Tiempo de herida. [sterek]

Heridas

—¡Joder! —Stiles se queja cuando Derek pasa un algodón con alcohol sobre una herida.

—Resiste. Esto te pasa por meterte donde no debes. —Derek le regaña mientras atiende cada herida con especial atención y cuidado.

—¿De nada? —si él no hubiera estado allí, estaba seguro de que los chicos se la hubieran visto más difícil de lo que había sido derrotar al nuevo enemigo en Beacon Hills.

—No es gracioso, Stiles. Deja de ponerte en peligro. —Hale ahora venda los cortes en los brazos del castaño, su ceño está tan fruncido que parece doloroso.

—Ustedes primero. —Stilinski menciona, lo que hace que Derek alce la vista para mirarle con bastante molestia reflejada en sus ojos. —No puedes pedirme que no haga nada cuando son ustedes los que siempre saltan al peligro a la primera situación arriesgada.

—Es diferente, Stiles. Nosotros nos curamos en minutos, tu no. —el azabache termina su trabajo de vendar a su novio y comienza a recoger. —Sólo... No quiero que resultes gravemente herido, no podría soportarlo.

Mirando a Derek levantarse del piso, donde se había arrodillado frente a él para curarle las heridas, Stiles sonríe conmovido.

—Y yo no quiero que mueras, ninguno. —dice con un suspiro. —Y si no lo has notado, siempre soy yo quien les está salvando de eso. Si no estuviera detrás de ustedes, ya hubieran sido asesinados hace mucho. —ganándose una mirada del azabache, Stiles se ríe. —¡No me mires así! Es cierto, tengo miles de situaciones pasadas de las que no hubieran salido si no hubiera estado allí. ¿Quieres que las digas?

Acercándose al castaño, Derek toma una de sus manos y lo hace levantarse del mueble. Sentándose donde antes estaba el humano, le guía para que se vuelva a sentar, pero está vez sobre sus piernas. Rodeando a Stiles con sus brazos, el hombre lobo apoya la frente contra su hombro.

—Tienes razón. —admite. Stiles siempre sería una pieza clave e importante para ellos. Y en algunas ocasiones, eso le molestaba. Siempre estaban corriendo peligro, no quería que un día algo saliera mal. 

—¿A caso estás enfermo? —Stiles se sorprende de las acciones de Derek. —Me estás dando la razón.

—Quizás. —el mayor dice separandose del hombro del más joven para verle a la cara. El castaño le regresa la mirada girando la cabeza en su dirección. —Te amo, Stiles.

Sorprendido por un segundo, Stiles sonríe al siguiente. —Yo también. —dice en un tono suave e íntimo. —Pero no vas a convencerme de no ir con ustedes cuando algo ocurre. —agrega de inmediato, lo que hace que Derek gire los ojos.

—Eres un dolor de cabeza. —Hale dice sin fuerza, besando luego el hombro del castaño. —Al menos intenta no salir tan herido.

—Está bien. —Stilinski cede un poco, completamente adormecido por los sentimientos que Derek estaba provocando en él con sus pequeños gestos, como besar su hombro y afianzar su abrazo. —Pero, aún si recibo alguna herida, siempre estás para curarla, así que no me preocupa tanto.

—Hay cosas que no puedo curar. —rasguños y golpes si, pero no una herida de bala o una fractura. Temía que un día Stiles se lastimara de una forma que él no pudiera solucionar.

—No te preocupes por eso. —Stiles acerca una mano hasta el cabello azabache de Derek para acariciarlo.

Ciertamente no podían prometer no salir heridos, pero al menos podían intentar que no fuera nada grave. Y mientras estuvieran al lado del otro, nada malo podría sucederles.

—Te amo. —Derek repite para calmarse. Pensar en que algo pudiera sucederle a Stiles siempre le ponía ansioso, y cuando salía herido ese pensamiento tomaba fuerza.

—Te amo. —Stiles le regresa con una sonrisa brillante que sólo desaparece cuando Derek se acerca para besarlo.

Es dulce, pequeño y delicado, pero es suficiente en ese momento.

Fin.