Familia Uchiha Uzumaki - MenmaNG

1 - Feliz cumpleaños papá

Traducción al español por @emyiem (facebook.com/emyiem1)

Menma a la edad de 4 años: 

- Papá, ¿hasta qué edad cumplimos años? - Preguntó Menma mientras abría el regalo que le había dado Sasuke. - ¡Wow! Es genial, pero no sé qué nombre ponerle a una rana. 

El Uchiha acarició el cabello de su hijo notando que empezaba a caer sobre sus ojos, le daba mucha pena cortarlo y siempre terminaba dejándolo pasar del largo ideal. Ésta era sólo una de las muchas obligaciones que tenía que conciliar con su vida nómada. 

- Hasta que morimos, después contamos los aniversarios de muerto. - Respondió con calma, sabiendo que pronto recibiría otra avalancha de preguntas del pequeño curioso. 

- No tienes cumpleaños. - Menma hizo un mohín ante la mentira que le decía su padre. - Nunca salimos a comprar tu regalo, ni a comer la comida de cumpleaños. ¡Soy un niño grande, papá! Dime cuándo dejaré de recibir regalos. 

- No es eso, Menma. Algunas personas dejan de celebrarlo por diversas razones. - Este tipo de preguntas siempre fueron más complicadas de responder. - La fiesta es sólo una excusa para divertirte con los que amas. 

El niño empujó el peluche en el regazo de su padre y corrió hacia la cama de la posada donde se alojaban esa noche. Sasuke no entendía lo que iba a hacer hasta que lo vio acurrucarse en la manta convirtiéndose en un montículo enfurruñado, solía hacer eso cuando algo le molestaba. 

Ser padre no es algo fácil, tal vez menos para alguien que perdió al suyo tan pronto, pero cada día se las ingeniaba para desempeñar su papel. Se levantó y se dirigió hacia donde estaba su hijo. Se acercó lo suficiente como para escuchar la respuesta a través de la gruesa tela de la manta y preguntó: 

- ¿Por qué estás triste? ¿Quieres ayuda con el nombre de tu rana? 

- No me amas. - Sasuke cerró los ojos y respiró hondo dándose cuenta de la burrada que había dicho. - No quieres divertirte conmigo. 

- Te lo explicaré mejor si sales de ahí. - La manta se abrió un poco, lo suficiente para que los ojos azules vieran a su padre con su peluche nuevo. - Pasé mucho tiempo solo antes de tenerte, así que perdí la costumbre de celebrar mi propio cumpleaños, pero te amo lo suficiente como para no olvidar el tuyo. 

- ¿Puedo hacer una fiesta? Yo también te quiero. - Menma salió de su escondite ante el asentimiento de su padre, recuperó su rana y se sentó en el cálido regazo del mayor. 

- Puedes. La próxima vez te lo diré para que podamos hacer algo especial.

Menma con seis años: 

- ¡Papáaa! ¡Despierta, papá, por favor! - Menma cerró la puerta del dormitorio de un portazo en cuanto se levantó de la cama. 

Esperó ansioso hasta oír el clic de la cerradura al abrirse y preparó su mejor sonrisa. Incluso somnoliento, Sasuke abrió la puerta preparado para un posible enfrentamiento, una costumbre que había adquirido en sus años fuera de Konoha, pero al ver a su hijo todo feliz se relajó. 

- Buenos días, Menma. ¿Tienes hambre? - Se inclinó para ofrecer su regazo al pequeño, que lo rechazó y corrió hacia el salón. 

- ¡Nooo! Hoy vamos a dar un paseo, papá. 

Sasuke frunció el ceño, confundido. Aunque su hijo siempre había demostrado tener la energía y la alegría de su padre Uzumaki, solía ser más discreto y tranquilo al hablar, pero desde que llegaron a la aldea sintió un cambio en su comportamiento. Sin muchas opciones, caminó tranquilamente por la casa, para descubrir lo que el niño estaba armando.