Capítulo 43

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              –FIESTA, CARTAS Y UNA MUERTE–

              –FIESTA, CARTAS Y UNA MUERTE–

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CLAIRE

Dos días antes de los juegos.

−¡Ven por mí, perra! −Spencer rió a carcajadas y se escabulló dentro del bosque −. Apúrate antes que él te alcancé.

Mire hacia atrás y Kass venía siguiéndome, apresure el paso y corrí más fuerte porque no quería morir. No luego de todo. El sol estaba apenas saliendo y la niebla no me dejaba ver con claridad, me impulse con más fuerzas y corrí como si mi vida dependiera de ello. Bueno, tal vez lo era. Atravesé árboles y árboles, hasta que me quede parada en medio del bosque descampado, no había nadie pero por alguna razón me sentía mareada, tal vez era ese ruido intenso o Spencer que apareció delante de mí.

−Buen intento la próxima que quieras vivir, Claire −extendió sus brazos, cerró sus ojos y de repente cuando un calor cálido nos abrazó, Spencer abrió los ojos de golpe. Estos mismo, estaban de un color anaranjado, al igual que la llama de fuego que cargaba en sus manos. Elevo más y más sus manos hasta que la nieve se derritió por completo y el fuego cubrió todo el bosque. Ella sostenía su magia con sus ojos fijos en mí.

−Yo no cantaría victoria antes de tiempo, querida Spencer.

Sonríe de lado, incline mi cabeza hacia abajo mientras mis ojos se cerraban. Canalice una emoción y fue la ira, para entonces abrir los ojos de golpe y alzar mis brazos hacia arriba. El cielo se torno de un color oscuro, casi que nos cegaba los ojos por su oscuridad. Sentí como la adrenalina recorría cada rincón de mi cuerpo que se encontraba dormido, un mechón de mi cabello se tiño blanquecino y mis venas resaltaron sobre mi piel.

Incliné mi cabeza hacia arriba y con toda la fuerza posible, grité:

−¡Cambiat!

Con mis manos elevadas hacia el cielo, comenzó a llover de manera que las gotas que caían sobre mi piel, dolían. El fuego de Spencer empezó a apagarse, el sonido de los rayos se intensificaron y estábamos en una lucha entre apagar y mantener el fuego.

−¡Ríndete! −le grité a Spencer mientras una gota de sangre se deslizaba de su nariz.

−Eso no es una opción y lo sabes. Solo gana aquel que no tenga compasión y sepa jugar con inteligencia  −ella se enfureció y cuando bajo sus manos de repente el fuego volvió a aparecer de manera intensificada. Pero esta vez una llama que podía ver desde lejos, venia hacia mí, y si no la detenía iba a quemarme viva.

Cuando el fuego atravesó gran parte del bosque y pasó por al lado de Spencer, extendí mis manos hacia ella y centré mi energía en su magia.

−¡hazte mía! −dije y el fuego se quedo en medio de ambas, cada una hacia la fuerza suficiente para que el fuego se decidiera por acabar a una de las dos.

Wonderf  © (sin editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora