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Jueves

Salí del salón de historia luego de dejar mi trabajo para final de segundo trimestre,no estaba preocupada,al contrario estaba demasiado feliz porque tenía la certeza de que estaba más que excelente,como todos mis trabajos.

Esa es Zaden,excesivamente perfeccionista cuando se trata de presentaciones,jamás mostraría algo de otra forma porque no sería yo misma ni si quiera podría vivir tranquila con aquello.

Llegué a mi casillero encontrando por décimo quinta vez en la semana una nota pegada en el,una nota de Pady.

Solté un suspiro y abrí el casillero dejándola donde se encontraba para sacar mis libros correspondientes,el reloj blanco en mi muñeca derecha comenzó a resonar por el pasillo anunciándome que era momento de mis antidepresivos,otra vez.

Estaba consumiéndolos hace cuatro años atrás sin receta médica porque nadie necesita un doctor para saber cuán hundido esta en su mierda. Mis padres desconocían totalmente mis desvalances psicológicos causados por sus miserables actos.

La única persona que sabía de mi consumo era Pady quién aunque en varias ocasiones trató de detenerme se rindió aceptando que era inútil, tanto como cualquier intento humano en controlarme. Es Zaden, totalmente indomable y con el alma tan libre como un ave,siguiendo siempre su propio vuelo.

La vida no puede pausarse o retroceder y el control humano sobre otro solo hace un poco más miserable el vivirla y mi niñez ya había sido bastante,solo quería un poco de sol en el infierno.

Tomé una pastilla del frasco e ingerí agua de mi pequeño bote rápidamente para que pudiese pasar,la misma rutina cada día,pero ahora después de tanto tiempo ahora no importaba,era así y tal vez siempre sería igual,estaba bien con eso aunque no fuese bueno.

Cerré el casillero luego de tomar lo necesario y arranque la nota del mismo convirtiéndola en una bola de papel como todas las posteriores a la primera.

- es enserio? -gritó alguien provocando que me sobresaltara-

Era Pady.

-Qué? -pregunte con el entrecejo fruncido sin entender nada.-

-Porque no lees mis notas,he escrito cientos esta semana! -reprochó y yo solo lo miré sarcástica.- por que me vez así? -pregunto confundido el -

-Patrick Cooper odio las mentiras -reproche de vuelta- estas empeorando esto.

-Por pedir perdón ? -habló viéndome incrédulo-

- Por que se que las notas las hace Blair Franklin la chica artista de la escuela -contesté molesta estrellando la nota en su pecho para alejarme de allí.

Pady estaba dejando de ser el Pady que amaba o tal vez solo estaba descubriendo al verdadero. Trataría de tomar esto con calma antes de precipitarme a una respuesta.

Me dirigí a la cafetería para tomar algo como desayuno antes de caer convulsionada en la escuela,al entrar recibí algunas miradas a las cuales respondí con una sonrisa.

- Hola Susan -salude con una sonrisa al llegar al lugar donde servían la comida.

Susan era quién trabajaba en la cafetería con los mejores platos y postres que alguna vez podrían probar,además del mejor hombro de apoyo que pudiese haber hallado todos estos años.

𝙎𝙚𝙧𝙚𝙣𝙙𝙞𝙥𝙞𝙖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora