Capítulo 02

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Venimos a este mundo totalmente puros, siendo libres de cualquier pecado. Hasta que en algún momento, nuestros propios demonios nos atan cadenas, embriagando nuestra alma de odio, tristeza e rencor.

Entonces, en ese momento dejamos de ser libres, dejamos de amar, dejamos de ser felices, dejamos de vivir...

El cielo ha dejado aquellos colores oscuros que tenían hace unas horas, las estrellas en algún punto de la noche, habían desaparecido completamente

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El cielo ha dejado aquellos colores oscuros que tenían hace unas horas, las estrellas en algún punto de la noche, habían desaparecido completamente.
La gran bola gigante que era la luna cada vez se hacía más pequeña, conforme avanzaba el amanecer.

Es lo primero que ve el rubio al abrir los ojos, a escasos centímetros de él, se encuentra Eren estando totalmente dormido, sus suaves reparaciones es el único ruido que hay en la habitación, junto con el canto de las golondrinas.

Armin suspira, siendo producto del cansancio de la noche anterior.

—Eren despierta—sacude suavemente el cuerpo de Jaeger, quien se encuentra descansando plácidamente en su cama.

Después de que fuera a la estación de policía por Jaeger, era más de medianoche, y Eren le había pedido el favor de ir quedarse en su departamento.

Armin aceptó sin pensarlo dos segundos. Ya no podría perder nada más. Aunque en estos momentos, lo más conveniente para el castaño era que se marchara de su departamento antes de que Mikasa se encontrará con Eren.

El castaño se movió lentamente entre las cobijas del rubio, como si negara despertarse de su sueño. Arlert escuchó como Eren soltaba un gemido de cansancio al abrir los ojos.

Los orbes color jade se toparon con los ojos de Armin, provocando que el corazón del rubio comenzará a palpitar con más frecuencia.

Una sonrisa juguetona se formó en la cara de Jaeger.

—Buenos días Armin..—Había pasado mucho tiempo desde que Armin escuchó a Eren hablar de esa forma.

Tan sereno y alegre.
Algo totalmente opuesto al antiguo Eren que Arlert recordaba.

Por un momento, el corazón del rubio, late con más fuerza.

—Buenos días— le saludo con tranquilidad mientras salía afuera de su habitación, con la esperanza de que todos aún siguieran dormidos.

No había rastro de alguien por el momento, el departamento está en un total silencio, cosa que alivio un poco al rubio.

Volvió a su habitación, observando desde el marco de su puerta al castaño mirando el amanecer a través de su ventana.

Jaeger parecía estar en su propia laguna de pensamientos y preocupaciones, sus ojos habían dejado aquel brillo con el cual le había recibido al despertar.

─Eren, recoge tus cosas, vamos a salir un rato...─

Los dos habían ido a parar a un parque

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Los dos habían ido a parar a un parque. Sentados en un banca, sumidos en un enorme silencio incómodo, sobre todo para el rubio.

En algún punto, Eren se había ofrecido a traer una bebida para ambos, dejando solo al rubio por unos minutos.

Armin observó desde la distancia a los niños jugar tan alegremente en los columpios o en la arena, con una sonrisa en sus rostros.

Un recuerdo lejano viene a la mente de Arlert; tanto él como el castaño jugando igual que esos niños, disfrutando la compañía que ambos se brindaban.

En ocasiones, cuando el rubio se lastimaba, Eren solo tomaría la mano de Armin, arrastrándolo hasta su hogar, con tal de curar su herida, por más pequeña e insignificante que fuera, el pequeño castaño jamás soltaba su mano, como si su vida dependiera de ello.

La mano de Eren siempre se sintió cálida junto con la de Armin, pensó el rubio, mientras sus mejillas se teñían de rojo.

Probablemente el rubio hubiera seguido divagando sobre los viejos tiempos convivió con Jaeger, de no haber sido, que el castaño lo sacó de sus pensamientos.

—Espero que aún tengas el mismo gusto por el chocolate caliente—confesó Eren, mientras le extendía un vaso a Arlert.

Armin solo asintió mientras tomaba entre sus manos el recipiente. El calor irradia rápidamente calor en sus manos, siendo confortable para el rubio. Haber salido a tan temprana hora, terminó siendo un poco contraproducente, el clima aún era demasiado frío.

—Sabes— hablo Eren tranquilamente, mientras tomaba un sorbo de Lo que parecía ser su café.

—Recuerdo que cuando teníamos exámenes finales, yo solía desvelarme hasta tarde estudiando. Y tu siempre me llevabas bebidas para estar despierto. Nunca te lo agradecí, lo siento—la voz de Eren, había pasado de ser tranquila y relajada, a sonar melancólica, como si algo lo estuviera afligiendo.

Los ojos de color jade de Jaeger se encontraron con los del rubio. 
La mirada del pobre castaño se había cristalizado, lágrimas transparentes escurría de los ojos de Eren, cosas que alarmó a Arlert.

—No tienes que disculparte—

Un gemido lastimero emitió Eren, mientras apretaba con fuerza el termo dónde estaba su café. Las mejillas del castaño comenzaron a mojarse con más frecuencia.

—No solo es eso... Armin, quiero disculparme por todo. Por haberte golpeado la última vez que nos vimos, por herir a Mikasa, por mandar a la mierda todo...— por cada lágrima que el castaño suelta, cada vez más, Jaeger se va quebrando.

El simplemente pedir perdón no arregla todos aquellos platos rotos.

El pedir perdón no haría que todas aquellas lágrimas que Armin había derramado gracias a Eren desaparecieran.

El pedir perdón, no significaba nada, no era una afirmación de que él no volvería a sufrir.
Pero... Ya había perdido antes a Eren. 

Observó el como Jaeger se distanciaba cada vez más de él, sin aviso alguno; volviéndose una persona totalmente diferente a como lo conocía, y Armin lo había permitido, se había vuelto un espectador de como Eren se quebraba poco a poco, y en vez de ayudarlo, simplemente dejo que todo llegara a un punto de quiebre.

¿Volvería a dejar ir a Eren luego de haberlo perdido por tanto tiempo? ¿Después de tantos lamentos?

¿Realmente tenía la fuerza de soltar a la persona que más amaba?

La mano del rubio toma la cara del castaño, con aquel cariño y delicadeza que había estado añorando por tanto tiempo. Los dedos de Armin trazan círculos imaginarios, brindándole calma a Jaeger.

—Esta bien Eren... Eso ya no importa, ahora estás aquí, a mi lado— dijo suavemente, mientras limpiaba las lágrimas del contrario.

No iba permitir que nuevamente el cruel destino le quitara a Jaeger de su lado.

No en esta vida...

🍒—una parte de mi cerebro esta considerandosseriamente meter un tema de vidas pasadas a la historia, y la otra parte no quiere

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🍒—una parte de mi cerebro esta considerandosseriamente meter un tema de vidas pasadas a la historia, y la otra parte no quiere...

En otros temas... ¡Gracias por las lecturas, y lo siento por tardar mucho en actualizar! Tuve un bloqueo creativo horrible, y un bajón emocional horrible que no me dejaba escribir. Como quiera, tratare de actualizar rapido, o nuevamente quedo 🤡

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⏰ Última actualización: May 02, 2021 ⏰

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𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐀 𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞┊𝘌𝘳𝘦𝘮𝘪𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora