Se tiene que pasar, princesa

3 0 0
                                    

Ya pasaron semanas de lo conversado con Dirk, realmente me siento mal al saber una parte de mi historia familiar. Comprendí que en este mundo, la humanidad se agota cada vez más al matar a alguien y qué, el amor es distinto aquí. Hasta ahora, no he cruzado palabra con mi padre y Dirk mi siquiera me ha visitado; según la respuesta de una empleada, de habría ido a una excursión y será por varios días.
Realmente me siento sola, aunque me he hecho amiga de una empleada llamada Clarissa, ella es la encargada de escoger mi ropa, traerme la comida a la habitación o de acompañarme a algún lugar del castillo. Ella es bien linda, aunque un poco tímida, según me dijo, ella fue convertida en vampiresa por si enamorado, pero después que la convirtió el desapareció y quién la ayudo a según el proceso de conversión y sobrevivir fue Damián...
En la mañana, Clarissa me informó que no haríamos el paseo diario por el palacio, ya que por ordenes del rey no puedo salir de la habitación. Ello me tomó por sorpresa, porque él no es de prohibir cosas, pero según debe ser por algo muy importante.
Pasan las horas y veo por la ventana que da a la entrada principal del castillo, que ingresan Dirk junto a un señor de aproximadamente unos cuarenta años, pero que está fornido. Inmediatamente me levanto y me dirijo a la sala, para poder y abrazar a Dirk, pero cuando estoy en el pasillo que da dirección a las escaleras principales, Clarissa me detiene y me pregunta:
- ¿A donde se dirige princesa? Le dije que su padre dio órdenes de que no salga de su habitación
- Sí, pero llegó Dirk y quiero verlo. Por favor, no me lo impidas, prometo que sí el rey me ve, echaré la culpa de todo ¿Sí?- hice puchero
- Está bien princesa, solo porque sé que extraña mucho a Dirk- entonces, salí corriendo para la sala principal, pero cuando llegué no había nadie, entonces, empiezo a buscarlo por los alrededores u me percato de un ruido muy fuerte en el despacho del rey, que parecía como si algo se rompió. Me acerco a la puerta para poder ver qué pasa, pero en ese momento escucho que Dirk dice:
- No hay nada más que hacer, los lobos quieren romper el tratado y unirse a las brujas para poder acabar con nosotros ¡Estamos perdiendo muchas tropas! - se le escuchaba desesperado e incluso, angustiado
- Imposible, los lobos son territoriales y no querrán compartir su terreno con las brujas- refutó el rey con mucha seguridad
- Mi rey, le aseguro que los lobos están furiosos porque creen que no hemos cumplido la parte de tratado. Los neófitos que se escaparon de la concentración, fueron atacar a los lobos de Iranike, en donde hubo muchos lobos adultos y niños que fueron masacrados. Ellos piensan que fueron por ordenes de nosotros para disminuir su población. - no puedo creer que existan los lobos y mucho menos que entremos en guerra, cuánta gente más podría morir
- Pero, ¿A caso ustedes no explicaron bien como sucedieron las cosas? Todo fue un mal entendido- enfurecido y preocupado refutó el rey
- Claro que sí, tío. Pero ellos no creen en nuestras palabras, las brujas han sabido manipularlos muy bien- dijo el hombre fornido que hasta el momento no sé su nombre
- Magnus, sabes que las brujas usan su encanto para convencer a cualquier persona y esos estúpidos lobos no fueron la excepción- dijo con sarcasmo el rey
- Mi rey, lo único que queda es aceptar su petición, porque sino, entraríamos en guerra- dijo Magnus
- ¡No!- dijeron automáticamente Dirk y el rey
- Me niego a qué mi única hija sea esclava de esos perros con un cerebro tan escaso que no les sirve para pensar- dijo el rey con una gran cólera y angustia. En lo que a mí respecte, quedé en shock, es decir ¿Los lobos me están pidiendo a mi como rehén para no iniciar una guerra? Es imposible, ¿Cómo saben de mi? ¿Por qué me quieren a mi?
- Además, Bell no querrá hacerlo, ella ama a otro chico- dijo con seguridad Dirk, lo cual me dio mucha cólera, ya que él no sabe de mis sentimientos, yo ya no amo a Damián ¡Lo odio! Porque me abandonó, porque no luchó por nosotros, porque le resultó más fácil huir que defender lo nuestro. Pero, ¿Acaso no me quieren como rehén? ¿Que tiene que ver acá mis sentimientos?
- Yo no amo a nadie y ustedes no pueden decidir por mi- refute al mismo tiempo que ingresé al estudio- nadie me ha preguntado que quiero yo
- Bell...- susurro Dirk
- Es que eso no es decisión tuya, Bella- refutó el rey
- Princesa, un gusto en conocerla- dijo Magnus- tan bella como su madre
- Muchas gracias, señor- primera vez que alguien me dice ello ¿A caso él conoció a mi madre?- ¿Cómo era ella?
- Pues,....- no pudo continuar porque el rey lo interrumpió
- No es momento de hablar de ello y tú, di órdenes explícitas que no salgas de tu habitación- lo dijo muy molesto
- Sí, pero vi a Dirk por la ventana y quise verlo- refute, pero mirando a Dirk y él me regaló un "te quiero" en susurro
- Bella, por favor, retírate a tu habitación- refutó el rey
- No, quiero saber qué está pasando, ustedes dijeron que los lobos me querían a mi ¿Por qué?- refute con mucha seguridad y firmeza
- Los lobos no, el rey lobo, princesa- mencionó Magnus, ganándose dos miradas de odio
- ¿Cómo es eso?- ya me dio hasta de preguntar
- Pues, el rey Anton, quiere unirse con las brujas para declararnos la guerra, pero para evitar ello, quiere casarse con usted para así unir ambos mundos y qué ambos tengan el mismo poder- me quedé helada al saber ello ¿Un lobo quiere casarse conmigo? y si no acepto ¿Habrá guerra?
- Pero no te preocupes, Bell, estamos buscando otras alternativas, pero tú no te casas con Anton- mencionó Dirk y mi padre acento
- Quiero conocer al rey Anton y luego diré mi respuesta- mencioné, lo cual trajo miradas de desconcierto por parte de todos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 02, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bella (El Amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora