Cassie, a sus ocho años ya sabía todos los modales necesarios de una señorita Rossi, como decía su madre.
Ella tenía el privilegio de haber nacido en la noble y ancestral Casa de los Rossi, la familia italiana con la sangre más pura—compitiendo directamente con Los Black—que existía en estos tiempos.
Los Rossi pertenecían a los Sagrados Veintiocho, y tenían el suficiente dinero como para sobrevivan sin tener que acudir a un trabajo.
—Derecha, Cassie—murmuró su madre.
Ahí estaba la más pequeña de los Rossi, acompañada de sus padres, el señor Alejandro—cabeza de la casa—y la señora Arianna, la familia había acudido una fiesta que la clase alta tenía el capricho de realizar cuando les daba la gana.
—Atención, la familia Rossi—presentaron.
La pequeña Cassie estaba en medio de sus padres, quienes se mostraban con una sonrisa amplia.
—El patriarca de esta noble casa, el señor Alejandro—su padre levantó su mano como saludo. —Su esposa, la señora Arianna—su madre asintió sonriendo. —Y por último, su pequeña hija, la señorita Cassie.
—Sonríe—murmuró su madre.
Cassie obedeció a su madre, y sonrió. La familia Rossi empezaron a bajar hacia el salón principal para unirse al baile.
La familia Black, había organizado la fiesta con el propósito de encontrar una prometida a su menor hijo, Regulus, ellos consideraban que era el más apto para representar a la familia.
—Querida Arianna—Walburga Black se acercó y le dio un beso en ambas mejillas a la señora Rossi. —¿Cómo has estado? Te ves divina—sonrió con hipocresía.
—De maravilla—devolvió la sonrisa. —¿Y usted? La veo más joven que la última vez.
Walburga soltó carcajada. —Que dices—alzó sus hombros. —Me hice unos pequeños arreglos.
Cassie se empezaba a aburrir de escuchar a las dos mujeres, sin embargo, no podía ir a otro lado.
—¿Ella es tu hija? —Walburga se acercó a la pequeña. —¡Es muy bonita!
—Sí—Arianna puso sus manos en los hombros de su hija. —Se llama Cassie, tiene ocho años.
—¡Oh! —la señora Black soltó una risa risueña. —Mi menor hijo, Regulus, tiene la misma edad—con la mirada empezó a buscar a su hijo. —Debe estar cerca de... ¡Sirius, deja ese cuadro!
La señora Walburga con su mirada de enojo, se acercó a su primogénito y le jalo de la oreja, dándole un regaño.
—Hija—Arianna acaricio la mejilla de su pequeña. —Échale un vistazo al jardín, quizás encuentres algo fascinante.
Cassie asintió con emoción y delicadeza, aguantado sus ganas de correr, se dirigió hacia el jardín. Sin embargo, antes de llegar se detuvo en una mesa, un niño andaba escondido debajo de esta.
—¿Hola? —Cassie se acercó tímidamente. —¿Quién eres?
El pequeño levanto la mirada y se sonrojo al verla. —Mmm...soy...soy Re-Regulus...Black.
—Oh, eres el hijo de los anfitriones—afirmo ella. —Me presento, yo soy Cassie Rossi.
—Tienes un lindo nombre—Regulus hablo bajado la mirada.
Cassie se sonrojo al recibir ese cumplido, nunca había tenido tanto contacto con un niño.
—¿Qué haces ahí metido? —preguntó
—Oh...me escondo de mi madre—afirmó. —Tiene la intención de conseguirme una esposa.
—¿Qué es una esposa? —pregunto la pequeña.
—Mmm...bueno, según mi madre—Regulus pensó un poco. —Solo sé que es mi compañera de vida.
—¿Y cómo sabes que será tu compañera de toda la vida? —Cassie se asombró.
—Supongo que me tiene que agradar—Regulus alzó sus hombros. —Eso me dijo mi padre, pero mi madre dijo que tiene que ser perfecta.
—¿Yo te agrado? —preguntó Cassie.
—Mmm sí.
—¿Puedo ser tu esposa?
Regulus se sonrojo por completo y miro a Cassie, quien lo pregunto con tanta naturalidad.
—Eh, eh, digo, su-supongo que-que sí—Regulus respondió y se le ocurrió una idea. —Ven, te enseñaré algo.
Ambos niños empezaron a correr hacía el jardín, luego empezaron a ir más allá, llegado a un bosque.
—¿A dónde vamos? —preguntó Cassie, quien se le dificultaba caminar por su largo vestido.
—Es una sorpresa—Regulus por primera vez, se sentía en confianza, como si pudiera decir cualquier cosa y no sería juzgado.
Llegaron a un gran árbol, que en su cabeza llevaba una pequeña casita.
—¡Es asombroso! ¿Qué es? —gritó Cassie sonriendo.
—Es una casa del árbol—respondió Regulus. —Mi amigo Kreacher me ayudó a hacerlo.
—¿Y puedes subir? —Cassie se acercó a Regulus, haciendo que se sonroje.
—Sí-Sí—asintió. —Ven, te ayudo.
Regulus se acercó a las escaleras, y subió un poco para extender su mano. Cassie al ver su mano se sonrojo y la tomo. Ambos niños subieron al árbol.
—¡Es más asombroso por dentro! —grito Cassie al ver la casita.
—¡Sí, aquí tengo mis juguetes! —Regulus agarró uno. —Antes venía con mi hermano, Sirius, pero dice que ahora es grande—explicó con tristeza.
—¡Yo vendré a acompañarte! —prometió Cassie.
—¡Gracias! —Regulus sonrió. —Así ya no me sentiré solo.
—Te prometo que mientras tenga vida, nunca estarás solo—Cassie alzo su meñique.
Regulus miro su meñique sin entenderla.
—Envuelve tu meñique con el mío—explicó. —Esto es una promesa.
Ambos niños envolvieron sus meñiques, sonriendo al hacerlo.
Había pasado unas horas, ninguno se había dado cuenta, pero la noche ya había llegado, entonces con miedo a que sus respectivos padres los regañen, corrieron a la mansión.
Al llegar, ambos estaban cubiertos de plantas y tierra, se encontraban sucios, Cassie sabia que su madre le iba a gritar, pues una señorita nunca podía estar de esa forma.
Sin embargo, al entrar al salón, vieron a sus padres riendo juntos. Los adultos al ver a los niños, se carcajearon más.
—¿Entonces, Walburga? —el señor Alejandro y su esposa levantaron su copa de vino.
—¡Es oficial! —la señora Walburga con su copa en mano, se puso en medio del salón. —¡Señores y señoras, les deseo informar sobre el compromiso de mi menor hijo!
Los dos niños no entendían que estaba sucediendo, la gente del salón se quedó en silencio.
—Tengo el honor de anunciar, que el joven Regulus Black se acaba de comprometer con la señorita Cassie Rossi—gritó uno de los servidores.
El salón se llenó de aplausos y gritos de la multitud, mientras que los niños no entendían que sucedía. Hasta que Cassie comprendió todo, y se sonrojo al hacerlo.
Cassie iba a ser la esposa de Regulus.
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Inefable ϟ〈 SIRIUS B. ┃REGULUS B. 〉
Fanfiction❝Por él siento un amor puro, pero, por Sirius...es algo tan inefable❞. Cassie Rossi, heredera de una noble familia italiana, desde que a sus ocho años conoció al segundo hijo de los Black, Regulus, se enamoró perdidamente. Regulus Black, cuando empe...