía a sus dos nuevas amigas, especialmente a la que tenía frente a él en ese momento. Lamentablemente sabía cómo todo iba a terminar, siempre era la misma historia con cada uno de ellos.

Nerea era su completo opuesto. Si bien era cierto, ella se había aislado del resto cuando perdió a alguien importante en su vida, nunca se llenó de rencor ni perdió a las pocas personas que la querían. Lidiaba con la pérdida de una manera diferente. Buscaba ser optimista y le importaba más cómo se sentía el resto dejando a un lado cualquier tipo de sentimiento negativo dentro de ella manteniendo siempre una sonrisa. Era una de las tantas cosas que admiraba de ella y, definitivamente, era la cualidad que más le gustaba. No era lo único, por su puesto. Físicamente era muy linda, nadie podía negar eso y era solo cuestión de tiempo que otros campistas se dieran cuenta de eso. Tenía la piel más bronceada que cuando la conoció y sus ojos le recordaban vagamente a su hermano, cosa que le había costado superar cada vez que ella lo miraba.

"Una foto te podría durar más" Murmuró en español, sin dejar de morder el borde de la pluma ni quitar la mirada de su cuaderno. A Nico no le costaba entender el español, eso se debía a que Andrea y Nerea lo hablaban todo el tiempo y era muy parecido al italiano.

"Ne ho troppi" Le respondió el pelinegro. Por otro lado, ninguna parecía entender el italiano.

"No tengo ni idea de lo que me acabas de decir" Nicole levantó levemente la cabeza para mirarlo con las cejas levantadas.

"Que ya tengo demasiadas"

"Oh" Volvió a agachar la cabeza intentando esconder el rosado de sus mejillas. Era divertido ver como tantas cosas le daban vergüenza, o a lo menos esa era la explicación que Nico le había dado a los repentinos sonrojos de su amiga.

"¿Terminaste?"

"Dame cinco minutos más" Murmuró nuevamente. Nerea continuó trazando líneas que parecían no tener sentido para Nico.

"Bene" Nico despeinó el cabello de su amiga y se levantó de la cama. Una parte de él no le quería tomar cariño a la hija de Poseidón pero otra no podía evitarlo. Quería evitar que su partida doliera pero, ¿cómo iba a ser eso posible? Era solo cuestión de tiempo, pronto ella iba a terminar siendo coronada como princesa e iba a aceptar la inmortalidad. Iba, inconscientemente, a seguir los pasos de su hermana mayor. Pero entendía que no tenía alternativa. Especialmente porque cada día que ambos pasaban juntos era un peligro, si la profecía era real claro. Despertando dentro de él ese instinto de protegerla por más que ella no lo necesitase.