La chica que cambia vidas (PAUSADA)

Septiembre 2

Hola amigo:

Soy un idiota, el más grande de los idiotas… pero te contare de eso más adelante, quizá deba a contarte más cosas buenas de mi antes de las malas, por ejemplo amo a mi padres, a ambos, sé que son los mejores padres del mundo, aunque no se los eh dicho nunca. Y también amo a mis hermanas, son perfectamente adorables y exasperantemente molestas todo al mismo tiempo. Son gemelas de 12 años y saben cómo conseguir lo que quieren. Se alían contra mí cosa que no considero justo, pero ser el mayor tiene sus ventajas, como que papá me preste el coche para llevarlas a comprar helado y formar un contrato de paz que dure un poco.

También soy bueno dibujando y tocando la guitarra, mamá dice que son hobbies de solitarios… pero oye! Soy muy bueno en ellos, además de la oratoria y ahí viene mi historia de porque soy un idiota, mis compañeros son horrorosamente malos hablando en público en especial Ricardo, mi amigo… suele leer todo el tiempo las diapositivas, trabarse o dejar de hablar casi por un minuto, así que cuando hable yo, por la sonrisa del profesor supe que había sido el mejor del equipo, o tal vez del grupo. Hasta que paso el grupo de las chicas, son solo 6 en todo el salón, algo normal en una ingeniería.

Aquí la parte de porque soy el idiota más grande de los idiotas

¡ELLA ESTABA AHÍ!

La chica que ilumina vidas, recuerdas? Tengo una maldita semana en la escuela y no la había notado (cosa que prácticamente imposible por lo que ya te conté). Sé que el grupo de chicas nunca está en el salón, excepto cuando tenemos clase y después desaparecen.

Pero ahí estaba ella con su cabello perfectamente peinado en una trenza francesa (tengo 2 hermanas se de estas cosas), su cabello era largo, muy largo hasta la parte baja de su espalda. Mencionaron los nombres al azar así que no supe cuál era el suyo, las chicas son mejores hablando en público que los chicos, pero no mejores que yo. Se lo dije a Ricardo y el oprimió una carcajada, para decirme después que se creían perfectas y por eso ignoraban a todo el mundo. No termino de hablar mal de ellas, porque ella comenzó a hablar, maldita sea, era excelente, hablaba con fluidez y una seguridad asombrosa, y era interesante, su voz hacia interesante hasta la maldita clase de historia… ahí es cuando quede como un idiota por presumido, hasta Ricardo lo noto “Te quitaron el puesto… una de las chicas te quito el puesto”. Ni en sueños sería el mejor de la clase, no con ella en mi salón… pero al escucharla hablar fue cuando lo decidí…

Decidí que seriamos amigos.

Tu amigo Damián