Park Chanyeol era el director de esa escuela.
El vestía una camisa de botones blanca con rayas azules mientras que en su escritorio había un café para aguantar todo el día. Su apariencia gritaba “descuido” por dónde sea que miraras y desde lejos. Unas oscuras ojeras ya hacían bajo sus ojos y al haberse levantado tarde, no pudo rasurarse ese feo vello facial que parecía de borracho.
El tenía la apariencia de un extra y lo era, el lo sabía y no le preocupaba demasiado.
Al contrario de el, una hermosa mujer que llevaba un velo se dirigía hacía la oficina del director con elegancia en cada paso que daba.
¿Era talvez una señal de que se arreglará por una vez en si vida? Puede ser.
Dos golpes en la puerta resonaron por toda su oficina.
—Señor, lo buscan —Dice la recepcionista de la escuela al escuchar un pase como respuesta, para posteriormente dejar entrar a una mujer despampanante y ella regresar a su puesto.
Definitivamente era una señal.
Vestía un vestido negro escotado que le llegaba un poco más abajo de las rodillas, con mangas largas que remarcaban su bonita silueta curvilínea y pudo notar como sujetaba una gabardina en su brazo derecho. Su cabello era largo y ondulado. Parece una bruja, pensó y no se equivocaba. Unos lentes oscuros ya hacía sobre sus ojos, impidiéndole ver el color de estos.
¿Conocen ese tipo de persona que incluso vistiendo algo "común" podría hacerlo ver cómo si fuera lo último en la moda? Ella es ese tipo de persona.
—Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle? —Dijo con una sonrisa formal, mirando demasiado a la señora. Con unos ojos oscuros.
Ella levantó sus lentes y los puso en su cabeza. Unos ojos grandes de color amarillo cuál reptil fue lo primero que llamo su atención, con unas largas, espesas y oscuras pestañas. Una nariz pequeña y respingada y unos labios rosados igual de pequeños.
—Buenas tardes —Saludó y posterior a eso se sentó en una de las dos sillas que habían en el escritorio del docente —Venía directamente a usted después de hablar con la recepcionista sobre si todavía había cupo de inscripción para mi hijo de primer año —Dijo con una expresión decidida. Había algo en esa mujer que la hacía ver demasiado atractiva para su propio bien —¿Usted es...? —Ladeó su cabeza al preguntar.
— Park Chanyeol, un gusto —Dijo solamente, sus ojos nunca apartando la mirada de ella y talvez, sus ojos estaban siendo demasiado insistentes sin razón alguna.
Ella asintió y rápidamente, su expresión se tiñó de pesadez y dejo de mirarlo, rompiendo el corto contacto visual que habían compartido.
—Señor Chanyeol —Carraspeó y una expresión sombría saludo en su rostro —Sé que tal vez no sea un buen momento para inscribir a alguien, porqué entiendo que es una temporada llena pero, me acabo de mudar a la ciudad y me gustaría que mi hijo estudié en una escuela tan buena como está, ¿Me entiende? —Hizo una mueca, volviendo a mirarlo a los ojos y un destello salió de ellos —Esta escuela es mi única opción.
— Oh, no es necesario que me explique, la entiendo perfectamente — Aunque realmente no lo hiciera, Chanyeol sentía que no podía negarse a esa mujer y es que, había algo en sus ojos que no le permitía hacerlo. Supongo que no tenía de otra más que aceptarlo.
— ¡Gracias, muchas gracias! — Dijo ella y se notaba su “auténtica” felicidad —Tal vez debí decirlo desde el inicio mi nombre, soy Jeon Jungmi —Dijo alegre, su nombre siempre causaba reacciones divertidas en los demás. Y era obvio el porqué.
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Díselo al diablo
De TodoEl diablo, - Jeon Jungkook, en su nombre coreano - estaba aburrido de su vida cotidiana, por lo que decide entretenerse siendo el presidente estudiantil en una preparatoria, tomando la forma de un apuesto chico que venía a arruinar la vida de los de...